XVII

471 60 1
                                    

.Sueño lúcido de carmín y otras cosas.

Un campo de rosas rojas, la luna llena brilla en lo alto del cielo obscuro sin estrellas. ¿Este es el cielo, o el infierno?

Tengo frío porque hay un suave viento que va y viene al danzar de mi cabello y al mirar a mi alrededor me encuentro nuevamente con él.

Esos ojos clavados en mí esperando tomar una decisión y honestamente no quiero que lo haga, pareciera cómo si pudiese predecir lo que va a hacer a continuación: atacarme.

Kim Taehyung, así es su nombre.

Corre.

La voz de mi subconsciente comienza a actuar a buena hora cuando me doy media vuelta para comenzar a correr, pero incluso si estoy corriendo no puedo moverme de lugar, estoy corriendo en un solo punto y esto me agobia más de lo debido porque me hace sentir la muerte por segunda vez cuando siento su presencia justo detrás de mí.

—Hola nuevamente, Soo

Ahora me llama Soo, ¿quién se cree?, de todas formas no estoy en condición de pelear esto, solo quiero huir, pero me doy por vencida cuando no hay avance.

—¡Déjenme en paz!, por favor, que no he hecho nada —¿es normal querer llorar y temer por mi vida otra vez al mirarlo de frente?

—Shh —parezco frustrarlo cuando me toma con suavidad de ambos brazos con sus manos heladas y me mira como a un caso perdido— Lamentarte y lloriquear no va a quitar el hambre de más de cincuenta vampiros que ahora quieren encontrarte

¡Estoy muerta!, ¿qué más da?, esto no es más que el infierno seguro o quizás el purgatorio.

—Ese pensamiento es absurdo, así que vamos nena, dime en dónde te tiene escondida el idiota de Jeon e iré por ti para darte un destino digno

Aunque no puedo entender el sentido más allá de la muerte segura en sus oraciones, no deja de impresionarme el que sabe lo que estoy pensando ahora, eso es aterrador; debo controlar mis pensamientos.

—¿Puedes leerme?

Levanta ambos hombros sin mucha importancia. Puedo notar que el color de sus ojos ha cambiado a un color esmeralda brillante, ya no tan aterrador.

—Contéstame

—No hasta que tú contestes algo de lo que necesito saber—exclamo con una ola de valor—primeramente: ¿qué pasó con el chico lobo?, ¿cómo dieron conmigo?, ¿porqué yo?, explícame lo de los cincuenta vampiros tras de mí que eso me aterra y ¿cómo que no he muerto si esto es tan irreal?, ¡vamos!, ¡contéstame y yo cooperaré!

Pone sus ojos en blanco y me suelta repentino.

—Primeramente, no sé que rayos pasa con el chico lobo y no me interesa, mi objetivo eres tú. El primero en encontrarte fue Jeon Jungkook por su obsesión en matarte. Tú eres una descendiente de un ángel caído y sumándole tu virginidad te hace un plato fuerte para cualquier sacrificio por lo cual más de cinco clanes ya saben de tu existencia y no, no has muerto, estás sumergida en un profundo sueño que yo mismo he creado para comunicarme contigo, así que dime ¿dónde estás?

Aquello me deja atónita, más inestable de lo que ya me encontraba.

—¡No tiene sentido! —nada lo tiene, aún no logro superar el cambio repentino de Jong in en un lobo; si dios quiere mi cabeza no va a explotarme.

Y ya estoy llorando nuevamente, quizás siempre le he temido a la muerte que ahora que estoy frente a ella no me queda más que llorar y revolcarme en su espera.

—Ya lo tendrá, nunca nadie había hablado estas cosas contigo es normal, tu padre, tu madre y ese tal cambiaformas no hacían más que ocultarte la verdad por miedo a perderte, sin embargo mírate donde estás

Pero entonces una luz comienza a verse tenuemente haciendo que mi vista se torne borrosa y ambulante.

—Y...Yo estoy, en un edificio dentro de un apartamento, cuando me asomé por la ventana mi vista daba al río Han...

Ni siquiera comprendo muy bien porqué siento la necesidad de hablar con él y darle mi paradero, quizás es obra suya también.

—¡No! —exclama y la expresión de su rostro llama mi atención porque parece que no me quiere dejar ir. — no, no, no, ¡No te vayas!, no hemos terminado de hablar todavía

Toma mi mano y aunque por instinto quiero alejarla el toque de su piel helada me congela y de pronto una se sensación de no querer dejarle ir me sorprende. Me quedo mirando esos ojos esmeralda y él parece estar atento a los míos aunque no siento alguna emoción de su parte más que su ceño fruncido por el coraje de que estoy a punto de despertar, sé que el puede sentir que esto no parece irrelevante y que simplemente no quiero despertar y encontrarme con él monstruo de ese tal Jeon JungKook.

Pero entonces, abro los ojos y lo veo.
Mi vista aún está borrosa por la luz de la ventana pero logro ver lo bien que él está luciendo.

—Hasta que despiertas

Está justo encima de mí con una media sonrisa cuando me ve despertar; Tiene el cabello húmedo, quizás tomó una ducha porque huele demasiado bien y solo tiene puestos sus pantalones color negro.

—Eh...
—¿Taehyung? —cuestiona y levanta una ceja sin dejar de mirarme.

Me pongo nerviosa y desvío la mirada ocultando nuestro encuentro lúcido.

—Tenemos que irnos de aquí

Se pone de pie dejando el tema en la nada y camina para tomar su camisa por lo cual puedo ver su torso y admirar su pálida piel.
Jamás había visto a alguien así y mucho menos con una piel que parece de porcelana.

—No voy a llevarte en mis brazos así que date prisa y ponte los zapatos
—S...si

¿Qué más puedo hacer más que obedecerle?, no puedo huir, no veo una escapatoria a la situación. Me reincorporo y me quejo levemente por el dolor en mi hombro, tengo un parche por lo cual no puedo ver bien lo que hay debajo, pero duele y sé lo que pasó.

—Oye...—mis mejillas enrojecen y aunque por dentro estoy alterada no quiero aparentarlo. — ¿Esto quiere decir...que me convertiré en algo como tú y ese tal...Taehyung? —digo señalando el mordisco en mi hombro izquierdo, según la mayoría de los relatos de vampiros eso es lo que sucede, ¿no es así? .

Pero no recibo más que una risa burlesca y me estremezco.

—No seas tonta, Kim Taehyung y yo no somos de la misma especie para empezar
—¡Taehyung me lo contó todo!, ¡ambos son vampiros!
—No creo que te haya dicho eso, quizás entendiste mal. Taehyung lo es, pero yo no —confiesa ya en un tono más serio —Los vampiros son mas pulcros de lo que yo soy

Me mira y hacemos nuevamente contacto visual haciendo que mi piel se erice por completo.

—Yo soy una aberración, yo no tengo piedad, soy el infierno y debes saber que vas a morir pronto

De seguro y ya estoy temblando, no es nada lindo escuchar una amenaza de muerte y saber que en verdad va a suceder, Sin embargo, algo dentro de mí me insufla un poco de valor y lo aprovecho.

—¿P...porqué no me has matado todavía?

No entendía cómo un "ser sin piedad" no había acabado conmigo aún y cómo me pedía huir con él a quien sabe dónde.

—Porque me recuerdas a mi madre

Ghoul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora