Ghoul.

X

El sonido del "Tic, toc" del reloj Retumba mis oídos.

Suspiro adormilada; un frío viento sacude mis cabellos al igual que las hojas de los árboles verdosos y aquel campo de lavandas tras de mí.

Abro los ojos poco a poco para detallar lo qué hay frente a mí. Una fachada, un Olimpo o algo parecido, la luna llena se asoma por esta misma y si no fuese por las personas disfrazadas con una túnica negra y máscara blanca que parecen mirarme, seguro el lugar sería divino.

—Soo...

Aquella voz me hiela la piel y abro los ojos de una.

—Ponte de pie

Esta voz ya la había oído antes...
Mi corazón comienza a golpear mi pecho fuertemente haciéndome víctima del pánico.

—No tengas miedo, no voy a hacerte daño

¿Estará hablando de quién creo?

Poco a poco me reincorporo, siento una mano en mi brazo para ayudarme y al girar mi rostro me doy cuenta que no me había equivocado.
Un chico alto, cabello negro, largo y con rulos, ojos color miel y una sonrisa tan cálida...no parece querer dañarme.

—Te conozco...—afirmo. —te conocí hace unos días, dijiste cosas tan raras...cuando el otro chico quería...
—Yo no me acuerdo de lo que dije, pero efectivamente, me conoces —dice sin rodeos.

Lo detallo nuevamente, es tan atractivo, viste tan apuesto, como un principe con sus ropas victorianas, su piel es bronceada tirándole a un brillo como el oro, ¿es eso posible en una persona?....persona...

—¿Quién eres? —pregunto realmente dispuesta a resolver todas mis dudas.
—Creía que ya me conocías —sonríe con picardía.
—N...no estoy jugando
—Yo tampoco soy bueno jugando, pero si quieres saber mi nombre tienes que ser valiente y averiguarlo cuando estés despierta
—¿Q..qué?
—Búscame cuando despiertes, búscame en...

Se acerca entonces y comienza a susurrarme en el oído, mi piel se eriza y mi corazón late más fuerte de lo que debería.

—Resolveré todas tus dudas...tú necesitas saber...Para que has nacido

Me retiro un poco de él y puedo ver que el color de sus ojos se ha vuelto carmín.

—¿Qué eres?...

El sonríe ante mi pregunta y tan rápido como termina de sonreír yo despierto atolondrada casi de un salto; aquel sueño pudo parecerme de lo más extraño, pero después de lo que ha pasado últimamente decido tomarlo como alguna señal divina para descifrar mi destino ya que mi padre y Jong in parecen no querer hablar conmigo sobre el peligro que me rodea, después de todo él dijo que no iba hacerme daño...

—

Sé que no debo confiar en nadie, mucho menos en alguien que tenga los ojos color carmín y aunque lo pensé demasiado y llegué a una "conclusión"
Aún sigo dudando en tener la razón.

—Los demonios quieren matarme, ¿verdad?

Jong in frunce el ceño mientras conduce. Luce bastante fresco y varonil con esa camiseta blanca y piel bronceada aunque estemos en invierno; me pregunto como aún no se queja del frío.