Ghoul.

II

Bajo las penumbras de la noche y las pocas luces de la gran ciudad de Seúl va un alma gritando perdón, gritando por salvar su pellejo de las garras de un animal feroz, de una bestia.

—Mierda, no, no, por favor

Corre por el pavimento, ya es tan tarde que todos los negocios de la zona parecen estar cerrados, no hay a quien recurrir y cruzar de pronto este callejón le ha parecido eterno.  La sonrisa del menor se incrementa al ver a su presa  acorralada, sus colmillos se intensifican y corre a la velocidad más impresionante antes vista por mortales, ese cuerpo ya lo ha atrapado desde un principio y quizá quiso jugar un ratito al gato y al ratón, pero en este momento es un  hecho, el ingenioso Choi Soo Bin de tan solo 15 años ha atrapado la comida de su mayor, Jeon JungKook.

Sus uñas largas logran enterrarse en el pecho de su víctima haciéndolo gemir de dolor.

—¡Ah!
—Shh, tranquilo, murió por una causa buena

Y sin más termina mordiéndole la yugular. 

—

El cántico de esas voces melodiosas, melifluas e incluso celestiales llenan el Elíseo,  Los Vástagos salen con túnicas negras y capucha que cubre la mitad de su rostro. Soobin camina con el cuerpo de su presa en manos adentrándose por las enormes puertas de madera hacia el elíseo, los demás miembros del Sabbat lo observan con deseo de beber aquella sangre que escurre de entre las heridas.
Al estar frente a los vástagos principales, los cuales son seis, deja caer el cuerpo frente de ellos para después levantar la mirada.

—Le he traído su cena...

Entonces el líder, Kim Namjoon levanta su mano izquierda, tiene sus uñas negras llamando así la atención del menor.

—Eres un buen chico —truena los dedos tan solo una vez y el sabbat se queda en silencio absoluto.

El sonido de las zancadas tranquilas suenan el el piso de marfil, todas las miradas van hacia un punto en específico.

Un joven de piel blanca casi como la nieve, labios rojizos, cabello negro y ojos Borgoña sale dentro la obscuridad.

El menor, Soobin sonríe al verlo.
Jeon JungKook baja la mirada al cuerpo e inhala el aroma a hierro la cual le provoca un placer y un hambre irreversible.

—Come, es todo tuyo —dice Kim Namjoon. —un ghoul debe alimentarse bien o morirá, ya sea de vejez o de hambre

Los cinco vástagos restantes le miran con desdén pero no dicen nada y se van tras Kim Namjoon por el pasillo dejando que el huérfano, Jeon JungKook baje los cuantos escalones bajo de él para arrodillarse y mirar el cuerpo a su merced el cual está a punto de devorar.

—¿Lo has cazado tú? —pregunta al menor.
—Lo he hecho yo
—¿Porqué?
—Me pareces admirable, Hyung
—No soy más que una imitación del gran ser que eres tú, un vampiro
—Los Ghouls eran un mito mucho tiempo atrás hasta que tú naciste, debo cuidarte Hyung

JungKook traga saliva y niega levemente tratando de ignorar lo que acaba de escuchar y se concentra en el manjar que tiene frente a él para así dar el primer bocado.
A diferencia de los vampiros, los ghouls no solo beben la sangre si no que comen del cadaver todo lo que pueden para sobrevivir.

—Ah...

Gime el mayor al sentir el delicioso sabor que la carne ensangrentada le proporciona al paladar, quiere fundirse en tal sensación la cual no se le puede comparar.

—No podría comparar esto con nada, no hay nada que sepa mejor en este mundo Soobin, ¿estás de acuerdo?

Soobin traga saliva evitando abalanzarse sobre el cadaver y arrebatárselo a su mayor, realmente está utilizando su mayor fuerza de voluntad.

—Hay otro mito muy bueno Hyung, dicen que la sangre de los descendientes de ángeles caídos es la mejor y si la bebes te conviertes en un ser superior y respetable e incluso tú podrías quedar satisfecho por mucho tiempo sin siquiera preocuparte por volver a cazar
—¿Cuánto tiempo?, para ser exactos
—Hasta un siglo entero

Aquello despierta el interés de JungKook sin medida o restricción.

—¿Dónde puedo encontrarlos?
—Ellos viven entre los mortales como si fuesen uno de ellos, pero hasta ahora somos demasiado cobardes para mezclarnos entre ellos
—¿Pero y si hubiera una posibilidad?...
—Puedes buscar algún descendiente si quieres Hyung, obtienes lo que necesitas y serás respetado, tanto como los vástagos o incluso mejor, quisiera ayudarte pero en este caso me temo que no lo haré, soy muy joven para morir peleando por la sangre de un descendiente por ahora me encuentro bien, me gusta la comodidad

Es aquí cuando la gran idea aparece en la mente del mayor y hace que el ingenuo Soobin se incline para poder susurrarle al oído...

—Ayúdame a escapar de aquí, créeme niño que tendrás tu recompensa luego, quiero un descendiente.