XV

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Los cánticos fluyen en el elíseo y la luz del fuego de las velas iluminan el sombrío lugar. Unos pasos suenan en el mármol avisando al concentrado Min Yoongi que alguien se aproxima, pero ni se molesta al abrir los ojos porque el aroma de Kim Seokjin lo delata.

—Min. —susurra al oído del nombrado al inclinarse. —Namjoon quiere vernos a todos
—Estoy ocupado —contesta sin abrir los ojos, permanece de rodillas siguiendo los cánticos de los demás asistentes en su mente.
—Min Yoongi —lo vuelve a llamar sin mucha paciencia.—Taehyung volvió

Y tan rápido esa frase sale de sus labios, Min Yoongi abre sus ojos color esmeralda.
Eso solo se puede significar una cosa.


—Encontré al Ghoul y mejor aún, a la descendiente de Saraknyal —pronuncia Taehyung con la mirada baja. —Pero los he perdido de vista el día de ayer por la tarde noche

Namjoon lleva sus dedos a acariciar su cien. —¿Porqué razón? —pregunta.

—Se atravesó un cambiaformas de la manada Hayashi y creo que lo maté

Los cinco vástagos lo miran casi asesinándolo con la mirada.

—¿Qué hiciste qué? —pregunta Namjoon, el líder, sin podérsela creer.
—Lo lancé muy fuerte contra un tronco cuando yo estaba a punto de capturar a la descendiente y él se interpuso en mi camino, estaba realmente enfurecido cuando me di cuenta que ella ya no estaba a mi alrededor, JungKook se la llevó, lo sentí
—Joder, y ¿ahora qué? —pregunta Min Yoongi.
—No interesa que se la haya llevado, quiero que los busquen y quiero tenerlos aquí, quiero a Jeon pidiendo disculpas de rodillas mientras lo torturo por el caos que ha hecho, mal agradecido, ¡lo quiero aquí!

—¡Suéltame!
—Te ves patética intentando huir de mí, maldita sea, deja de moverte que voy a romperte
—¡Me duele!

El pelinegro bufa y suelta los brazos de la menor dejando así las marcas de su fuerza ejercida en el intento de calmarla.
Los mortales son tan extraños o al menos esta lo es.
El pecho de la pelirroja sube y baja, su cabello parece desordenado y sus ojos no parecen temerle a los de Jeon cuando le sostiene la mirada llena de lágrimas.

—Estás tentándome a matarte de una...

Su voz se hace más temible y un gruñido sale al final haciendo que la piel de la pelirroja se erice por completo.

—D...déjame ir...
—Te he ordenado algo, hazlo ahora o lo haré yo
—¿P..pero para qué?
—Quiero ver la calidad de tu carne así que date prisa

La menor baja la mirada haciendo así que gotas de lágrimas caigan por sus mejillas; un leve puchero se forma en sus labios, pero ya no hay más que hacer, al fin de cuentas el dolor que acaba de sentir en sus brazos por la fuerza de este hombre no es nada comparado con lo que pudiese sentir después: la muerte.

Lleva una de sus manos al cierre de su suéter púrpura y lo baja lentamente, sus mejillas enrojecen y no puede alzar la mirada ni un solo segundo.

—Date prisa

Y bueno, Jeon por supuesto que tiene apetito cuando está cerca de ella, pero es inevitable, quiere volver a detallar ese cuerpo desnudo como aquella vez, quiere oler ese aroma de piel e incluso tocarle solamente por su sumo placer voraz.

La puerta suena de repente y la mano de Jeon toma la de Soo para detenerla. Sus instintos se acomodan y se ponen atentos a cualquier situación pues alguien está afuera de este departamento.

—Mierda

Un peligro para Jeon, una esperanza para Soo.

—No hagas ni un solo ruido o...
—¡Ayúdenme!

Definitivamente no sabe con qué clase de monstruos está lidiando Caperucita Roja.

Ghoul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora