Ghoul.

XXVII

Mi cabello está húmedo cuando llevo mis dedos entre él a causa del leve nerviosismo. Jungkook permanece de espaldas mientras sirve mi comida en un plato. Disfruto la vista de su espalda ancha de por mientras.

—Aquí está —se gira con el plato en manos.—Come

Pone el plato sobre la mesa y toma asiento frente a mí. Yo lo miro por unos segundos para después mirar mi plato; un poco de verdura y carnes rojas asadas.

—Es mucha comida, no me lo terminaré

Él mira el plato y luego a mí.

—No me hagas que yo te alimente

Los cabellos se me han puesto de punta y mi corazón comienza a latir con fuerza, por ende tomo los palillos de metal para tomar un trozo de carne y llevarlo dentro de mi boca. Lo veo sonreír con maldad. No me atrevo a mirarle después mientras mastico, aunque sé que él tiene su mirada sobre mí, ¿debería hablar con él?, ¿Qué se supone que deba decir ahora?

Decido no soltar ni una sola palabra hasta terminar toda la comida, lo cual me ha costado bastante entre silencios incomodos y nerviosismo, es entonces cuando levanto la mirada y conecto con la suya mostrándome una sonrisita ladina parece premiarme. Se levanta de su asiento y camina hasta mi lado para tomar el plato vacío.

—Buena chica

y camina hasta el lavavajillas.

¿Qué acaba de decir?, ¿Porqué aquello me ha erizado la piel?, llevo una de mis manos a mi mejilla y está caliente. Jeon Jungkook, ¿Qué pretendes?

—Jeon

La voz  respetable de Taehyung suena en la habitación llamando nuestra atención enseguida. Su mirada hacia mí es penetrante y me desestabiliza, pero luego recae en el pelinegro.

—Necesitamos hablar— le dice.

—¿De qué? —Jungkook se gira, toma jabón y comienza a lavar el plato de porcelana que yo acababa de utilizar restándole importancia.

—Es importante, vamos a otro lugar —vuelve a mirarme.

—No necesito hablar contigo

—Es sobre los Ventrue

No tengo idea de quienes sean, pero al escuchar aquella extraña palabra a mis oídos jungkook se gira enseguida para mirarlo.

—¿Para que han venido?

—Vamos a otra habitación

Jungkook cierra los ojos, suspira y permanece unos segundos pensativo, como si todos sus planes se hubiesen arruinado.

—Vamos —acepta y deja el plato de porcelana en su lugar para encaminarse detrás de Taehyung sin mirarme después.

Me quedo en silencio sentada en mi lugar con mis manos sobre mis rodillas y la mirada perdida sobre la mesa de mármol. Ventrue...¿qué quiere decir?

Me pongo de pie y camino descalza, (como ya acostumbro) por el gran pasillo después de la cocina hasta llegar a las escaleras. Las subo con cuidado tratando de ser silenciosa aunque de repente se me olvida que trato con vampiros y trato de ser lo más auditiva posible para poder escuchar sus voces al final de la escalera.

Narra escritor.

—Ellos quieren ofrecerla como sacrificio a la luna

Jeon Jungkook se encuentra sentado sobre un rustico sofá que de seguro debe existir desde los años 1837; tiene la mirada perdida en el suelo mientras que intenta comprender lo que está pasando a su alrededor.

—Se contactaron conmigo por medio de una carta que han dejado en el elíseo

Jungkook mira a Taehyung enseguida.

—Quieren que los ayude con mis dones para encontrarlos

—¿Les respondiste la carta?

—Lo hice, les dije que les estoy ayudando a mi clan también, pero que no sé nada de ti ni de ella

El pelinegro se pone de pie y camina hasta ponerse frente a frente de su mayor.

—¿Debo creerte?

Kim sonríe.

—Jeon, si quisiese entregarte ya lo hubiera hecho , pero veme aquí cubriendo tu trasero mientras arriesgo el mío, ¿no crees que tu desconfianza no tiene lógica?

—Sé que Kim Namjoon es el vástago superior por su liderazgo e inteligencia, pero si de algo estoy seguro es que en el fondo todos somos tus jodidas marionetas, incluyéndolo a él

Taehyung sonríe.

—Me alimentas el ego Jeon, pero en dado caso de que así sea te estoy salvando la vida, deja de ser un estúpido y sé agradecido por primera vez en tu vida a menos que quieras entregar a esa chica al Sabbat

La mirada del pelinegro comienza a oscurecerse.

—No, ella es mía, creí que ya te había quedado claro

—Como quieras, seguiré custodiando a ambos siempre y cuando seas agradecido

—¡Es que me estás jugando tan bien las jodidas cartas!, ¡este siempre ha sido tu estúpido plan, acorralarme junto con ella de esta forma para no dejarme opción!

De pronto se prende su instinto y se ponen alertas, algo no anda bien. Se quedan en silencio y su agudo oído detecta a alguien más. Jungkook se da la media vuelta para rápidamente tomar el pomo de la puerta y abrirla de golpe dejando ver a la pequeña y escuálida pelirroja detrás. 

—Y...yo...no quería...yo...—trata de justificarse al ver al imponente Jeon.

La toma sin aviso pegándola a su pecho y rápidamente sin dejar procesar la situación a la menor , sale del lugar.  El cielo se encuentra rosado y las nubes como algodón, el patio de la enorme casa está tan verdoso, parece como un laberinto, uno lindo.

—Van a matarnos —afirma Soo.
—No
—Es todo tan confuso...no sé quién sea el depredador en realidad, lo único seguro es que voy a morir

Silencio. Jeon no la desmiente, quizás le da miedo aventurarse dentro de su mente para saber porqué, su mente es el lugar al que más le teme. Sin embargo no la suelta de su abrazo y la pelirroja no hace nada por zafarse, después de tanto tiempo de rapto lo único que siempre quiso fue un abrazo aunque no imaginó que fuera su propio secuestrador el que le daría consuelo.

—Por favor, quiero ver a mi papá antes de morir...
—No

Cierra sus ojos mientras un nudo se forma en su garganta, al menos lo ha intentado. De alguna manera, aquella imagen le ha movido algo en el pecho al pelinegro: su madre abrazándolo en aquel vagón de tren mientras una lágrima cae de su mejilla.

"—Todo estará bien mi niño, mamá está contigo."

Y...¿y eso?
Jeon parpadea varias veces e inconscientemente la estrecha con más fuerza y calidez.

—Te llevaré a verlo pronto.