Capitulo 8

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Hoy amanecí pensando que iba a tener un mal día, debo admitir que hasta hace minutos así era, nada había salido como yo quería, había pisado uno de los peores sitios de la sociedad, había visto y escuchado cosas que no creía, estoy lidiando con dos sujetos insoportables.

Una mujer que es hermosa, pero irritable, un niño indefenso, luchando por su vida y debo escuchar estupideces; el día no podría ir peor, de pronto ahí estaba ella, y no lo podía creer, mi día y mi ánimo cambio drásticamente.

Estaba por irse, pero algo la hizo mirar, sus ojos marrones, sus labios igual de carnosos y rosados, rostro angelical, fresca como la recordaba, pero se veía ¿agotada?, como si no hubiera dormido en días; se me escapaba otra vez.

La vi hablando con una de sus compañeras, la misma que estaba con ella cuando la vi por primera vez; los doctores me hablaban, pero mi atención solo podía estar al otro lado de la puerta; tenía que hacer algo, no podía dejar que se me fuera otra vez.

-¿Gabriel?.- escuche a Sebastián llamarme y lo mire.

-¿Qué sucede?.

-La doctora Geller te hizo una pregunta.

- Lo siento, ¿me repite la pregunta?.

-Tranquilo, debe tener muchos pendientes- pasa sus manos sobre mi brazo- decía que es muy caritativo de su parte invertir en el hospital, ¿qué llevo a participar en este donativo?.

- En realidad fue mi hermana quien presentó el proyecto, yo nada más me encargo de que se lleve a cabo - Cuando volteó no estaba, ¿qué voy a hacer? Tiene esa mala manía de desaparecerse, Gabriel piensa.

Estaba con uniforme de médico en esta área y hablaba con ese tipo. Debe trabajar aquí, lo único que se me ocurrió fue...

- Señor Ziegermman, vamos a seguir el recorrido para que vea como quedaron las consultas, algunas aún no están listas, pero son poco los detalles que faltan.

- De hecho, quisiera conocer a los médicos del área, a todos, quiero ver la clase de persona que son y como se encargan de los niños. ¿Podríamos reunirlos ahora?.

Fue lo único que se me ocurrió, tenía que arriesgarme, si trabaja en esta área debe estar en esa reunión; si no la buscare por cada piso y servicio, pero de aquí no me voy sin ella.

- Por supuesto que podemos reunirlos, algunos no van a estar por sus áreas críticas, traslado o se han ido por la hora; pero podemos reunirnos con la mayoría. Selía indícales que nos esperen en la sala de conferencia del servicio- dijo el doctor O'Dell.

- Claro, ya les avisé por el grupo del hospital, Sr. Ziegermman, los doctores que trabajan para nosotros son los mejores, los estamos preparando con mucho esmero, se lo aseguro.

- No lo dudo doctora, ¿podemos avanzar?.

-Claro- dice Fermín - la sala está en el piso uno.Va a estar contento con el equipo y no se va a arrepentir.

Avanzamos, solo podía pensar que ella estuviera en ese grupo, si no algo tenía que inventar, está aquí, no la voy a dejar ir. Al llegar al salón había unos cuanto doctores, ninguna era mi cara de ángel.

-¿Qué te pasa? Tienes una actitud extraña, ¿me quieres contar? No querías venir, llegamos y querías irte lo más rápido que se pudiera, ahora quieres conocer a los médicos que laboran aquí, ¿a qué se debe? - me pregunta Sebastián.

- No me pasa nada, quiero ver en que manos estamos dejando una buena cantidad de dinero.

- Claro y tú dijiste que te creí, te conozco si estamos aquí debe ser por algo y no es precisamente esa. Además, la doctora no te quita las manos de encima, te sale una noche movida, no la vas a desperdiciar.

Amarte es un arteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora