Gabriel
Esta es la noche más difícil, ver y tener a Lucia tan cerca y no poder tocarla es una tortura, no sé si saber que estaba
del otro lado de la puerta sin ropa con toda esa piel suave y tersa expuesta o verla con esa pijama tan corta, sexy que resalta lo perfecto de sus curvas es lo que me tiene a punto de explotar, este dolor en los huevos me tiene muy mal.
Hace un par de horas que dejo de pelear con el sueño y se rindió a lo que ella llama morfeo, se ve tan bella y tan tranquila, detalle cada gesto que hacía, cada respiración como dios creo tanta belleza?.
Mi celular sonó y ella se movió, lo calle enseguida nada podía perturbar los sueños de mi sirena. Era unos cuantos
mensajes de mi hermana.
" farolito por favor dónde estás?."
"Gabriel responde, sé que estas molesto pero donde estás?".
" Gabo, donde fuiste a buscar respuestas?, me preocupas".
Entiendo que este preocupada pero de verdad no quiero saber de ellos en estos momentos prefiero seguir viendo a
mi princesa, mi sirena durmiendo. Pero no soy tan insensible así que le respondo a Sabrina."Estoy bien, no te preocupes por mí".
Apretó enviar apago el celular no quiero ser molestado.
Empiezo a escuchar a Lucia quejarse, la veo y me doy cuenta que sus gestos son más angustiosos, tiene pesadilla me acercó a su cama y me acuesto a su lado acariciando su cabello, tranquilizándola.
- Tranquila sirena, estoy aquí... Daría lo que tengo para estar en tus sueños y llenarlos de felicidad.
Empieza a respirar más calmada, entrelazo mi mano con la suya y se pega más a mi cuerpo y su respiración se empieza a normalizar y sus gestos son más frescos, que estaría invadiendo tus sueños sirena?.
Me desperté y estaba desorientado, no sabía en donde estaba, no sé en qué momento me quede dormido, solo
sentía un vacío a mi lado cuando recordé que estaba en la cama de mi sirena pero no estaba ella; me levante
asustado recorrí toda la habitación y no estaba, vi el reloj eran las 4:30 am, salí del cuarto y sentí ruidos en la cocina
y cuando llegue ahí estaba sentada en la mesa tomándose un chocolate, se veía tan bella estaba de espalda por lo
que no me miraba.
- Hay más chocolate en la jarra, está caliente por si quieres - me dice sin ni siquiera voltear y yo creyendo que no sabía que estaba ahí.
- Gracias, pero que haces levantada es muy temprano.Me acerque a la jarra y me serví una taza de chocolate estaba caliente y recién hecho, olía divino me senté a su lado mientras tomábamos nuestras tazas.
- Me desperté y no podía dormirme aunque para ser sincera me sorprendió verte durmiendo sobre todo con la mitad de tu peso sobre mí.- bebió de su taza mientras me miraba.
- Tenías una pesadilla, te movías mucho así que me acerque a calmarte y luego te dormiste tranquila y no sé en qué momento me quede dormido.
- Mm pensé que no podías dormir con nadie a menos que estés agotado después del sexo y esta no es la
ocasión.
- No lo es por desgracia pero tu cama es cómoda.
Me mira de forma irónica e interrogante, le sonrió. Se hace
un silencio entre nosotros por unos minutos algo incómodo y seguimos tomando nuestros chocolates.
- Esta rico el chocolate, para dormir...- le digo solo para mencionar algo odio tanto silencio e incomodidad entre nosotros
- Gabriel, debías haberte ido hace horas, no entiendo que haces aquí. - me dice mirándome fijamente.
- Meda más gusto verte dormir que ver las paredes de la casa - miro alrededor y me doy cuenta que tampoco hay muchas cosas en la cocina está casi vacía.- Y meterte en mi cama a dormir?.
- En realidad no me soltabas cuando me acerque a calmar tus pesadillas así que no insistí. Que soñabas?. - toma un poco de su taza, esquiva mi mirada y sé que no me lo va decir suele hacer eso cuando me quiere evadir.
- No sé, capas era contigo y por eso me asuste. - me sonríe, adoro esa sonrisa.
- Si hubieras soñado conmigo créeme que esa no sería la reacción, te he visto soñar conmigo y no estas asustada
o angustiada sino ansiosa y excitada. - me mira de reojo y yo a ella sonriendo.
- Cuando no tu soberbia y vanidad; aun así la casa tiene otras habitaciones y camas podías dormir en cualquiera de esas no en la mía.
- Quería tu cama, tu cuarto, tu olor entre otras cosas que mi mente vuela para hacerte.
- ósea que viniste por sexo, tus mujeres no te lo dan?. - qué?!, donde saca eso, por dios.
- Vine por respuestas si mal no recuerdo haberte dicho y no me las diste. Y no ellas no me dan lo que tú
tienes.
- Si te di respuesta solo que no era la que querías escuchar, con respecto a lo otro no tengo culpa de ello pero el país es grande mujeres hay de sobra para que me complazca.
- Ansiosa por querer que me vaya?, valla eso me duele. - le digo sarcásticamente.
- Solo quiero dormir las horas restantes.
- Y yo te perturbo el sueño?.
- Después de todo lo que ha pasado entre nosotros no sé qué puedes buscar de mí. Solo quiero que tu familia y tú se olviden que yo existo.
- Ya has nombrado varias veces a mi familia, como si hubieran venido a molestarte.
Me llamo la tensión que dijera varias veces eso, no trata con nadie de mi familia, me mira de reojo mientras toma su chocolate sin decir nada. Sera que la han venido a molestar? No, quien lo haría mi madre no pisaría esta zona aunque la obliguen.
- Ya te dije lo que querías saber, si tienes otras dudas que las aclare tu madre, tu investigador o quien sea.
Se levanta de su asiento y se retira de la cocina; estoy que me lleva los demonios porque con ella todo es tan difícil. La
sigo y en la sala la enfrentó me canse si me va decir algo que lo haga y se acabó.- Quien de mi familia ha venido a molestarte?. O es que alguien se molestaría si me ve aquí?.- de repente me entro una rabia capaz quiere que me vaya porque esta con alguien.
- Es enserio Gabriel?, a ver si estoy o no saliendo con alguien es mi asunto y eres la última persona que debería reprocharme o exigirme algo, te recuerdo que según tú tienes prometida y estas aquí.
- Mentí.
- Que?¡ sobre qué? Porque la verdad creo que todo lo que venga de ti son mentiras.
- No tengo prometida, no salgo con Lucrecia todo lo que dije ese día lo dije porque estaba dolido y quería lastimarte, quería que sintieras lo que yo estaba sintiendo. Sé que no es justificación pero es la verdad, no salí ni vi a otra mientras que estuve contigo.
- Mira como son las cosas que no te creo y ya no importa a estas alturas, lo que paso ya es historia y nada va arreglarlo. Viniste a buscar respuestas...está
bien, te la doy. Tu vida y la mía son distintas desde muchos sentidos, queremos cosas diferentes, en algún momento de nuestras vidas se unió nuestros caminos y lo vivimos cada quien a su manera, entregamos lo que queríamos uno más que el otro pero este era el final después de todo.
- Lucía...- no me deja terminar de hablar.- Tú estás acostumbrado a cosas y yo a otras, te encanta las mujeres y nunca te conformaras con una sola y no todas son como la descerebrada que te permite estar con miles y volver a ella.
Te lastimaron y quedaste marcado pero yo no tengo la culpa y tú tampoco pero no todas son como ella y no todos son como tú, ahí afuera hay una mujer que es para ti, con tus gustos, que acepte tus condiciones que tu familia adore que te va ser feliz, de tu clase social. Que no dudaras de ella cuando te digan chismes, que te llene de hijos, que confíes en ella y viceversa, que se siente a tomar el té con tu madre y
tu hermana hablar de frivolidades o de cualquier cosa, que este lleno de vida y así muchas cosas más.
- Lo nuestro no tiene que ver con mi pasado, mi familia es...
- Es lo que tiene que ser, que hacia tu madre y Lucrecia en mi trabajo ya no importa lo nuestro termino porque
así lo decidiste y yo acepte. Una relación es de dos y ni siquiera tuvimos eso, fuiste claro conmigo cuando
empezamos no querías nada serio ser amigos con ciertas ventajas y no se en que momento pensé que podíamos ser más pero me trajiste a la realidad y ya
capté, seguí con mi vida ahora lo que quieras no está aquí. No busques más, ve a casa créele a tu madre y de mí solo ten un lindo recuerdo como yo lo tengo de ti. Cierra la puerta al salir por favor.Y así me dejo en la sala, pensando en cada palabra que me dijo, no sabía ni que sentía era como si estuviera
perdiendo mi vida, estaba vacío, lleno de rabia y tristeza, aquí había más algo más, porque no me decía, porque me
decía esas cosas, sé que la lastime pero estaba rabioso y sabrá que le dijo Marcelo; había tantas cosas que no
entendía, iba descubrir que se me ocultaba y solo espero que mi familia no esté detrás de esto.
Salí de la casa, agarre mi coche y me fui a mi refugio a ver si me venían ideas.

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Amarte es un arte
RomanceÉl era empresario, arquitecto, proveniente de la familia más importante del gremio bancario, un mujeriego, millonario, guapo, acostumbrado a que todas las mujeres estén a sus pies a tener todas las que le guste, mister...