Capítulo 34

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Cuando llegue a casa mi madre estaba en la cocina haciendo café y el desayuno.

- Como la pasaste? - me grita desde la cocina.

- Bien madre con sueño.- entro a la cocina y me siento en la mesa.

- Ya veo, no dormiste nada, traes una cara de tonta...

- Ay mamá, esas fiestas son fastidiosas y como no tenía quien me trajera Gabriel no quiso que me viniera en taxi.

- Y te trajo el?.

- No, su chofer, el pobre estaba bastante agotado con tanto alboroto y eso.

- Aja, claro así lo habrás dejado.- se ríe mientras me sirve el desayuno.

- Tú y tus cosas mamá.

- Yo solo digo ten cuidado sí, no quiero que salgas lastimada, cuando lo vas a traer a casa?.

- No se mamá apenas y estamos saliendo no quiero que salga corriendo y conocerte a ti eso es un riesgo,
auch! - me pega en la cabeza con una cucharilla.

-Pues invítalo a cenar y no quiero excusa.- me pone ese tono de autoridad y la mirada de que no va querer un no por respuesta- o es el quien no quiere venir.

- No, no es el, está bien le voy a decir a ver si no tiene nada que hacer pero no garantizo nada él es así de ocupado.

- Obvio, habiendo tanto hombre en el mundo tú te vienes a fijar en el más guapo y millonario de todos.

Termino de desayunar, me doy un baño, me doy cuenta que me duele todo el cuerpo, y a quien no con tanto ejercicio, me río, pensando en todo, salgo con Alejandro y Daina que vamos al cine y nos divertimos, miro a mi celular y veo que son pasada del medio día y ni un mensaje o llamada de Gabriel, pero eso no debe ponerme de mal humor los hombres son así de desprevenidos.

- En qué piensas? pareces lejos de aquí- me pregunta alejo.

- Si pareces diferente- me dice Daina.

- No me pasa nada solo creo que me va dar gripe, me arde un poco los ojos, me molesta la nariz y todo el cuerpo.- les digo y no es mentira.

- Sera ese virus que anda por ahí, estas lista para regresar al hospital?.- me dice alejo.

- Ustedes si saben dañar una salida verdad?- les informo- Pues no pero toca regresar no tengo de otra.

Seguimos dando vuelta por el centro comercial, ya pasada la tarde llego a casa y veo a mi mamá pegada a la
televisión y huele delicioso.

- Huele rico, que hiciste de comer?-le pregunto.

- Algo rico para la ocasión.- ah?.

- Ocasión, cuál es?- ella me mira extraño y recuerdo la cena como le digo que ni lo he llamado y estoy algo
molesta paso la noche con él y ni un mensaje aunque sea.

- Madre debiste esperar que te confirmara.

- Si, si igual ya está hecho.

- Que haré contigo? haaa!.- subo a mi habitación furiosa, no con mi mamá si no con él, odio esto, ni un mensaje nada.

Escucho mi celular, respondo sin mirar quien es y debo admitir que no fui amable.

- Qué?!- respondo.

-Vaya, alguien está de mal humor?- Me asombro porque reconocería esa voz donde sea, Gabriel, por fin decide aparecer.

- Quién es? - decido jugar con el así lo hago pagar lo mal que me ha hecho sentir.

- Como que quien es?, estas bromeando, acaso no tienes registrado mi número.- me dice algo molesto.

- Ah no vi quien es, estoy algo ocupada, desea algo?.- le digo más enojada.

- Ah bueno si estas tan ocupada para no hablar con el hombre que te hizo gritar anoche más de una vez deberíamos hablar después.- me reclama en serio?, él ni me llama, ni nada y se molesta.

- Deberíamos ya que el señor ha estado todo el día ocupado como para mandar un mensaje si quiera haber como amanecí o si llegue bien, pero no era
necesario cierto?, es algo que debe estar acostumbrado.-le digo de una vez.

- Ey si es el bombón dile que a qué hora llega y que no se atreva a dejarme la comida lista porque no lo dejo entrar nunca a mi casa!.- grita mi madre desde la puerta.

- Por dios mamá! Ya te dije que no va venir está ocupado.- le respondo.

-Estas respondiendo por mí?- escucho que dice Gabo desde la bocina de mi celular.

- Sí, mi mamá te invito a cenar pero ya te evite la decisión y adiós, para ti no estoy.- le cuelgo y luego me arrepentí pero caray ni un mensaje.

A los minutos tocan el timbre, debe ser una de las amigas chismosas de mi madre que siempre están pendiente,
escuchó ruido y a mi madre hablando con alguien.

- Hija! Ven acá.- me grita desde la sala.

- Voy madre.

Cuando llego a la sala me quedo en shock, ahí estaba el con su mejor traje y con un ramo de frutas.

- Las frutas son para mi suegra - las cual se las entrega y la traicionera de mi madre las recibe sin rechinamiento.

Me acerco a él y le digo:

- Que haces tú aquí?- susurrándole al oído.

- Vine a cenar, que clase de hombre sería si dejo a mi suegra con la comida servida - dice para que mimadre escuche.

- Como sabias que esta era mi casa- le preguntó.

Amarte es un arteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora