Capitulo 50

6.7K 308 18
                                        

LUCIA.

El trabajo me mantiene ocupada, distraída y así no pienso en Gabriel y mis sentimientos por él, esta mañana al despertar tenía más de tres mensajes en mi celular de él, son menos que los últimos tres días que me ha escrito, no
sé cuántas excusas más le voy a dar, no es que no lo quiera ver porque me muero por verlo pero necesito espacio, que mis sentimientos se normalicen un poco, mi mente debe ser más fuerte que mi corazón.

En lo único que he podido pensar es todo lo que me ha dicho, escuchado y visto, las veces que me ha dicho que
no es un hombre de noviazgo, que somos amigos, que no soy la clase de persona que se le presenta a sus padres, que no es hombre de amor, su rostro de pánico cuando le dije que lo amaba y cuando vio a su padre; hasta un ciego se daría cuenta que no le agrado en lo absoluto que me
conociera.

Ver a su padre fue interesante, es un señor agradable y conversador, me hizo ver que Gabriel y yo no tenemos
nada en común y escucharlo me hizo volver a la realidad aunque nos divertimos, tenemos química y podamos establecer una buena relación yo soy la que ha desarrollado sentimientos de amor y es hora de hacer que eso disminuya por eso decidí poner algo de distancia pero me está costando y mucho.

- Me vas acompañar a ir al colegio de médico?. -dice Daina.

- No, tenemos cosas mejores que hacer - responde Marcelo, estos ya van a empezar a discutir.

- No te estoy preguntando a ti si no a ella.

- Yo contesto por ella como vez?.

- Ya no vayan a empezar con sus peleas cotidianas, se puede saber que se traen ustedes?.- les pregunto ambos porque he notado que desde hace unas semanas para acá discuten hasta por lo más mínimo.

- Nada, este entrometido que no sabe su lugar.-me responde Daina.

- Yo, tu que te metes donde nadie te ha solicitado.-Le discute Marcelo.

- Ya basta, parecen niños y no estoy para aguantarme a ninguno - grita Alejandro del otro extremo de la sala, menos mal estamos solos y los niños durmiendo.

Ambos se callan y se dedican a su paciente, me acerco a Alejandro.

- Quieres hablar?- le pregunto.

- No...- me siento a su lado sin hacer comentario ni presionarlo, después de unos minutos me dice -Las mujeres son complicadas, nadie las entiende, están locas.

- Y eso lo dices porque?.

- Estoy saliendo con alguien, no es serio pero está loca, dice que le gusto, que se siente bien pero..., es una niña rica y caprichosa, ni ella sabe lo que quiere.

- Porque esto yo no lo sabía?.

- No hemos podido hablar como antes además tu tampoco me has contado porque tienes ese humor y no crees que no me he dado cuenta que estas evitando al niño rico.

- Algo de distancia no cae mal así no me encariño tanto.

- Eso funciona?, digo para ustedes porque para ti es tarde Dulce, se nota a simple vista que estas enamorada.

- Tan evidente soy?, le dije en un descuido que lo amaba y no tuve respuesta o mejor dicho si tuve
una, fue una cara de pánico.

- Eso asusta mucho, capaz siente lo mismo pero lo agarraste fuera de base y no es fácil para nosotros escuchar eso.

- Estás enamorado de tu niña rica?, - me mira como si me hubiera vuelto loca y empezó a titubear y ahí me di cuenta que si siente algo por ella.

- Estas loca?, soy un pájaro libre para todas y para ninguna.

- Mentiroso, no lo creo Alejandro Bazse enamorado y de una riquilla caprichosa.

Amarte es un arteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora