Capitulo 41

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LUCIA

Me estiro entre en la sabanas, me duele cada parte de mi cuerpo y se me viene a la cabeza, la noche en el jacuzzi, el cuarto, todo, Gabriel sus besos, la manera en que me hizo suya. Doy vuelta y recuerdo donde estoy; de
pronto me volteo y ahí esta ese hermoso tatuaje de sirena en la espalda de mi hombre, sonrió y me río pensando como llego ahí.

Aun no sé cómo yo estoy en la cama con este monumento,fuerte, impulsivo, arrogante, engreído pero decidido,
caballeroso, sexy y perfecto hombre, veo como respira y duerme tan tranquilo, en paz, lo amo, soy suya, amo como me hace sentir pero fui una estúpida; como se lo fui a decir, aun tenido en mi mente su expresión cuando se lo dije las dos veces, estaba aterrado, fue muy pronto, apenas
llevamos un mes conociéndonos, como fui a decirle:

"te amo", y justo a el que me ha dicho que no le gustan las cosas serias, que solo tiene amigas, debo estar claro lo que esto es, lo que somos, amigos aunque me diga que soy su novia no pierde oportunidad de recordarme que somos eso amigos, él nunca va a sentir lo que yo por él, tengo la intuición que algo le hizo creer que no puede amar.

Me levanto con cuidado de la cama para no molestarlo, me pongo su camisa y me arreglo un poco en el tocador, es tan grande que mi cuarto cabría aquí con todo y baño, cuando
salgo Gabriel aún está durmiendo, salgo de la habitación, respirando esa brisa fresca del mar, le mando un mensaje a mi madre a ver si se tomó su medicamento y ella me pregunta por las mías, las cual obvio no con todo lo de ayer quien va pensar en medicamentos pero al colgarle me los
tomo.

Llego al último piso, veo la cocina y empiezo hacer desayuno, un par de huevos revuelto, tocino y panquecas,
nutritivo cuando está listo subo donde está la piscina, lo coloco en el comedor para dos; esperando que Gabriel se
despierte. Me siento en el mueble frente a la piscina y me pongo a pensar en todo este lujo, y vuelvo a tener ese
sentimiento de anoche cuando vi por primera vez este barco, porque aunque Gabo diga que es un yate es un barco.

Pensé que bromeaba cuando señale este barco hasta que vi la Z en un costado, cuando me subí me sentí abrumada, asustada, impresionada, cada piso era más lujoso que otro,
me di cuenta que Gabriel transpira dinero, es un hombre que puede tener lo que quiera con solo chascar los dedos,su familia debe ser igual, está acostumbrado a muchos lujos, no encajamos por ningún lado, no me mal entiendan, podría acostumbrarme a esto, yo siempre he querido esta
capacidad de tener lo que quiera pero siempre lo he trabajado, ahora estoy aquí con el hombre soltero más
cotizado, billonario, inteligente, sexy que existe cuando nadie lo podría siquiera pensar, pero somos tan diferentes, todo esto me abruma porque anoche medí cuenta que Gabo y yo somos una bomba de tiempo, gustos distintos, vidas distintas, frecuentamos lugares extremadamente diferentes y por obvias razones, costumbres diferente, no conozco a su familia y ya sé que somos como agua y aceite, además sé que no siente lo mismo por mí, aunque me gusta pensar que sí, que no solo le gusto, no me gusta hacerme ilusiones pero soy mujer está en mi naturaleza, pero él me hace sentir tan bien, tan amada, tan sexy, no me hace pensar en mis grandes curvas, en mis
imperfecciones, en mi ineptitud en el sexo, solo me hace sentir hermosa y amada.

- Aquí está mi dulce Sirena- le escucho decir.- pensé que te me habías escapado.- llega hasta a mí y meda
un beso.

- Donde podría haberme ido?, estabas tan relajado durmiendo que no te quise despertar, ahí tienes el desayuno espero te guste.- le digo señalando el
comedor.

- Mmmm vamos a ver - se acerca destapando el plato - se ve delicioso.

- Es una de mis especialidades.

- En que pensabas?, te veías ida...- me pregunta una vez sentado probando la comida.

- En nada del otro mundo, solo en que si me hubieran dicho hace unos meses que estaría en un yate con un sexy hombre guapo y ya no siendo virgen le hubiera dicho que era una buena imaginación.- le respondo, se ríe.

- Pues yo opino igual, pero me encanta tenerte aquí, ahora que te parece si mejor navegamos.

- Si!, me vas enseñar?.- le preguntó.

Amarte es un arteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora