En la mañana cuando suena la alarma de mi celular, me desoriento un poco hasta recordar que estoy en Italia, de
pronto siento un peso encima y al moverme me doy cuenta que tengo a Gabriel a mi lado, dormido y me tiene
abrazada. En qué momento se coló a mi habitación y donde quedo lo de "no puedo dormir con nadie"?; me muevo un poco y quedo frente a él y lo veo dormir, tan calmado y tranquilo, tan hombre con su pecho descubierto,
quien duerme con este frío sin ropa? Solo él.Empiezo acariciar su rostro, sus hombros y brazos con tanta suavidad una y otra vez, siento como se mueve y me aprieta más a él, subo mi mirada y le veo una sonrisa con sus ojos cerrados. Le beso los ojos, la nariz y sus labios, le susurro.
- Hacerte el dormido no es de caballeros.
- Aprovecharse de un hombre dormido no es de una dama.- me susurra apretándome más hasta hacerme
sentir que él puede estar medio dormido pero su amigo sí que está despierto.- Ese hombre se metió en mi cama, eso meda derecho de tomarlo si quiero.
- Mmm, es el castigo por ello,abogada?.- me dice mientras se acuesta sobre su espalda y me mira sonriendo con esa picardía que me enamora y me
hace olvidar que discutimos anoche.- No espero un minuto más y lo empiezo a besar montándome ahorcajada sobre él, tocando todo lo que puedo y quiero, cuando sus manos tocan mi cintura se las aparto.
- No señor usted tiene prohibido tocar.
Abre sus ojos, subo sus manos a su cabeza mientras sigo besando sus pecho, lo escucho gemir mientras me muevo excitándolo, bajo a su abdomen y vuelve a poner sus manos en mí.- No!, si me tocas me detengo, quieres eso?.- le digo mientras vuelvo a subir sus manos a la cabeza.
- No puedes pedirme que no te toque, sabes que necesito tener el...Dios!- gime cuando mi boca está en su lugar favorito.
- Si me tocas no continuó ese es tu castigo.- vuelvo a mi ataque, acariciando sus pecho mientas mi boca le da el placer que tanto le gusta.
- Dios... sire...na! Eres mala... Así, si...Oh. Maldición.
Escucharlo meda más confianza de seguir, jamás pensé que me gustaría tanto tener sexo oral bueno con un
hombre como Gabriel sería un pecado no hacerlo, pero aquí estoy con el hombre más guapo y cotizado de toda
Europa gimiendo, gritando mi nombre y pidiendo más.Sigo y siento como se tensa y se aguanta para no tocarme, unos minutos más tarde siento como se agarra a la cama viniéndose en mi boca, gritando mi nombre.
- Lucia!.
Luego solo lo susurra tomando aire mientras que subo a su boca besando cada parte de su cuerpo hasta llegar a ella donde depósito mi lengua y el la acepta sin tapujo y ahí si me agarra una mano por la cintura y la otra mi cabeza, rueda conmigo dejándome de espalda y el encima de mí.
- Debo pensar que si te gusto?.
- Sabes que voy hacerte pagar por no dejar que te toque?.
- Era tu castigo, te metiste a mi cama sin permiso.
- Pues si ese va ser el castigo voy a preocupar hacerlo muy seguido.
- Buenos días mi marinero.
- Buenos días mi sirenita.- nos volvemos a besar... y somos interrumpidos por el sonido de un celular.- demonios debo irme, tengo que estar en una hora en
la oficina pero tú y yo terminamos esto después doctora.- Lo que usted diga capitán...- se levanta de la cama y se ríe.- sabes?, debes verte guapo con uniforme de marinero.
- Tu debes verte extremadamente sexy vestida solo con tu bata, es más creo que necesito una consulta
extremadamente privada para que me revise muy pero muy bien doctora.
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Amarte es un arte
RomanceÉl era empresario, arquitecto, proveniente de la familia más importante del gremio bancario, un mujeriego, millonario, guapo, acostumbrado a que todas las mujeres estén a sus pies a tener todas las que le guste, mister...