GABRIEL.
Dos día y no he visto a Lucia, estoy desesperado por verla después de esa cena el domingo lo que paso entre nosotros no he parado ni un solo momento de pensar en ella. Verla venirse entre mis brazos fue lo más hermoso que he visto, estaban tan sonrojada, sus ojos tan dilatados y marrones tan claro, sus manos en mi espalda enterrando sus uñas en mi sentía que me quemaba cada parte de mi cuerpo, perdí el control solo quería sentirla, quería probar cada parte de ella.
Esa manera en que me miraba ninguna mujer me miraba, ninguna me había hecho sentir tan hombre tan completo y lo más irónico es que ni siquiera tuvimos sexo de verdad, por dios ni siquiera estábamos desnudos y aun así solo sentirla, verla, como reaccionaba me hizo explotar, fue lo mejor que me ha pasado; recordar su olor, su sabor, su humedad, su rubor, su piel hasta sus palabras, escuchar gritar mi nombre entre sus gemidos era música para mis oídos, cuando le dije lo que quería de ella sé que la asuste, aun no confía en mí y eso me desquicia. Ayer no pude verla se me complico el día así que no pudimos almorzar juntos?.
Escucharla decir cómo se preocupaba por mí y la parte cuando dijo que no quería convertirse en viuda, sé que le aterro ver mi rostro pero no fue por el hecho de que dijera ser mi viuda si no porque me lo imagine, imagine a Lucia convertida en algo más que una amiga, en mi casa y eso si me aterro; yo no quiero, yo no puedo ser un hombre de amor y de compromisos ese no soy yo; debo acostarme con Lucia una vez lo haga esto que me sucede pasara y ella será una más.
- Gabriel...!
- Demonios Sabrina me asustaste porque me gritas?, le digo a mi hermana cuando de repente me doy cuenta que no sé cuando entro a mi oficina.
- Te estoy hablando hace minutos y no me prestas atención, se puede saber en qué piensas?. No me digas que en Lucrecia.- Que demonios?.
- No Sabrina la última mujer que pensaría seria en ella, y ya que tocas el tema. No, no tengo nada con ella, no salgo con ella quedo claro?.
- Claro, pero no es lo que ella me dijo, además yo misma vi tu corbata con tus iniciales. - Me dijo Sabrina.
- Si... Me acosté con ella, un grave error; pero eso fue todo.
- Te parece que acostarte con mi mejor amiga, hija de los socios de nuestros padres fue una buena idea? Más si no pensabas tomarla enserio?.
- Lucrecia no es una niña y mucho menos una santa, sabe muy bien lo que hace y no pienso darte detalles porque aun soy un caballero.
- Mis padres quieren hablar sobre ese tema, debo decirte que no están muy contentos. Hacen una linda pareja porque no piensas en enseriarte?.
- Porque no quiero y si lo hiciera no sería con ella. Y si a eso has venido ya te puedes ir, tengo muchas cosas que hacer, hermanita.
- Pues para que lo sepas no, no vine a eso vine por lo del hospital, Julio me llamo me dijo que ya habían llegado los nuevos pesos digitales para los niños y el resto de las camas para llevarlos al hospital, tenemos una reunión mañana con los directores del hospital para ver los arreglos y tratar de inaugurar aunque sea una parte del hospital.
- Si ya me dijo Sebastián que habían llegado, ayer fuimos a verlas están en buen estado, sirven todas y a esa reunión va Sebastián tú si quieres, yo tengo algo que hacer y no puedo ir, antes que digas algo no insistas.
- Está bien gruñón, sé que estas ocupado ya Sebastián me dijo que te estas preparando para un proyecto nuevo y que te tiene totalmente atrapado.
- Si algo así, solo quiero que esto salga bien y todo en el hospital está listo solo es organizarse y se podrá inaugurar aunque sea el área de hospitalización y terapias o lo que sea donde van esos bebes prematuros.
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Amarte es un arte
RomanceÉl era empresario, arquitecto, proveniente de la familia más importante del gremio bancario, un mujeriego, millonario, guapo, acostumbrado a que todas las mujeres estén a sus pies a tener todas las que le guste, mister...