Sólo Contigo (TAEJIN/JINTAE) #2

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Suga

Después de haber hablado con Tae ese día en la fiesta, me había dejado muy pensativo. No podía sacar sus palabras y la manera en que me dijo que haría todo por que Jin estuviera a su lado y que todo estuviera bien.

Jimin por suerte esta con vida, después de ese intento de quitarse la vida en la bañera... Él está bien, y yo que tengo la oportunidad de estar con Jimin como tanto lo desea Tae con Jin... No lo aprovechó.

Si por la mente de Jimin se cruzó la idea de estar con otro hombre, de engañar me... Fue por algo, tal vez ya no se sentía a gusto conmigo. En algo falle que por eso llegamos a todo esto.

Una gran parte de mi me dice que lo busque y que nos sentemos a platicar y saber que fue lo que pasó para que buscara lo que yo no le pude dar en otra persona.

Lo amo eso no puedo negarlo, me hace mucha falta, extraño mucho esos momentos en la que siempre me hacía sonreír. En la que solo él y mis gemelos me hacen feliz y me dejan conocer una parte de mi que es muy cariñosa y tan diferente a como me comportó con las demás personas.

Ellos me hacen ser la mejor persona, puedo ser yo mismo, solo ellos. No hay nadie más.

Pero otra parte de mi me dice que deje las cosas así y que siga con los papeles del divorcio.
Solo es cuestión de días para que este divorciado de él.

Que termine definitivamente mi relación con Jimin... Ya no habrá nada que me una a él... Solo mis hijos.

-¡Maldición! - solte el aire que estaba reteniendo y deje caer mi cabeza en el respaldo de la silla.

El trabajo que tenía desde hace unas horas, estaba botado sobre el escritorio.
Nada me importaba en ese momento, solo le daba vueltas una y otra vez en la cabeza como poder arreglar mi situación.

-Señorita... Usted no puede pasar... Señorita - se escuchaba René hablar desde afuera.

-¡Sueltame!

Después de eso se abrió la puerta de golpe dejando ver a René evitar a toda costa que Jenny entrara a mi Oficina.

-Lo siento señor pero esta señorita entró a la fuerza y...

-Tranquila René - la calme - yo me encargo de ella.

Hizo una referencia y cerro la puerta dejándonos solos.

-¿Que haces aquí? - pregunte enojado.

-Hola cariño... Vine a visitarte.

Se acercó poco a poco al escritorio y después hasta donde estaba yo.

-Nadie te dijo que vinieras a visitarme - la mire con rareza.

-Pero yo si - intento acariciar me la mejilla pero aleje su mano con brusquedad - deberías estar feliz de que este aquí.

Solté una pequeña risa.

-Jamás estaría feliz de verte, ni siquiera a miles de kilómetros - me aleje un poco de ella - estaría feliz si vivieras en otro país... O si fuera mucho pedir... En otro planeta.