NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)

Capítulo 3: Lo que sucedió aquella noche.

Era una noche de octubre del año 2018, me disponía a terminar de acomodar mis cosas para el día siguiente. Estaba próximo mi cumpleaños número 16, para mí era muy especial, sin embargo, nunca creí que llegaría a ser tan especial cómo lo acontecido esa noche.

-Mamá ya voy a acostarme a dormir-le grité a mi mamá desde mi recámara

-Está bien hija descansa-me respondió amablemente. -¿Ya has terminado de acomodar todos tus útiles?-

-sí mamá ya lo he hecho, también he programado mi alarma, mañana tengo examen y no puedo llegar tarde.-

-Está bien hija,descansa.-

-Hasta mañana mamá.-

-Hasta mañana hija.-

Solté mi cabello que había estado amarrado todo el día, me incorporé a la cama, acomodé mi almohada y me cubrí con mi sabana favorita, entonces apagué mi luz de noche y me dispuse a cerrar mis ojos tratando de tranquilizarme por el examen del día siguiente, procuré pensar en cosas positivas mientras el sueño iba ganando la batalla.

Al abrir mis ojos noté como todo el paraje comenzó a verse blanco, comencé a caminar y pude notar cómo las siluetas que parecían distorsionadas comenzaron a tomar forma; eran árboles de pinos muy altos que estaban cubiertos casi en su totalidad por lo que parecía ser nieve. Seguí caminando y noté entonces que me encontraba dentro de un sueño pues ese tipo de paisajes no era normal verse en mi país. Me gustó la idea de estar ahí, incluso no reconocí el sitio al instante, no hasta que comencé a tener frío y tuve la necesidad de buscar una especie de refugio. Caminé, caminé y seguí caminando, no encontré o veía más que pinos y nieve, fue entonces que vislumbre entre árboles de pino una cosa de color café, al principio me asusté pues pensé que se trataba de un oso pero luego de quedarme inmóvil casi 2 minutos concluí que no podía tratarse de aquel ser entonces me acerqué con mucho cuidado y noté como empezaba a tomar forma era un abrigo, un abrigo cálido y muy confortante, era muy extraño haber encontrado eso en medio de un bosque. Entonces decidí ponérmelo pues parecía no tener dueño, luego de apoderarme de aquel objeto, giré lentamente y me sorprendió notar como una pequeña luz un poco a lo alto se asomaba entre los árboles, aparté las ramas poco a poco y reconocí aquel peculiar faro.