NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)

Capítulo 10: El plan

-Creo que sé cómo podemos encontrarla- dije.

Hubo un silencio que fue señal para que expusiera mi plan.

-Cuando estaba en el bosque- Comencé- el búho me dijo que si lo seguía podía ayudarme. Le pregunté en dónde estaba Jadis y lo que me respondió es que sí estaba algo lejos del bosque, pero si nos dábamos prisa llegaríamos rápido. Supongo que está más allá del faro. En donde la luz del sol casi no llega por lo inmensos árboles y el aire es tan frío que te llega a los huesos. Es el lugar perfecto para ella. Pude verlo a lo lejos justo cuando llegué a Narnia. Pero opté por ignorar esa parte.-

-Es cierto-dijo Edmund- la primera vez que venimos, me llevó hacia allá. Casi no tengo recuerdos del lugar-

-Esas tierras son peligrosas- argumentó Susan- y mucho más en estos tiempos que Jadis está suelta.-

-Así es- tomó la palabra Caspian- ese sitio aún no ha sido explorado por completo, pues de noche la visión resulta inútil para las tropas. Y el frío es tal que incluso lo lobos y los perros no duran mucho tiempo ahí.-

-Entonces debemos ir durante el día-comentó Lucy.

-¿Y si es una trampa?- entró de nuevo Peter a la conversación- ¿Ya se olvidan con quién estamos lidiando? Puede ser que ese no sea realmente su escondite y sólo tenga bestias ahí para tendernos una emboscada. Ahora ella sabe que iremos a buscarla y estará preparándose igual.-

Todos nos quedamos pensando un rato. La opinión de Peter parecía tener mucha lógica. Me desesperé por un rato, llevé mi mano derecha a mi sien y la froté con algo de pesadez. De pronto, otra idea se me ocurrió.

-No podemos arriesgar tropas.-comenté y todos me miraban.- puede que Peter tenga razón. Lo único que podemos hacer es infiltrarnos en ese lugar y ver si realmente es un escondite, una trampa o un simple lugar deshabitado.-

Caspian alzó su cabeza y dijo:

-Eso es, podemos hacer eso.-

-¿No será peligroso?-preguntó Susan

-Por favor, Susan-respondió Edmund- ya hemos tenido misiones así. Hasta nos infiltramos en un castillo lleno de guardias. Podemos hacerlo.-

-Creo que no estaría de más intentarlo.-se levantó Peter-pero por si las dudas...-miró a los centauros- quiero a una veintena de soldados listos para el ataque en cuanto lo ordene. Comiencen a reclutarlos.-

-Por supuesto Majestad- dijeron ambos, hicieron una reverencia y salieron del salón.

-Entonces, creo que estamos listos.-dijo Lucy.- pero tal vez entrenar no estaría mal. No debemos de confiarnos. El orgullo puede jugarnos de mala forma-

Todos asentimos. La cena ya había terminado desde hace un rato. Así que nos levantamos y Lucy me guío hasta mi habitación. Era tan hermosa y elegante como la de Susan.

-...y ésta será tu habitación.- dijo abriendo la puerta.

-Gracias, Lu.-le dije dándole un abrazo

-No es nada. Espero estés cómoda. Si necesitas algo, mi habitación está al fondo del pasillo.-señaló otra puerta-Dulces sueños, Arely.-

-Dulces sueños, Majestad.-hice una reverencia y Lucy se rió para luego bostezar.-Hasta mañana.-

Lucy corrió a su habitación y cerró la puerta, pues el sueño ya la estaba venciendo. Era algo normal, pues eran las 11 y a esa hora, también me ponían a dormir cuando estaba de su edad.

Entré a la habitación y abrí el armario. Estaba lleno de vestidos tan lindos como el que traía puesto. Al parecer los había escogido Susan. También había varias batas para dormir. Tomé una de color rosa pastel. Cambié mis zapatillas por unas pantuflas del mismo color que la bata y solté mi cabello. Puse la peineta sobre un tocador y entré al baño para asearme. Cuando salí, ya tenía un atuendo más cómodo para descansar. También me lavé los dientes y me cepillé el cabello. Me senté sobre la cama que era tan suave como un algodón de azúcar. Estaba a punto de quedarme dormida cuando una voz en mi cabeza me despertó: *¿Realmente quieres dormir ahora? ¿Qué pasa si despiertas pero no en Narnia?* Me incorporé de inmediato y me salí de la cama.
Parecía tener lógica. Pues si me dormía ahora pudiera levantarme más tarde en mi habitación normal dejando preocupados a los chicos y abandonada a Narnia.
*Tengo que evitar caer dormida* -pensé.-*tal vez un poco de café me mantenga despierta*
Salí de mi habitación y cerré la puerta con cuidado procurando no hacer ruido. Bajé las escaleras y me interné en la cocina. A esas horas, aún habían algunos cocineros terminando de lavar y recoger el lugar. Ví que algunos se sobresaltaron al notar mi presencia.

-Lamento mucho si los asusté-dije- sólo venía por un café-

-¿Café?, ¿a caso pretende no dormir?-me cuestionó una señora ya de avanzada edad.

-A decir verdad, sí- respondí- no quiero irme de aquí. No ahora. Si me quedo dormida, corro el riesgo de irme de Narnia.-

-Siendo así- dijo la señora mientras se volteaba.- toma, pequeña-y casi por arte de magia apareció una taza de algo que parecía ser té- esto te ayudará. No es café, esto es un té que he preparado por mucho tiempo a los guardias y tropas durante el turno nocturno. Te ayudará a no quedarte dormida. Las hojas son de un árbol que crece detrás del castillo.-

-Gracias, noble señora-y tomé entre mis manos la taza.

-Para servirte-me sonrió y se dio la vuelta para volver a organizar a sus compañeros.

Salí de la cocina y me dirigí hacía el balcón en donde Lucy y Tumnus habían visto marchar a Aslan en su primera visita, además de ser el mismo balcón donde ví por primera vez a los monarcas reunidos. Aprecié el paisaje un momento y sentí como el vapor del té salía del recipiente para ir directo sobre mí rostro. Estaba a punto de sorber un poco cuando una voz me interrumpió.

-¿Tampoco puedes dormir?-preguntó Edmund a mis espaldas mientras se acercaba.

-Emmm..-giré sobre mí misma y escondí la taza a mis espaldas.-Sí, bueno. Es que...-me estaba poniendo nerviosa-creí que me vendría bien un poco de aire fresco.-

Edmund ya estaba muy cerca mío y vió como empezaba a tartamudear.

-¿Enserio?-dijo algo desconfiado.-qué curioso. A mí me pasa lo mismo. La cena de hoy fue algo...-se detuvo un momento- intensa.-rió por lo bajo.

-Ya lo creo- me aparté un poco. -Jamás había tenido una cena así y tampoco creí tenerla. Fue increíble-dije un poco más tranquila.

-Dime, Arely, ¿Ya estás mejor?-

-Mucho-respondí- gracias por todo.-sonreí

Él tomó mis manos y las besó. Me sonrojé un instante y luego me dijo:

-No fue nada, realmente fue un placer enorme conocerte-y me abrazó dulcemente.

Le correspondí al abrazo y luego de unos segundos, él se apartó de mí un poco extraño.

*Cielos*-pensé-*¿Lo habrá visto?*

Me apartó levemente y cogió la taza detrás mío, mientras me preguntó:

-¿Qué es esto, Arely?, ¿Acaso planeas no dormir?-parecía algo molesto

Di un suspiro algo largo y le respondí:

-No quiero mentirte, la verdad es que no me arriesgaré a dejar Narnia y creo que sólo manteniéndome despierta puedo lograrlo-
Edmund parecía algo extrañado. Así que le dí mis razones y luego de eso se rió tiernamente.

-Arely-dijo serenamente-no creo que esa sea la única opción para quedarte aquí. Si estás en este sitio es porque necesitas cumplir una misión. Aslan no dejaría que te fueras sin antes cumplirla.-

-¿Eso crees?-le pregunté mirándolo a los ojos

-Por supuesto-

-Bueno, entonces creo que regresar a mi habitación será la mejor opción-dije apartándome de Edmund.

Antes de que me fuera me tomó del brazo y se acercó un poco.

-No tomes decisiones apresuradas-me dijo en voz baja algo cerca del oído.- todo irá mejor en nombre de Aslan. Y perdón si te hice sentir mal, pero éste té es demasiado fuerte. Te absorberá la energía en la mañana y caerías dormida en un santiamén.-

-Discúlpame tú a mí-le respondí- por mi ignorancia. Nunca pensé en eso.-

-Descansa princesa, mañana será un gran día-me dijo finalmente y me dió un ligero beso en la mejilla.

-Igualmente, majestad- y le devolví el gesto.

Salí ruborizada del balcón y subí las escaleras rápidamente. Entré a mi habitación y la cerré al instante. Me quité las pantuflas y me tumbé en la cama para cerrar mis ojos y con una sonrisa irme a descansar mientras en nombre de Aslan pedía que aún no me regresara a mi mundo. Al instante me quedé dormida.