PARTE 2. Capítulo 30: Invitación

204 12 0
                                    

Pasaron algunos meses luego de la coronación, aunque realmente nada cambió en cuanto a mis relaciones con los chicos. Pero ahora, tenía que centrarme más en mis responsabilidades como Reina, y la verdad es que no era fácil. Al ser nueva en ésto, Peter se encargó de instruirme en un principio dándome clases de historia, Edmund me enseñó términos diplomáticos y Caspian me entrenaba todas las tardes junto a Susan. Casi no tenía tiempo de ver a Lucy y era una pena porque ella se convirtió en mi mejor amiga en Narnia.
Por las noches, luego de cenar, acostumbraba ir con Lucy a la azotea más grande de Cair Paravel para recostarnos a contemplar las estrellas mientras charlábamos de nuestro día.

-Hoy fue súper aburrido- comentó mientras observaba las estrellas a mi lado- Tuve nuevamente examen de historia y lo aprobé. Luego, Edmund hizo a que leyera ese enorme libro de reglas hasta tarde. No pude terminar de leer ni siquiera una cuarta parte y lo más probable es que mañana quiera un resumen.-

-Vaya que suena cansado.- comenté.

-¿Y qué hay de ti?- preguntó Lucy.

-Pues no fue tan distinto al tuyo- respondí- sólo que entrené un poco con Caspian antes de cenar.-

-Al menos tienes una actividad divertida en tu horario- dijo- yo no. Cómo quisiera poder entrenar como ustedes.-

-Tus hermanos piensan que aún eres muy joven.-

-¿Estás bromeando?. Soy apenas tres años menor que tú-dijo algo indignada.

-Ya sé, pero mira, las guerras son algo repugnante. Entreno para poder cuidarte y cuidar a Narnia. Verás que dentro de poco, llegará tu turno, no desesperes.- respondí

-Tienes razón- dijo- será mejor esperar. Oye, ¿Mañana quieres ir a cabalgar en el bosque? Peter me dijo que no recibiré más lecciones mañana.-

-Me encantaría.- dije- ¿A qué hora?-

-Al medio día- respondió Lucy.

-Perfecto. Te veré en el establo al medio día.- dijo levantándose.-¿No irás a dormir?- preguntó.

-Me quedaré un rato más. Te veo mañana, nena.- dije despidiéndome de ella.

-Hasta mañana entonces- se despidió Lucy para ir a su habitación.

Esperé a que se fuera para empezar a charlar con las estrellas.

-Estos días han sido cansados- hablé bajo- les pido que me ayuden a soportar todo lo que viene. Las cosas en la frontera comienzan a empeorar y sé que pronto tendremos que actuar. Dénme la capacidad para saber guiarlos y librarnos de otra guerra.-

Una estrella fugaz pasó por el cielo y luego desapareció.
*Ojalá me haya escuchado*-pensé.
Me levanté para ir a mi habitación no sin antes despedirme de mis protectoras.

Me levanté muy temprano a la mañana siguiente, terminé de asearme y desayuné antes que lo demás. Fuí al estudio de Peter, él se encontraba ahí. Aproveché para hablar un rato con el mayor de los Pevensie.

-Lucy me comentó que no le darás clases hoy.-dije luego de saludarlo.

-Es cierto- dijo viéndome extraño.-Se me olvidó avisarte. Tengo que ver unos tratados con los Calormenos-

Mi cara se mostró con una mueca de disgusto.

-¿Los Calormenos?- pregunté- ¿Es enserio? Creí que Narnia nunca tuvo una buena relación con ellos, ¿Por qué hacer tratados ahora?-

-Bueno, el hijo mayor del jefe está próximo a tomar su puesto. Además, su cumpleaños se aproxima.- comentó Peter

-¿Y eso qué? ¿Va a renunciar al plan de su padre de invadirnos?- pregunté sarcásticamente.

-Digamos que es un joven con ideas nuevas, frescas... Y al parecer busca la paz para todos.- me respondió.-Nos invitó a su cumpleaños, pasaremos unos días allá.-

Alcé mi ceja.

-¿Nos invitó?-

-Emmm... Bueno, la verdad es que sólo nos invitó a Edmund, Caspian y a mí..- dijo extendiéndome un sobre de color café claro.

-Debí imaginarlo. Los Calormenos nunca toman en cuenta a las mujeres, son tan machistas y tramposos- agumenté tomando el sobre que Peter me había dado para luego abrirlo y sacar una carta del mismo color que el sobre.- ¿Qué más dice? ¿Vengan sin soldados y sin armas?-

Terminé de leer la invitación.

-¿Ésto seguro no es una trampa de ellos? ¿Este chico Henry no tendrá los mismos ideales de su padre el Tisroc?- le cuestioné.

-Pues si no vamos nunca lo sabremos.-dijo

-Pero si no van, seguramente salvarán sus vidas.-

-Todo estará bien, Arely- contestó- llevaremos varios hombres, intentaremos llegar a un acuerdo justo. Edmund está trabajando en eso.-

-Escucha bien, Peter.- dije acercándome- mi recomendación es que no vayan, pero si quieren ir, adelante. Sólo una cosa les advierto: Si llego a saber que los Calormenos intentan jugarles sucio, no dudaré ni un segundo en atacar.-

Peter rió y bajó mi dedo índice que ya estaba muy cerca de su rostro.

-Y por eso necesito que ustedes se queden aquí. Son mucho más sensatas que nosotros y estoy seguro que defenderán a Narnia si algo sucede.-dijo Peter.

Rodeé los ojos.

-Muy bien, si necesitas algo más, ya sabes en dónde encontrarme.- dije

Antes de salir, busqué uno de los libros de historia que debía de estudiar para salir del estudio de Peter.

Caminé hacia el salón principal y para mi fortuna Edmund se encontraba ahí.

-Aquí estás- dijo aliviado mientras se acercaba a darme un beso.- Lucy me dijo que saldrías con ella al mediodía, pero como no te hallé en tu habitación ni en el comedor, me comencé a preocupar.-

-Estaba en el estudio, ¿Ves?- dije mostrándole el libro que traía.- Ed, ¿Es cierto que irán a Calormen?- pregunté cambiando el tema.

Suspiró para luego darme una respuesta algo pesadamente.

-¿Te dijo Peter?- preguntó.

-Sólo contéstame, por favor.- le pedí

-El hijo del jefe nos invitó-dijo

-Es peligroso.- comenté

-Estamos conscientes de ello. Por eso, llevaremos hombres y armas. Buscaremos hacer un tratado para evitar más derramamiento de sangre.-

Me quedé callada.

-Tranquila,- dijo sosteniendo mi barbilla- tu novio se encargará. Si pudimos convencer a Miraz, por supuesto que podemos con ellos.-

-Ok- contesté para suspirar.- Confiaré en ustedes...- le dí un beso en la mejilla.- iré a estudiar, adiós.- dije para acelerar el paso en dirección a mi habitación.

Entré en mi tan adorado cuarto, abrí el libro y comencé a leer hasta donde me había quedado ayer. Leí una, dos, tres veces el mismo párrafo, pero no lograba concentrarme. En mi mente, aún circulaba la vaga idea de no creer a los Calormenos. Sentía que algo andaba mal.
Me cansé y dejé el libro a un lado, demasiado cerca a la orilla de mi cama que terminó golpeando en el piso para luego observar cómo un sobre muy parecido al que Peter me había mostrado salía de entre unas páginas.
*¿Qué es ésto?*- pensé.
Leí el destinatario del sobre.
Para: La Última Reina de Antaño.
De: Henry Rabadash
*Soy yo*-pensé.
Abrí el sobre pero desafortunadamente no había nada, alguien lo había abierto antes y sacado la carta.
*¡Peter!*- pensé algo molesta.
Tomé el sobre y bajé molesta de nuevo al estudio del Sumo Monarca.

NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora