Abrí los ojos repentinamente. Mi cuerpo estaba adolorido. Me encontraba en una especie de nada llena de luz, no como la nada que había visto cuando Cisne Blanco me llevó a conocer a Brillante, hablo de una "nada" luminosa y tranquila. Casi igual que aquella que ví cuando Aslan me habló en la Gran montaña del Norte.
Me levanté con dificultad, sobé mis brazos, piernas y espalda. Comencé a caminar.-O una de dos- hablé para mí misma- o estoy soñando o estoy muerta...-
-No creo que sea ninguna de las dos, hija- habló una voz profunda detrás mío.
Giré a ver a quien y había reconocido.
-Aslan- hablé haciendo una reverencia.
-Lo has hecho muy bien- dijo acercándose más.
Podía escuchar sus pisadas como un suave eco y su dorada melena resplandecía desde lejos.
-¿Dónde estoy exactamente?- pregunté.
-En un limbo- dijo haciendo énfasis en esta última palabra.
Miré al rededor. Nuestras voces sonaban fuertemente en el vacío.
-¿Lo logré?- cuestioné- ¿Pude cerrar la fisura?-
-Así es amor, mi niña- respondió- lo lograste. Ahora, ambos mundos están a salvo y creo que sabes lo que eso significa...-
Mi corazón latía rápidamente.
-Aslan, yo... Te dije que volvería a la Tierra cuando terminara la misión...- comencé.
El León asintió.
-Asimismo,- continué- le prometí a Lucy que abandonaría Narnia cuando todo se resolviera con el fin de no causar más problemas... Sin embargo, lamento decirte que aún tengo que resolver un asunto. No puedo dejar Narnia aún, hay un traidor- comenté- no sé de quién se trata, pero como Reina es mi deber hacer frente a ello. Aún me necesitan, aunque no quieran decírmelo. No puedo irme tranquila aún-
-Y así será- dijo Aslan.
-Juro que cuando resolvamos éste último caso, con gusto regresaré a mi mundo...- concluí.
Aslan asintió y me miró a los ojos. Luego, sopló su aliento sobre mi rostro, cerré mis ojos y los abrí inmediatamente después. Ahora, estaba sobre un frío pasto, con las estrellas sobre mí. Mi cuerpo estaba entumido e inerte, pero aún respiraba.
-AHÍ ESTÁ- Gritó Caspian a lo lejos.
Escuché pasos acercarse a toda prisa.
-ESTÁ VIVA- Gritó Peter.
-Gracias a Dios- habló Susan aliviada.
-Arely, ¿Estás bien?- preguntó Edmund a mi lado.
No podía hablar. Ni moverme.
-Lucy, date prisa- pidió Peter.
La pequeña Pevensie se arrodilló a mi lado, sacó su frasco y me dió una gota de su poción. Sentía como si mis pulmones se llenaban de aire, como mis cuerdas vocales se abrían paso, los dolores desaparecieron y empecé a toser para terminar sentándome. Los miré, estaban tan atónitos como yo.
-Gracias- susurré a Lucy- lo logramos- dije algo cansada.
Lucy me abrazó, luego Edmund, Susan, Caspian y al final Peter. Me ayudaron a pararme y Lord Kilp, junto a Reepicheep, Tumnus y demás soldados se acercaban sonrientes y aplaudiendo.
Observé el cielo, no había fisura alguna ni estrellas fuera de sitio o nubes eléctricas, ahora se apreciaba con mayor claridad las constelaciones y la gran estrella Brillante se alzaba triunfante en el cielo.
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A la mañana siguiente hubo un gran banquete con los hombres de la Corte Narniana y soldados. Relaté lo que había visto y todos quedaron asombrados.
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NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)
FantasyLas estrellas anuncian la llegada de una nueva heroína y amiga de nuestros Reyes y Reinas. ¿Podrá aceptar su misión y hacer frente a batallas mientras su corazón y mente se encuentran aturdidos?.♥️ Esta historia, no es inventada. Fue sacada del sue...