Capítulo 47: En pie de Guerra

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El ruido de unos pasos a mi lado me despertaron. Apenas comenzaba a amanecer. Era un soldado que se había agachado a levantarme.

-Buen día, Majestad.- saludó- lamento interrumpir su sueño, pero acabamos de recibir noticias de Narnia.-

Me levanté de golpe.

-¿Qué pasó?- pregunté preocupada.

-Amenazas de Guerra- completó.

Me incorporé rápidamente y le agradecí que me avisara. Los demás soldados se estaban levantando rápidamente y poniendo sus armaduras. Fui corriendo a dónde el Rey.

-Rey Grind-saludé- buen día. Me acaban de notificar la noticia, ¿Cuándo llegó?-

-Buen día, Majestad- respondió- llegó apenas hace unos minutos, un espíritu del bosque nos informó. Le pedí que no dijera nada, usaremos el factor sorpresa. Al parecer, unos 400 hombres Calormenos están listos para atacar.-

-¿¡400!?- pregunté casi gritando- es imposible, sólo salieron 40 hombres. ¿Cómo pudieron pasar los demás sin que los viéramos?.-

-No sabemos, pero es lo que nos dijeron.- respondió sereno el Rey.

-¿Cómo nos encontraron?- pregunté confundida- ¿sólo los Narnianos saben que vamos en camino o también los Calormenos tienen esta información?-

-Al parecer les mandaron a Archenland a buscar ayuda. Pero ya les advertí que llegaremos pronto.- me dijo.

-Vamos entonces- completé para buscar a mi corcel

Pero antes de subirme, Naville me detuvo.

-Arely, necesitarás esto- dijo entregándome una armadura.

-Hola, Naville- saludé- gracias.-

Me la coloqué y puse en su lugar mis armas para montar el caballo. Habíamos cenado bien la noche anterior y el hambre en ese instante fue la menor de mis preocupaciones.
Partimos en cuanto el Rey dio la orden, no había tiempo que perder y todavía faltaba casi la mitad del camino, eso me desesperaba y me ponía más tensa, ¿Llegaríamos a tiempo?.
El aire estaba en nuestra contra, chocaba con mi pecho y constantemente una aflicción se hacía presente en mí. Todo lo anterior hacia que nuestro destino pareciera mucho más lejano de lo que aparentaba. Cabalgábamos a toda velocidad, en ocasiones, incluso llegué a estar a la cabeza del Rey, pero intenté guardar la calma. Tenía un mal presentimiento.
Llegó un punto en el que sentí que el tiempo se paralizó, cabalgaba en cámara lenta al igual que los hombres de Archenland, sin embargo, fui la única que al parecer lo notó, pues luego de mirar hacia ambos lados volví mi vista al frente y fue como si estuviéramos atravesando un túnel blanco, al final, una resplandeciente luz verde apareció. De nuevo, un viento cálido sobre mi hombro derecho se hizo presente, al voltear, la silueta luminosa de un felino corría junto a nosotros en cámara lenta. El tiempo que tuve para presenciar aquello fue extremadamente corto (casi 5 segundos) pues luego por inercia volví mi vista al frente y cuando me percaté habíamos dejado las praderas para estar en un bosque que creía conocer muy bien.
El tiempo volvió la normalidad y la silueta había desaparecido.
Los caballos pararon en seco al darse cuenta que ahora había árboles casi justo frente a ellos. Apreté mis piernas para no salir disparada y sujeté las riendas. Los demás soldados hicieron lo mismo.
Nos quedamos quietos.

-¿Qué ha pasado?- preguntó un soldado detrás nuestro.

-¡¿En dónde estamos?!- gritó otro.

El Rey guardó silencio intentando organizar sus ideas.

-Padre- dijo Naville- ¿Qué ocurrió? ¿No estábamos en las padreras? ¿En qué momento...?-

-Basta, Naville- lo interrumpió su padre.- al parecer recibimos ayuda- dijo luego de un corto silencio.

NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora