Capítulo 40: Tratado devastado

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-Genial- susurró sentándose frente a mí - nunca creí que lo llegaría a ver en persona, por suerte eres tan estúpida.-rió y tomó mi barbilla-buena chica. Oh, qué es esto- preguntó tomando la carta que Lucy había enviado de entre las páginas.

-Lo encontré en su habitación- respondió el soldado.

-Bien hecho, soldado- respondió el padre de Henry.

-¿Una carta? ¿Han estado enviando cartas?- me preguntó Henry- pues ya que estás aquí, veamos qué dice...-

Henry leyó la carta para todos y al final soltó una carcajada.

-¿Una niña usando espada? Qué tontería es esa...- me miró- ahora dime, Arely, ¿A qué se refería con lo de un "Tratado"?-

Agaché la cabeza.

-Nosotros buscábamos que firmaras un Tratado de Paz...- respondí seria.

-Ohh, así que esa era su jugada desde un inicio...- murmuró Henry- Querían hacerme firmar ese "Tratado"...¿Y qué contiene?-

-No lo sé-respondí.

-¿¡Cómo no lo sabes!?- gritó

-No lo revisé nunca, planeaba hacerlo hoy para dártelo mañana...- me callé, sabía que lo había arruinado

-¿En serio? Entonces creo que tenemos que mover algunas piezas antes de que llegue mañana... Pero no te preocupes, no te tendrás que mover de este sitio...-argumentó.

Henry buscó en el libro de Encantamientos y luego se detuvo en una página. Sonrió malévolamente.

-Esto te va a encantar- me dijo, pero antes...- sacó una daga.

-Henry- intervino su padre- ya me adelanté...- sacó el mechón de cabello.

-Gracias, Padre- respondió.

Se levantó, tomó mi mechón de cabello y lo mezcló con unas cenizas que estaban dentro de un caldero semi roto, pronunció el Encantamiento y de la nada, una figura emergió del caldero. Tomó forma humana y color... Era una réplica mía. Lucíamos exactamente iguales, hasta teníamos la misma ropa y tono de voz.
Comenzó a caminar hacia Henry.

-Mi Señor- dijo la criatura frente a Henry.

Henry le acarició el cabello y me miró.

-¿No es asombroso? Así me atraes más- comentó- ahora sí vas a obedecer, o al menos, ella lo hará por ti... Aunque hace falta un par de detalles.- dijo acercándose a mí.

Arrancó bruscamente mi collar y quitó mi anillo.

-¡No!- grité-regresa eso, Henry -

Henry le colocó los accesorios mágicos a mi doble y sonrió.

-Ahora sí, está perfecta... Lo siento mucho, Arely- se dirigió a mí- pero como sabes esta es mi noche y tengo que volver a mi baile, además que tu nueva "yo" se siente más dispuesta que tú ahora. Creo que este será el inicio de algo hermoso- sonrió- pero no te agobies, podrás saber todo lo que pasa... Te dejaré un regalo aquí.- abrió de nuevo el libro y recitó otro Encantamiento. Una cortina de humo apareció y en ella veía a Edmund, Peter y Jace buscándome muy preocupados.

-AQUÍ ESTOY- grité. Pero parecían no escucharme.

-Es inútil- mencionó mi doble- No te escuchan ni lo harán a partir de hoy...-

El padre de Henry y los soldados se carcajearon.

-Y una última cosa...- agregó Henry- nunca tomes bebidas ya servidas por Calormenos, a veces son parte de alguna trampa...-

NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora