NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)

Capítulo 52: Baile y ¿regalos?

-Hay otra sorpresa- confesó Lucy llevándome de la mano hasta la entrada del Gran Salón para luego salir corriendo.

-¡Lucy!- grité estirando mi mano para intentar alcanzarla pero no lo logré.

-Ejem, ejem- dijo una voz a mi lado.

-¿Peter?- murmuré- ¿Qué pasa?-

-¿Sería tan amable de permitirme una pieza, Majestad?- preguntó el Sumo Monarca extendiendo su mano hacia mí.

Sonreí y la tomé.

Nos dirigimos hacia el centro y aprecié a lo lejos que los invitados se acercaron como una especie de círculo.
El instrumental comenzó a sonar lento y bailamos de la misma manera. Peter además de ser un bravo guerrero era un excelente bailarín y un gran amigo. Al igual que el día en que me coronaron, me tocó bailar un fragmento de la canción con Caspian, Naville y Edmund. Sólo que antes de que llegara este último el ambiente cambió y una tonada que creí reconocer sonó en todo Cair Paravel. La melodía parecía sacada de esas películas de princesas con las que creces y las percibes al instante. *Reproducir video*
Edmund tenía en su rostro un semblante de serenidad y confianza que a cualquier chica le hubiera derretido el alma. ¿Cómo es que terminamos? Pensé por un segundo pero al otro ya estábamos juntos bailando esa bella canción que un fauno tocaba en el piano del salón. Dimos vueltas y vueltas hasta quedar lo suficientemente cerca.

*Joder*- pensé-*estaré tan roja que voy a llorar*

Y después de un tiempo la música acabó y me depositó un beso en la mano para que todos aplaudieran.
La tonada cambió y un baile más alegre e informal sonó. Bailamos por un buen rato entre risas y cantos. Lucy bailó conmigo un rato y después Rebeca con sus hermanas, la princesa Sofía también danzó unos momentos a mi lado y luego Susan.
Cerca de una hora pasó.

-Llegó el momento de la parte final- dijo animado Caspian para pedir que lo siguiéramos.

Obedecimos y luego llegamos a la biblioteca en donde había sobre una mesa varios paquetes y cajas de distintos tamaños y formas. Eran regalo.

-Por Dios- murmuré- ay, chicos. No debieron- dije acercándome lentamente.

-Son para ti- dijo Susan- nuestros amigos también los han traído.-

-Uh, uh,abre el mío- señaló la princesa Sofía a un paquete grande alargado.

-De acuerdo- dije tomándolo y quitando con cuidado el papel.

Encontré una caja de metal, al abrirla, una espada con un diamante en la empuñadura estaba aún en su vaina.

-No puede ser- dije sacándola- es preciosa. Muchas gracias, Alteza.- hice una reverencia.

Uno a uno fui abriendo los regalos y me encontraba constantemente con artefactos que bien me representaban y otros me hacían falta, por ejemplo, Lord Kilp me regaló una saga completa de libros inéditos sobre constelaciones y sus secretos, Rofus un telescopio con una resolución increíble, etc. Los Pevensie y Caspian se lucieron, pues revelaron una pintura preciosa que habían mandado a hacer con respecto al día de mi coronación y la batallas que libré. Finalmente, Rebeca y sus hermanas se acercaron algo apenadas y me entregaron un pañuelo que habían bordado con el lema "nuestra heroína".

-Siento tanto que no hayamos podido comprarle algo más- dijo Rebeca con la cabeza baja.

Las abracé y las llené de besos.

-Tener amigas como ustedes es el regalo más valioso que puedo tener. El pañuelo está precioso y lo cargaré conmigo siempre. Así, además de limpiar mis lágrimas o sudor tendré una motivación para seguir respirando- sonreí.