NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)

Capítulo 27: El encierro eterno

Me interné en el bosque, no sin antes mirar a Cair Paravel y suplicando la ayuda de Aslan para devolver a Lucy a casa.
*No importa lo que me ocurra esta noche, sólo por favor, ayúdame a salvar a Lucy*-supliqué en voz baja mientras cerraba los ojos.
Una valentía enérgica me invadió en ese instante y avancé con paso apresurado hacia la inmensa obscuridad.
Las gruesas ramas y hojas de aquellos durmientes seres no me permitieron ver con claridad. Fue entonces que utilicé el Encantamiento de luz de Luna.
Pronuncié el encantamiento mientras sostenía mi collar, un punto de luz irradió y se expandió sobre mi pecho como si fuera una linterna andante.
Seguí caminando pero no lograba dar con el punto de reunión especificado en el recado, parecía que daba vueltas en el mismo sitio.
Escuché el sonido de los arbustos moviéndose detrás mío, lo anormal estaba en que no había aire. Preparé mi arco y apunté mientras giraba drásticamente.

-¿Quién anda ahí?-pregunté a la defensiva.

-¿Arely?-preguntó una voz conocida.

-¿Jace?- llamé bajando el arma.

La misteriosa silueta se acercó a mi luz y aprecié con claridad a la persona. Se miraba asombrado y preocupado.

-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó. -¿No se supone que estabas en Cair Paravel? ¿Y los demás? ¿Vienen contigo?-

Me adelanté a tapar su boca con mi mano antes de que alguien más escuchara.

-Shhh, no hagas más preguntas. Necesito encontrar un sitio, tal vez puedas ayudarme- sugerí

Jace quitó mi mano lentamente y me miró extrañado.

-Sólo si me cuentas tu misión-dijo.

Suspiré, tal vez decirle a él no sería tan malo. Después de todo, si no lograba el cometido, al menos alguien sabría que no quise escapar por mi cuenta. Le conté en voz baja lo que ocurrió.

-Te acompaño entonces- sugirió.

-No- respondí- se supone que no le tenía que decir a nadie. Si confíe en ti es porque necesito que me indiques el camino y para que lleves a Lucy de vuelta a Cair Paravel-

-Pero..-

-No hay peros.- lo interrumpí-tengo que hacer esto sola, no quiero exponer a alguien más. El problema es conmigo... Sólo por favor, ayúdame a guiarla a casa.- tomé su mano.

Cerró sus ojos y pesadamente me dijo:

-Está bien, si eso es lo que quieres...-sostuvo mi mano- te acompañaré por ella.-

-Gracias- susurré.

El revolotear de hojas en el suelo rompió el momento. Preparamos nuestras armas y una voz algo aguda nos sorprendió.

-¿A dónde creen que van, jovencitos?-

Nos quedamos quietos.

-¿Quién eres?- preguntó Jace sosteniendo su espada.

-Creo que la verdadera pregunta es, ¿Quién eres tú?- los pasos comenzaban a acercarse.

Apunté en dirección a los pasos y disparé sin previo aviso, lo único que escuché fue la flecha al clavarse en el suelo pero no estaba acompañado de algún grito de dolor.

-No creo que a sus Majestades les agrade el trato que usted, señorita Arely, me está proporcionando- inquirió la aguda voz.

-¿Cómo sabes mi nombre?- pregunté.

-Bueno, un "pajarito" me lo dijo- concluyó acercándose totalmente a la luz.

Solté el arco y detuve a Jace.