NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)

Capítulo 61: El significado de mi nombre

Decidimos que lo correcto sería desterrar a Maximus de territorios Narnianos y de Archenland, por lo que apenas despertó, le dijimos que sería llevado a Calormen y le estaba prohibido volver a acercarse a algún nativo de nuestra nación.
Fue encadenado por mientras y vigilado por la tripulación. Caspian, Peter y yo seguimos con nuestra misión en lo que el capitán se encargaba de reunir más provisiones para el retorno.
Los chicos y yo llegamos a una humilde casa que estaba habitada por una mujer de casi 67 años y al vernos llegar se mostró desconcertada y no nos permitió pasar, pero luego de explicarle a lo que veníamos, abrió lentamente la puerta y nos invitó a tomar algo.
Muy cerca de una chimenea, había una anciana de rostro gentil sentada en una mecedora de madera, al vernos pasar, sus ojos casi cerrados se abrieron.

-Creí que no viviría para ver este día- dijo con voz cansada la anciana.

La señora que nos abrió primero resultaba ser la hija de la adorable anciana sentada cerca del fuego y nos explicó que durante generaciones, a su familia se le había encomendado una misión. La anciana se llamaba Ruth y su hija Maricela.

-Acerquense- pidió Ruth- por favor, déjenme apreciarlos más de cerca que casi no puedo verlos con claridad.-

Nos acercamos a Ruth y nos presentamos, ella acarició nuestros rostros uno por uno: primero a Caspian, después a Peter y por último a mi.

-Sí- murmuró apenas me tocó- eres tú- sonrió- tal como narraban las historias.

Comenzó entonces una amena charla sobre los orígenes de su familia. Maricela nos comentó que sus ancestros tenían una misión desde que tenían memoria: custodiar la ubicación exacta del éter y dársela al la heredera de Brillante cuando llegara el momento.

-Hemos oído hablar de usted cuando fue coronada, pero no pudimos asistir y esperábamos con ansias su llegada- dijo Maricela trayendo una taza de café para los chicos que estaban con sus ropas húmedas luego de adentrarse al mar.

-Gracias- dije- pero si no es mucha molestia quisiera saber cómo obtuvieron exactamente esa información.- pedí.

-Verá, Majestad.- comenzó Ruth- hace miles de miles de años. Antes de la primera llegada de los cuatro Reyes, Jadis asumía el control de las tierras del Norte. Nuestros ancestros eran Narnianos y descendientes de los primeros Reyes de Narnia. Cuando Jadis comenzó su cacería de humanos, asesinó a cuántos pudo de nuestra especie. Resulta ser que varios de nosotros lograron escapar hacia el Sur. Dos de ellos eran primos hermanos; uno era el príncipe y heredero legítimo, mientras que el otro un caballero nombrado por su primo. Cuando cruzaron las fronteras de Archenland decidieron comenzar su nuevo reino ahí pero hubo problemas. Resulta que quien era el príncipe no le interesaba gobernar en lo absoluto y prefería ir en búsqueda de aventuras, así que para no perder el linaje real, abdicó al trono y se lo dejó a su primo, quién fue el primer Rey de Archenland.-

Los chicos y yo estábamos sorprendidos pues esa no era la historia que los libros habían manejado.

-El joven que había renunciado a la corona vivió unos años en Archenland y ayudó a fundar el país y albergar sobrevivientes y refugiados en sus tierras. Pero un día, se cansó de su rutina y se embarcó en un viaje a mar abierto. Llegó hasta estas Islas y descubrió que ya habían habitantes. Se la pasó explorando alrededores hasta que una mañana vio a un hombre salir con las ropas rasgadas del mar, le ayudó y le dio asilo. Con el tiempo se hicieron amigos y aquel extraño náufrago le confesó que había ayudado al Gran León a enfrentar a los gigantes del norte y que este enigmático ser lo había recompensado transformándolo en humano y envíandolo hacia estás islas para vivir sus últimos años como tanto había anhelado. Sin embargo, también le dijo que su misión no había acabado y que necesitaba guardar la ubicación de un material extraño hasta el día en el que el mundo peligrara.
Finalmente, compartió con mi ancestro la ubicación y juró que todos sus descendientes la guardarían por el resto de su vida como promesa de un viejo monarca. El tiempo pasó y una noche el náufrago murió y su secreto ha permanecido en nuestro linaje hasta hoy. Llegaron justo a tiempo- indicó Maricela.