NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)

Capítulo 22: Plan fallido

Ya pasado un largo tiempo, la visibilidad disminuía cada vez más. Pese a que eran aproximadamente las 3 de la tarde, por esos rumbos parecían ser casi las 9 de la noche.

-Alto-ordené.

Toqué mi collar y recordé el hechizo de Luz de Luna para lograr iluminar nuestro trayecto:

-Luz de luna que ilumina
Y desvanece obscuridad,
Guárdate en este objeto
Y mi camino ayuda a guiar- dije tomando mi collar.

Varios destellos comenzaron a salir de mi collar. Formaron una estrella plateada que se colocó sobre nosotros. La luz que irradiaba era magníficamente preciosa, de pronto, todo era visible, se apreciaba con absoluta claridad toda flora y fauna Narniana. Quedamos fascinados por el hermoso momento, fue entonces cuando escuché a Jace murmurar.

-Realmente eres tú y estás aquí... La única y verdadera descendiente de Brillante-

Giré a verlo y noté como sus ojos verdes se encontraban perdidos en la luz de la estrella.

-Gracias- murmuró Jace sonriendo.

Sentí un escalofrío al tener su mirada encima. Sólo asentí e indiqué seguir.
Comenzamos a escuchar murmullos entre los árboles. Nos pusimos en posición de ataque.
Una voz femenina habló.

-Que lindo reencuentro. Veo que no han podido dormir bien desde que regresé-

-Jadis- susurró Peter.

-Peter, Querido- respondió la Bruja Blanca aún escondida- te eché de menos.-

-Lárgate de Narnia, Jadis- Advirtió Edmund- será nuestra última advertencia.-

-¿Y por qué creen que me iría así nada más?- preguntó sarcástica Jadis- si el invierno apenas comienza.-

-Te estamos dando una oportunidad- intervino Caspian- para que te vayas y nunca vuelvas. Llévate el invierno contigo y nada malo te pasará.-

-¡Ja!, Tontos Reyes ¿¡Ustedes!? ¡¿Darme a mí?!. ¿No sería mejor que suplicaran misericordia? Están a punto de caer...-

-¡Se acabó!- gritó Peter.- ¡si eres tan valiente, entonces demuéstralo!-

-¿En serio?- contestó la Bruja Blanca- escuchen, yo tampoco quiero molestarme en mancharme las manos hoy, hagamos un trato, ¿Sí? . ¿Qué les parece si me dan a la chica del collar mágico y me marcho tranquila? No creo que les sea tan útil.-

-Estás loca- dijo Susan.

-Querida, Susan. Tú, siendo la más sensata deberías estar de mi lado. Si no quieren aceptar mi oferta, entonces habrá mucha sangre derramada hoy y siempre. Sólo denme a la niña y todo estará bien, podrán vivir muchos años más...-

-Sobre mi cadáver- dijo Edmund desenvainando su espada.

-No me iré contigo, Jadis.- dije al fin- antes muerta luchando en nombre de Aslan que unirme a ti-

-Se te concederá entonces- rió la mujer. - mátenlos- ordenó fríamente.

Comenzó una batalla épica, la bruja tenía de su lado a Narnianos hechizados.
Junto a Susan y otros arqueros, disparamos flechas para cubrir las espaldas de los demás. Los chicos parecían tener todo bajo control, pero cuando parecía que casi teníamos la victoria total, aparecieron casi 80 soldados Narnianos hechizados. El número de gente de Jadis era mucho mayor al de nosotros. Llegó un momento en el que me quedé sin flechas, así que me tocó luchar con espadas. Aún sobre nuestros caballos, intentábamos avanzar entre los enemigos para seguir la voz de la Bruja Blanca y dar con su ubicación, pero los enemigos eran interminables.
Me distraje por un segundo y no me percaté de que un telmarino hechizado había lastimado a mi corcel.
El caballo sobre el cual había estado montada por horas, relinchó agudamente y se sobresaltó. Se postró sobre sus dos patas traseras mientras las patas delanteras las alzó ágilmente. Mi agarre no fue lo suficientemente fuerte y caí al suelo de espaldas, alcancé a alzar la cabeza para evitar que esta golpeara, pero eso no redujo el intenso dolor que sentí.
Intenté levantarme lentamente para no sentir tanto el dolor, cuando logré sentarme, ví como el telmarino agresor notó mi presencia y se dirigió hacia mi con intenciones de matarme. Mi visión estaba algo aturdida así como mis sentidos, sólo intenté retroceder un poco aún en el suelo y buscar el arma que había perdido en la caída.
De pronto, alguien se puso frente a mí y mató al telmarino que me asechaba, intenté alzar mi vista pero la cabeza me daba vueltas, cerré mis ojos y sentí cómo alguien me ayudaba a ponerme de pie.