NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)

Capítulo 78: Boda irrumpida

No había tiempo que perder, ya me bastaba con el larguísimo sueño que había tenido sin saber la razón. Iba de prisa, a una velocidad increíble. Me desesperaba y claro que estaba preocupada. ¿Qué pasaría si esa mujer se convertía en Reina?.
Mi espalda me dolía mucho, pero seguramente mi corcel estaba sufriendo más.
Pasaron horas como si fueran días, parecía que nunca llegaría, hasta que visualicé la entrada a lo lejos.

-¡GRACIAS DIOS MÍO!- Grité casi llorando.

No tenía cómo saber la hora, pero por la sombra pude averiguarlo; casi tres de la tarde. Joder, la ceremonia estaría a punto de terminar. Animé al corcel a seguir y al fin llegamos a la entrada, pero estaba cerrada.

-¡ABRAN LA REJA!- Grité a la torre.

No hubo respuesta y lo intenté una vez más. En esta ocasión, un soldado asomó su cabeza y me miró extrañado.

-¿Reina Arely?- preguntó desde lo alto.

-Sí, soy yo. Abre- le ordené.

-Pe... pero, la señorita Erika me dijo que le negara el paso a todo aquel que no estuviese invitado... Usted... No está en la lista...- dijo temeroso.

Me enfadé.

-¡DÉJATE DE BROMAS!- Grité- ¡LA SEÑORITA ERIKA NO TIENE AUTORIDAD AQUÍ, NO AÚN! ¡¿PIENSAS NEGARLE LA ENTRADA A QUIEN EN SU TÍTULO LLEVA QUE ES SEÑORA DE ESTE PALACIO?!-

Por lo visto, mi comentario le afectó y tuvo la reacción esperada.

-Lo... Lo siento, Alteza... No sé en qué estaba pensando...le abriré de inmediato...- dijo temblando.

Y cumplió con su palabra. Sentí pena por gritarle al soldado, no me gustaba hacer eso pero en el momento no tuve otra reacción.
Entré a toda velocidad con el corcel y lo dejé en el establo, ni siquiera le quité la silla. Quité mi capa y dejé ahí mismo. Varios soldados llegaron al momento.

-Quiten la silla del caballo- les pedí y corrí hacia dentro.

Mientras me dirigía al Gran Salón, preparaba mi arco y silenciosamente llegué hasta la entrada, estaba sudando, no por miedo, sino por la adrenalina.
Edmund y Erika estaban al fondo, tomados de las manos mientras se veían. Ed traía puesto un precioso traje y ella un vestido blanco.

*Ewww*- pensé- *Tardaré en borrar esa imagen de mi mente*

El sitio estaba lleno, todos mis amigos estaban presentes portando atuendos elegantes. Me había quedado admirando el panorama escondida cuando reaccioné.

-Si hay alguien que se oponga a la unión de este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre- decía Lord Kilp que fungía como autoridad espiritual, aunque su tono de voz era algo apagado.

*Es mi momento*-pensé.

Y sin esperar más, me puse de pie, y disparé la flecha sobre la cabeza de Erika haciendo que la corona que llevaba puesta saliera disparada y se incrustada en la pared junto al proyectil.

Todos los presentes murmuraron y los varones comenzaban a desenvainar sus espadas cuando grité.

-YO ME OPONGO- alcé la voz en tono serio.

JAJAJAJA. Aunque dentro de mí estaba emocionadísima y deseaba reírme, me controlé.
Todas las miradas pasaron de la flecha a mí.
Los murmullos incrementaron. Me acerqué mientras preparaba otra flecha en el arco y apuntaba hacia Erika.

-¡Arely!- gritó Lucy desde su lugar.

-No te acerques, Lu.- le respondí sin dejar de mirar al frente.- No pienso quedarme callada esta vez.-