Capítulo 39: Un gran acto

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Seguido de la coronación, hubo una comida en honor al nuevo gobernante. Los lugares estaban preasignados, pues en el respaldo de cada asiento habían pequeñas placas doradas con nuestros nombres. De nuevo me tocó estar entre los Pevensie. La comida duró mucho, Henry se mostró mucho más atento con nosotros que con cualquier otro invitado, ese día, por primera vez sentí mi presencia en ese enorme comedor. Entendí entonces el sentimiento que muchas otras personas tienen al no ser tomados en cuenta.

-Y entonces, querida Reina-me dijo Henry amablemente-...¿Qué medidas cree que serían las adecuadas para mejorar la situación?-

-Personalmente- respondí- creo que será necesario realizar análisis a profundidad sobre nuestras naciones. Con qué contamos y de qué carecemos. Podemos compartir nuestros resultados y formular estrategias de crecimiento compartido sustentable.-

-Maravilloso- dijo sonriéndome de lado.-Posees una mente increíble-

-Y un espíritu majestuoso-completó Peter.-le dije que llegaríamos a acuerdos fantásticos con esta señorita-

-Ya veo.-dijo.

Seguimos hablando con Henry. Jace apareció luego de un momento y se sentó al lado de Edmund.
Luego, uno de los hombres de la Corte, que poseía una barba frondosa y negra se levantó.

-Atención todos- dijo en voz alta mientras sonaba su cuchara de plata con la copa.

Volteamos a verlo.

-Es para mí un honor el ofrecer el primer brindis en nombre de nuestro nuevo líder- dijo aquel sujeto.

Al instante, varias mujeres aparecieron con bandejas con copas de lo que parecía ser vino blanco ya servidas y nos repartieron una a cada uno.
Dudé en si tomarlo o no, porque no bebo y tampoco eran de mi agrado los brindis, pero por educación lo tomé al ver que todos levantaban sus copas.
Peter me vió de reojo y rió bajo.

-Cállese, Pevensie- susurré.

-Está bien- dijo volviendo a reír.

-...y sabiendo que será un gran líder, puedo decir que lograremos las cosas más grandiosas que Calormen haya experimentado- dijo el hombre de barba negra-. Por ello, brindo en nombre de nuestro nuevo Rey. ¡Salud!- alzó su copa.

Imitamos su acción y bebimos. Tomé un poco, a decir verdad no me lo terminé, finalmente aplaudimos y la comida terminó.
Después, Henry anunció que habría un baile y nos invitó a quedarnos. Así fue, al llegar al salón, los invitados estaban bailando, cuando entramos al salón, los Pevensie, Jace y yo intentamos separarnos de Henry y dejarlo charlar con los presentes.

-Vaya que se ve convencido- comentó Jace.

-Eso esperamos, el paso que estamos a punto de dar será de vital importancia para ambas naciones-dijo Peter.

-Y lo lograremos- dijo Edmund.- Hay que esperar y mañana en la tarde la paz entre ambos llegará. Pero por lo pronto... ¿Me concedería esta pieza?- me preguntó Edmund extendiendo su mano.

-Claro- respondí tomando su mano.

Bailamos un rato, Peter charlaba con algunos otros soldados Narnianos.

-Oye- dije a Edmund al terminar de bailar- ¿Sabes en dónde está Reepicheep?-

-¿No te has dado cuenta, amor?- me preguntó, se acercó a mí y me susurró.- Se ha separado de la capa de Peter. Está escondido entre las flores de los adornos colgantes.-

Volteé a ver disimuladamente y ví con mucha dificultad percibí una parte de la pequeña, delgada pero reluciente espada.
Reí.

-Seguramente ya tiene provisiones allá arriba- comenté.

NARNIA. La Última Reina De Antaño (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora