Parte 36

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Kat  

El lugar era bellísimo y de eso no cabía duda, pensé todavía en el auto mientras que me cambiaba mis cómodos zapatos para manejar por mis altos tacones negros.  

Monica y Abraham habían elegido casarse en una especie de rancho a media hora de la ciudad y personalmente pensaba que había sido la elección perfecta. El lugar estaba alejado de la sociedad y rodeado por muchísimos arboles que daban la impresión de estar en medio de un bosque.  

El rancho no era muy grande, dentro deberían de caber alrededor de cien personas. Por fuera estaba decorado con cientos de luces plateadas que colgaban de las paredes, y ya habían muchas mujeres con hermosos vestidos puestos y hombres con traje conversando afuera, seguramente esperando a que empezara la boda.  

En un costado y un poco apartado de la muchedumbre había una persona tocando el violín, y la  armoniosa música que salía de ese instrumento que recién ahora me daba cuenta que me encantaba hacia el ambiente perfecto para una boda.

No sabía muy bien que hacer ya que como Will todavía no había llegado, no me quería bajar del auto por el simple hecho de que no conocía a nadie y nadie me conocía a mi. Me pregunté quienes de ellos eran familiares de Monica y quienes de Abraham, pero recordé que William me había dicho que básicamente eran solo su madre y él. Así que asumí que la mayoría venían de parte de Abraham.

Me quedé atónita mirando los vestidos de todas las presentes y me empecé a arrepentir un poco de mi elección, era demasiado simple en comparación con todos los otros que estaba viendo.

Distinguí a Abraham a lo lejos, su pelo colorado lo delataba fácilmente. Tenía puesto un smocking negro y le quedaba bastante bien. Lucía mas joven de la última vez que lo había visto ya que se había afeitado la barba que antes le cubría casi que la mitad de la cara. Estaba sonriendo y saludando anímicamente a todos los invitados. Se lo veía genuinamente feliz y emocionado.  

De pronto todas las personas comenzaron a entrar dentro del rancho y me di la vuelta para confirmar mis sospechas; un auto había llegado, el cual dentro asumí que era donde se encontraban Monica y Will.

Luego de que toda la gente terminara de entrar, yo me bajé finalmente de mi auto al mismo tiempo que ellos hacían lo mismo. Monica me vio en seguida, en cambio Will se dirigió directamente hacia el lado del conductor, probablemente para pagarle al chófer.  

Monica estaba guapísima; su vestido blanco te quitaba sin duda el aliento. Era largo y la tela blanca estaba toda cubierta por un encaje de un tono mas beige, era de manga tres cuartos y tenía un escote que no revelaba demasiado, pero que la hacia resaltar sus curvas. Era clásico y elegante.

—Monica estas increíble—le dije mientras que nos saludábamos.

Ella me sonrió y me colocó el pelo detrás de la oreja.

—Gracias querida. ¿Están todos ya dentro?—preguntó con nerviosismo. 

—Si, acaban de entrar. Todo esta listo—la intenté de calmar a sabiendas que no tenía idea si estaba todo listo o no ya que yo me había quedado dentro del auto esperando a que ellos llegaran.

Ella sonrió aliviada y dijo que tenía que ir una vez mas al tocador para retocarse el maquillaje. No le veía el sentido porque estaba impecable, pero entendía que con los nervios uno quisiera revisar las cosas mil veces.  Además la gente acababa de entrar así que iba a tomar un poco mas de tiempo hasta que todos se ubicaran en sus asientos.

La seguí con la mirada mientras que se alejaba hacia una habitación separada del rancho, que seguro estaba allí especialmente para que la novia tuviera un lugar para esperar y terminar de arreglarse. 

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