Profundo

Parte 14

Kat

—Vamos, ¡no seas aburrida!— me dijo Neil tomándome por los brazos y agitándome para atrás y para adelante.

El almuerzo en mi casa con Lexie y Brooke había sido bastante divertido. No la parte del almuerzo, ya que eso sólo había sido responder preguntas de la universidad y otras cosas sin importancia, pero si lo fue cuando nos escabullimos a mi cuarto. Nos la pasamos cotilleando y escuchando música.

Lexie se había llevado estupendo con mi familia, en especial con mi madre, quien estaba encantada de que trajera a alguien nuevo a casa. Brooke se había ofendido en broma ante ese comentario, ya que sabía que mi madre la adoraba. Siempre habían tenido una buena relación, a tal punto que muchas veces se quedaban charlando juntas de la vida mientras que yo estaba en cualquier otro lado de la casa.

Luego Brooke nos pidió un favor. La familia de Tristan vivía cerca de la costa y se habían ido de viaje, por lo que él quedaba a cargo de la casa por el fin de semana. Nos había invitado a nosotras, porque sabía que Brooke no accedería a un fin de semana en una casa sola con cuatro chicos. Ese era el tema, sus amigos también iban a ir. Neil y Parker no eran el problema, Will lo era. Ni de coña iba a pasar un fin de semana entero sin escapatoria del él.

Ni de coña.

—No sería lo mismo sin ti—me agarró Neil mis mejillas y las comenzó a estirar.

De Neil me había hecho bastante amiga está última semana, cada vez que nos cruzábamos en la cafetería o en el pasillo principal nos quedábamos un rato charlando. Nuestra amistad consistía en burlas y chistes más que otra cosa, pero era bueno tener a alguien sólo para bromear. Me hacía reír tan fuerte que siempre que estábamos rodeados de gente nos miraban con cara rara. En cierta manera me refrescaba tenerlo a él como amigo, sin importar lo mal humorada que estuviera, él siempre me hacía reír.

—Neil, sabes por qué no quiero ir— le había contado mi desagrado hacia Will, obviamente ocultando algunos detalles como el beso. Él me había dicho que así se comportaba Will con todas las mujeres, era como su 'mecanismo de defensa'.

Por lo que me había contado, ellos se hicieron amigos el primer año de universidad, y desde ahí que eran unidos. Discutían bastante, más que nada porque la personalidad de Will era muy fuerte según él, pero me había dicho que Will había estado para Neil en un momento duro de su vida. La intriga me carcomió por dentro pero como todavía nunca habíamos hablado de cosas muy serias, preguntarle que le había pasado no parecía correcto.

—Vamos a ser en total siete personas—me dijo resoplando aburrido por haber tenido que repetírmelo como ochenta veces esta última semana. —Ni te darás cuenta de que Blake está ahí, te lo prometo.

Lo miré fijamente unos segundos, planteándome por primera vez la posibilidad de ir. Supongo que no sería aburrido. Capas Will no iría, no creo que él estuviera abierto a este tipo de cosas con el aire de superioridad que demostraba tener.

—Lo pensare—dije. La cara de Neil se iluminó y pasó su mano por mi cabeza, revolviéndome todo el pelo. Era un gesto que seguía repitiendo sin importar las veces que le haya pegado por hacerlo.

Le mostré el dedo del corazón, él se rió, dio media vuelta y me hizo una seña con la cabeza para que lo siguiera.

Al llegar a la cafetería busqué con la mirada a Brooke y a Lexie, y las encontré en una de las mesas del fondo. Me serví una milanesa con patatas fritas y  junto a Neil fuimos hacia ellas.

No para mi sorpresa, estaban acompañadas. Parker y Tristan estaban sentados enfrente de ellas, inmersos en una conversación por lo que ni notaron nuestra llegada a la mesa hasta que nos sentamos. Si alguien lo veía desde afuera parecía una triple cita, pero mi relación con Neil era como la de hermanos, a diferencia de la de las chicas con Parker y Tristan. Se notaba que se gustaban, el domingo anterior él la había llevado al cine, y por lo que me contó Lexie, no habían visto mucho la película. Esta última semana la vi más contenta que nunca.