Capítulo XLII

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DEDICADO A:

_ohdarling-- gracias, cora, por leer💖

alwaysparanoid muchas gracias por apoyar la historia💓💓

DEGENEREKE gracias a ti también por leer este fic💕

Paul_Morfando muchas gracias por tu apoyo y por comentar siempre💞

lawliet8758 a ti muchísimas gracias por leer💝

lisbeat_m gracias por leer, bonitaa💞

Gata7w7r muchas gracias a ti también. lo aprecio muchote💓

Crocodike_le graciassss por leer este fic💗

Sharolito muchas gracias por leer siempre las actualizaciones💖 

Sol1de1oro y a ti muchas gracias también💕

***

   —Tengo miedo. Tengo miedo de Mark porque parece un maldito psicópata. Me da más miedo que tú cuando nos conocimos.

   Paul se lamió los labios resecos, al tiempo que buscaba aquel personaje con la mirada. Como siempre, estaba en la esquina de la cancha, dibujando cosas sobre la tierra que de seguro significaban miles de ideas desagradables para conmigo, tal vez.

   —Lo sé. Te lo dije, pero tú mismo no querías matarlo. ¿Qué te hizo ahora?

   —Nada, no me hizo nada... —recosté mi espalda a la pared de alambre, al igual que Paul. El cielo estaba nublado, así que los rayos del sol no podían alcanzar nuestra piel—. Es sólo que en el comedor, cuando el Peter pelirrojo te dio lo que tú ya sabes... Eh, por alguna razón miré a Mark y él pasó su dedo por el cuello... Y eso me dio miedo.

   —Qué marica nos salió el John Lennon.

   —No seas idiota... En serio me asustó mucho. Está loco.

   —Claro que está loco —me aseguró, asintiendo—. Por eso hay que deshacerse de él cuanto antes. Como vamos, estoy seguro que lo haremos más rápido de lo esperado y sin dejar rastros.

   —La última vez que planeaste la muerte de alguien terminamos con puntitos laser en todo el cuerpo...

   Me dio una patada en la canilla, haciéndome chillar de dolor.

   —¡AY, PAUL! Eso duele, ¿sabes?

   —Terminamos con puntitos laser en el cuerpo porque esos dos hijos de puta nos delataron a la policía y ya era tarde. Si me hubieses dejado matarlo antes créeme que no estaríamos aquí. Todo por culpa de esos dos, pero sobre todo del maldito de Stuart. Agh, como lo detesto. Qué más bien agradezca que no lo maté como lo suelo hacer. Se la puse fácil: una bala en la cabeza.

   —Bueno, sí, tienes razón. Pero no era para que me patearas la canilla...

   —Lo siento. Me molesté.

A Thousand Tears and Stars ➳ McLennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora