Capítulo XLVI

1.4K 215 453
                                    

DEDICADO A:

strawberry_holmes muchas, pero muchas gracias por leer y apoyar esta historia💓

mireiaauznate_ gracias a ti por leer💓

90sCherry_Tears muchas gracias por tu apoyo en esta historia💖

Blitzkrieg_Bae a ti muchas graciassss💓

LovelyFeer ayyy 💖 muchas gracias a ti por siempre apoyar mis proyecto y, en especial, este fanfic

Frecklesinmycheeks gracias por leer esta historiaaa💗

rogertay1 muchas gracias por apoyarme y apoyar este fic💝

itscncomusic gracias a ti también por leer💖

noalma gracias por siempre leer lo que escribo💞

paulsass y a ti muchas gracias también💓

***

   El golpe en los barrotes me hizo abrir los ojos lentamente. Una horrible sensación me invadió cuando volví de nuevo a la realidad que tenía por sinónimo 'soledad'. Suspiré y me levanté.

   "Te toca ducha", escuché decir al vigilante, mientras dejaba sonar el manojo de llaves. "Apresúrate."

   La celda en la que me había tocado estar era pequeña, para nada acogedora y más fría de lo normal. Únicamente tenía un colchón en el suelo donde podía dormir y amanecer con la espalda adolorida. Era horrible, pero lo peor de todo era estar sin Paul.

   Me levanté de eso que llamaban 'cama' y me dirigí hacia la salida de la celda, donde un vigilante de ojos zarcos me esperaba.

   —Luego de tu ducha y de comer el desayuno debes ir a cumplir la otra parte de tu castigo...

   Aquello lo dijo mientras transitábamos por el pasillo solo, donde únicamente había celdas individuales para personas que, como yo o peor, se habían portado muy mal mientras cumplían su condena.

   —¿Y de qué se trata?

   —Fregar los platos —soltó enseguida. Seguía jugueteando incontrolablemente con el manojo de llaves que aguardaba su mano derecha—. Eso es lo que tengo entendido hasta ahora. Tienes suerte, ¿sabes? A los presidiaros que asesinan a sus compañeros de celda o alguna otra persona, normalmente lo aíslan por unos meses y, cuando tienen la oportunidad de reunirse con los demás, los mandan hacer trabajos forzados.

   Suspiré con pesadez.

   —¿Entonces estás diciendo que soy afortunado?

   —Muy afortunado.

   Una sensación de alivio me invadió por completo cuando noté que nos acercábamos al baño donde anteriormente me aseaba. Eso quería decir que Paul y yo íbamos a seguir viéndonos en todos los momentos, menos en la celda.

A Thousand Tears and Stars ➳ McLennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora