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—¡SEUNGWOO!

Todo ocurrió en un parpadeo.

Seungyoun abrió los ojos al escuchar la voz de Hyeongjun, hubo un destello en el aire y Seungwoo dejó caer su espada, Byungchan cubrió inmediatamente al Príncipe con su cuerpo.

—¡Hyung-nim!

—No es nada.

El Príncipe retiró la daga clavada en el dorso de su mano tranquilamente y Byungchan se apuró a revisar la herida, cuando el más joven vio la sangre corriendo entre los dedos del mayor, una furia violenta lo recorrió.

Hyeongjun corrió a socorrer a Seungyoun, ayudándole enderezarse.

Cho visualizó la figura protectora de Hangyul frente a ellos.

—¡Lee Hangyul! —Byungchan gruñó—

Impulsado por la ira, el de hoyuelos recogió la espada en el suelo y no dudó en empezar la lucha contra Lee.

Seungwoo intentó sostener al menor pero su mano herida lo hizo fallar.

—¡Byungchan! ¡Detente!

Choi era sin dudas un talentoso luchador, su Padre era un famoso general que lo había entrenado estrictamente desde los primeros años de su vida, pero seguía siendo un niño inexperto después de todo, Lee Hangyul que había vivido y luchado en la masacre de la familia imperial era superior en todos los aspectos, por lo que incluso sin una espada encima derrotó con facilidad a Choi y arrebató la espada.

Hangyul solo era un par de años mayor que Byungchan, pero estaba decidido a no mostrar piedad alguna, empuñó la espada con un solo propósito: La exterminación.

Si esas dos personas no mostraron piedad con el inocente y torpe Cho que no mataría una mosca ni por accidente, él les pagaría con la misma moneda.

No obstante, antes de que Hangyul pudiera proceder, el Príncipe caminó hacia él y lo sostuvo del brazo con una fuerza monstruosa.

—Muévete, Lee.

Hangyul sonrió ladino.

¡Que expresión tan tenebrosa para un benévolo Príncipe Heredero!

A Hangyul jamás le agradó Han Seungwoo, siempre pensó que el chico estaba colgando al borde de la locura todo el tiempo.

—¡Basta! ¡Woo!

Seungwoo había estado tan concentrado en la amenaza que representaba Lee Hangyul, que ignoró por completo al otro chico, pero al escuchar que era llamado de esa forma, su cuerpo se congeló.

Solo habían tres personas que tenían permitido llamarle así, uno se encontraba en el palacio, otro estaba muerto, por lo que esta persona...

—Hyeongjun.

Seungyoun gimió de dolor, la atención de Hyeongjun volvió a su amigo, le susurró algunas palabras de aliento prometiendo que iba a llevárselo de ahí, lo colocó suavemente sobre el suelo y luego él se arrodilló elevando una plegaria.

—Su Alteza, deja ir a Seungyoun, por favor.

Seungwoo parpadeó confundido, soltó el brazo de Hangyul y encaró a Hyeongjun.

—Hyeongjun, ¿qué exactamente tienes que ver con esto?

—Yo---

—Fuiste tu todo este tiempo. —Seungwoo estiró la mano hacia el rostro de Hyeongjun—

Hangyul jadeó y se giró hacia ellos.

—¡Byungchan!

Choi se movió ágilmente, enredó sus largas piernas en las de Hangyul haciéndolo caer, recuperó la espada y presionó el filo contra la garganta de Lee.

Corona Imperial (Wooseok/Seungyoun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora