Corona Imperial (Wooseok/Seungyoun)

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Hangyul tenía un mal presentimiento que le tenía los nervios de punta.

—¿Qué habrá ocurrido con ese bastardo?

—No lo sé, pero escuché que al parecer esos rumores eran ciertos. La Emperatriz no le daría cara a su esposo en la cámara nupcial, pero todavía tenía sus encuentros secretos con el Oficial Cho.

—La Emperatriz es muy irracional, no aceptó el corazón del Emperador y al final fue abandonada por su amante, incluso su doncella fue... que lamentable.

Hyeongjun apretó los labios con enojo ante la conversación de aquel par de guardias que patrullaban despreocupadamente.

—Su Majestad estaba muy furioso en esta ocasión, incluso le ordenó a la Emperatriz volver a su anterior pabellón.

—Aún así, ¿no es la Emperatriz muy lamentable? Desde que el Príncipe Seungwoo murió, ha tenido que enfrentar tantas dificultades, ahora es el único miembro vivo de su familia y se aferra al amor de su juventud, ella se volvió tan miserable que, mm... —El guardia miró a los lados y se acercó al otro para susurrarle— Intentó, ya sabes, quitarse la vida. Para que ella haya decidido saltar imprudentemente desde un lugar tan alto, sus malas emociones no deben ser una broma.

El otro guardia resopló con desdén.

—Ja, no llevas mucho tiempo aquí así que no lo sabes. A pesar de que todos los miembros del Palacio donde Han Seok creció fueron ejecutados, hay algunas historias merodeando por ahí. La Princesa fue consentida desde que nació, es caprichosa, infantil y terca, ella solo está haciendo un berrinche porque no quiere tomar la responsabilidad de la sangre en sus venas, sigue jugando a ser una plebeya que tiene una vida normal. Ella es la hija de la familia Imperial, ¿cómo puede ser tan egoísta? ¡Puedo apostar que ella está haciendo esto porque no quiere dar a luz un Príncipe Heredero! Si no fuera porque Su Majestad de verdad le ha dado su corazón, él podría haber tomado una concubina y tener un hijo por su cuenta, aunque no llevara la sangre Han, seguiría siendo el hijo del Emperador que está llevando al país a su mejor momento. Además, ¿quién sabe qué tipo de hijo puede nacer de la Emperatriz? ¡Me temo que sería un Príncipe tan inepto como el que ella alguna vez fingió ser!

El guardia más joven suspiró. La mayoría de las personas en el Palacio despreciaban mucho a la Emperatriz, pero personalmente él pensaba que estaban exagerando. Después de todo, ninguno de ellos había vivido de la forma en la que ella lo hizo, no podría saber si sus acciones eran irracionales o no.

Además, recordaba lo ocurrido hace algunas semanas cuando tuvo que ir a hacer guardia frente a la sala de conferencias del Rey.

La Emperatriz estuvo en cama solamente dos días debido a sus heridas, cuando ella pudo ponerse en pie, lo primero que hizo fue postrarse frente a las puertas del salón del Rey, cuyas puertas estaban firmemente cerradas.

Todavía tenía aquella sensación de angustia al recordar la piel oscura en el rostro de la bella emperatriz, incluso su cuello estaba cubierto de purpura, lo más seguro es que tuviera una fiebre alta debido a lo mal que se veía su semblante, sus ojos siempre parecían estar luchando por no cerrarse, y aún así se mantuvo sobre sus rodillas durante dos días y tres noches sin comer nada o beber nada, bajo la mirada maliciosa del harén y los murmuros a su espalda, con nada más que una túnica blanca delgada protegiéndola del frío, suplicando una audiencia con el Rey.

Todos se tomaban turnos para ver a la humillada Emperatriz, pero nadie se acercó a ofrecerle ayuda. 

No sabía sobre los demás, pero el joven guardia pensaba que el Emperador no amaba tanto a la Emperatriz como todos creían, después de todo, ¿quién podría ver a su persona amada sufriendo de esa forma y no hacer nada? El Rey todavía se negó a verla.