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—¡PADRE! —El grito roto de dolor resonó en la arena de entrenamiento— ¡AYÚDAME! ¡PADRE!

El Oficial de la corte estaba sudando profundamente mientras le echaba miradas a Choi Byungchan, quien observaba con una sonrisa complacida y entretenida cómo el Príncipe Heredero torcía las extremidades del hijo de aquel Oficial.

—¡PADRE!

—S-Su Majestad...

Byungchan alzó una ceja hacia el Oficial.

—¿Mm?

—¡AHH! ¡YA NO PUEDO MÁS! ¡SU ALTEZA, PERDÓNAME! ¡PERDÓNAME! ¡YO ESTABA MAL! ¡PRÍNCIPE HEREDERO!

El Oficial no pudo soportar más escuchar los gritos de su hijo, se lanzó al suelo con una mueca desesperada e hizo una reverencia completa ante Byungchan.

—¡Su Majestad, le ruego que detenga

}}} el encuentro!

La sonrisa de ojos de Byungchan estaba cargada de nada más que malicia.

—¿Por qué? Tu hijo aceptó este encuentro, e incluso aseguró que el Príncipe Heredero quedaría con un par de huesos pulverizados debido a él. ¡Estuve sorprendido al escucharlo, pensé que tu hijo era un genio si se atrevía a hablarle así a un miembro de mi familia imperial! Ah, resulta que sólo era estúpido.

El Oficial se volvió rojo de vergüenza e ira contra su hijo y no se atrevió a decir nada más, ese hijo suyo de verdad no sabía callarse, ¡de todas las personas, tuvo que ir y molestar al Príncipe de la corona!

¿¡Pero quién iba a pensar que el joven príncipe de caramelo tenía una técnica de lucha más avanzada que los otros niños similares a su edad!? ¡Si todo lo que hacía era perder el tiempo en el pabellón de la Emperatriz!

Un horrible crujido se escuchó, seguido del grito desesperado del niño.

—¡Su Majestad, se lo suplico! —El Oficial volvió a rogar—

Ah Ram soltó al niño que era un año mayor que él cuando parecía estar a punto de desmayarse por el dolor, su brazo quedó en una posición bastante incomoda y antinatural, así que miró con horror a Ah Ram.

—Escuché que tu madre es una bruja de un burdel barato. —Ah Ram murmuró suavemente antes de levantarse—

Byungchan se puso en pies y aplaudió complacido, los otros niños que antes se habían burlado de Ah Ram, corrieron para alejarse lo más posible y evitaron su mirada.

Aquellos mocosos habían sido enseñados para no respetar a la Emperatriz más allá de su belleza, por lo tanto subestimaban y miraban con desdén a su hijo con el nunca se habían relacionado, tampoco se habían esperado la repentina visita del Rey o que Ah Ram fuera diferente de lo que se decía.

Los Padres de algunos de los niños se desatendieron de sus labores cuando se enteraron que el Príncipe se uniría a la clase de la academia imperial, secretamente también querían ver al niño siendo ridiculizado por su ignorancia e incapacidad, pero resultaba todo lo contrario.

Ah Ram se sacudió el polvo y se dirigió hacia Choi.

—Saludos, Padre.

—¿Terminaste? Ven conmigo.

—Si.

El Rey ignoró por completo la agitación de las personas presentes y se fue en compañía de sus sirvientes.

A Byungchan no le gustaba el estanque de loto de su palacio, puesto que le traía memorias desagradables, pero a Ah Ram le gustaba el lugar, así que pidió que trajeran los bocadillos al pabellón exterior y ambos se sentaron.

Corona Imperial (Wooseok/Seungyoun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora