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La Academia Imperial se estaba preparando para las celebraciones del festival de otoño, así que, todas las clases se habían suspendido temporalmente para poder arreglar cada detalle de las demostraciones artísticas que se estarían realizando.

Han Ah Ram tuvo una gran demanda para elegir un grupo, muchos estaban anticipando para ver su elegante juego de espadas o escucharlo relatar poesía. Sin embargo, el Príncipe decidió unirse a sus compañeros en una presentación musical.

Ah Ram leyó tranquilamente un libro del arte de la guerra bajo un árbol mientras esperaba la llegada de sus amigos.

Encajar en la Academia no había sido fácil, pero afortunadamente tuvo el apoyo y permiso de su Madre, entonces pudo soportarlo bien y ganarse una buena reputación en poco tiempo, y aunque todavía habían algunos desacuerdos con ciertos niños, Ah Ram pudo encontrar buenos amigos y estaba muy feliz.

—¿Eh? ¿Es éste Su Alteza, el Príncipe Heredero? —una voz femenina le habló con tono de voz exageradamente dulce— Como se esperaba de su Alteza, leyendo un libro en su tiempo libre, eres muy responsable.

Ah Ram cerró cuidadosamente su libro y alzó la mirada; la mujer que se estaba inclinando para saludarlo respetuosamente e iba vestida con el uniforme de la corte inferior del harén.

El niño hizo un rápido repaso de la postura, sonrisa y actitud de la mujer. En primer lugar, podía saber que era problemática, no debería de haber sido capaz de entrar por su cuenta en los terrenos de la academia, por lo que debió haberse colado, además, ella le habló casualmente al Príncipe Heredero, una dama de la corte bien recatada no se atrevería a mirarlo a los ojos.

Y en segundo lugar, el tono de su voz y su sonrisa... Han Ah Ram estaba muy familiarizado con las malas intenciones plasmadas en estos.

Ah Ram sonrió manteniendo una apariencia ingenua, pero no respondió, volviendo la atención a su libro.

—Estaba haciendo un recado y vi al Príncipe Heredero a lo lejos, así que quise saludar.

El Príncipe sintió el disgusto creciendo en su interior. Esta Dama de la corte debía de ser de esas personas en el palacio que estaban convencidas de que era estúpido y no conocía ni las más simples reglas básicas de etiqueta, por lo tanto se pensó que Ah Ram no sabía que la forma en que le hablaba era irrespetuosa.

—Oh si. —Ella continuó por su cuenta— Quería felicitar a Su Alteza. Escuché algunas especulaciones sobre el matrimonio Imperial, podría ser verdad... ¿planean dar a luz un segundo Príncipe?

Esto provocó que el Príncipe dejara su lectura y se levantara de la banca con una expresión desdeñosa.

—Si Madre y Padre desean tener un segundo hijo, Ah Ram estará feliz de recibir a un hermano menor, pero Ah Ram ni siquiera lo sabe, ¿Cómo podrían saberlo otros?  El hermano mayor Dongpyo es deficiente en su trabajo de mantener la disciplina en nuestro Palacio. —Ah Ram dijo con una sonrisa brillante, que contrastaba por completo con sus palabras duras— Dama de la corte, ¿Cuál es tu nombre?

Ella no se esperaba en absoluto que el niño supiera hablar tan bien e incluso amenazar indirectamente, temió por un momento, pero la indignación fue mayor que el temor cuando vio que el Príncipe trataba con más respeto a ese miserable sirviente Dongpyo, que a ella.

—¿Eh? ¡Su Altez---

—Olvídalo, ni siquiera puedes atender a mi pedido correctamente. Lo averiguaré la próxima vez con Padre.

Esta vez, estuvo aterrorizada de que el niño fuera a cumplir con sus palabras y se apuró a responder.

—¡Jeon Somin!

Corona Imperial (Wooseok/Seungyoun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora