Corona Imperial (Wooseok/Seungyoun)

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No quiero involucrarme en lo que está bien y lo que está mal, la flor en mi corazón se ha marchitado y no volverá más.

Al principio de la primavera, el Palacio solía estar saturado de trabajo.

La temporada más alta de cosecha en el país se acercaba, así que el Emperador y la corte imperial se reunían para discutir sobre los impuestos para los ciudadanos este año.

Además el Palacio ofrecía distintas celebraciones en cada una de las oficinas de supervisión de los pueblos, por lo que todos tenían las manos ocupadas, a excepción de, por supuesto, la despreocupada Emperatriz.

Y Ah Ram quien aún era demasiado joven para participar de las celebraciones oficiales.

Éste era el mejor momento para llevar al niño a explorar el mundo exterior sin la irritante compañía de los Oficiales o Byungchan.

—Mami, ¡esto es muy divertido!

—¿Te gusta mucho?

—Me gusta estar aquí con Madre.

En la capital, las celebraciones eran incluso más coloridas, alegres y bulliciosas, el mercado estaba repleto de familias y gente disfrutando de los espectáculos callejeros, o simplemente mirando los productos que se ofrecían.

Wooseok solía llevar a Ah Ram al campo de flores a jugar todos los años, pero este año quiso traerlo a celebrar con la gente común antes.

—¡Mami, por aquí! ¡Vamos, vamos!

El pequeño de ahora cinco años de edad, tiró de la mano de Wooseok y lo llevó hacia el espectáculo de magia llevándose a cabo en medio de la calle.

Los ojos de Ah Ram brillaban a la vez que aplaudía con emoción por los trucos del mago, estaba siendo tan ruidoso que llamó la atención rápidamente.

—¡Oh, el joven maestro de ahí! ¿Quieres ser mi pequeño ayudante hoy?

Wooseok sonrió cuando su hijo lo miró con ojos de cachorro expectante y le permitió ir hacia el centro de la muchedumbre.

La cantidad de personas creció tan pronto como Han Ah Ram estuvo de pie junto al mago.

No importa si era en el Palacio o en el exterior, su pequeño tenía la habilidad de atrapar todas las miradas y robar corazones.

Ah Ram no sólo tenía la apariencia dulce de un cariñoso y amable joven maestro, sino que también era muy ocurrente al hablar y su personalidad era deslumbrante.

Pronto el espectáculo dejó de ser del mago y se convirtió en el espectáculo de Ah Ram.

—Ese joven maestro no luce como alguien de una familia cualquiera. —Alguien alabó— La forma en que habla es muy refinada, no creo que la gente común pueda entender todo lo que está diciendo.

—Usualmente los jóvenes maestros de grandes familias son groseros y odiosos, pero éste niño es demasiado dulce.

—¡Ánimo pequeño joven maestro! ¡tú puedes hacer desaparecer esa moneda!

Wooseok recibió de regreso al niño cuando finalmente logró realizar el truco, se agachó para felicitarlo y llenar su rostro de besos.

—¡Mami! ¿Viste? Ah Ram puede dedicarse a esto en el futuro. —Dijo a la vez que ponía la corona de flores que se ganó sobre la cabeza de su Madre— Voy a cuidar bien de Madre cuando sea mayor.

—Entonces cuento contigo, Ah Ram-ie.

Siguieron su paseo tomados de la mano, Ah Ram tarareó una melodía animada mientras jugaba con su tambor de madera y le dirigía sonrisas a su Madre de vez en cuando.