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El tiempo trajo consigo el cambio de las estaciones, el verano dio paso al otoño, y el otoño dio paso al invierno.

Seungyoun fue el siguiente en festejar su cumpleaños número veinte, y el Príncipe Heredero le concedió siete días de descanso, por lo que el Joven regresó a casa y se celebró un banquete.

Hyeongjun y Hangyul asistieron, al igual que el séptimo Príncipe de la nación.

Seungyoun disfrutó mucho en casa, Jimin estaría tomando oficialmente el puesto de cabeza de familia el próximo año y no podia estar más que orgulloso de su tonta hermana.

Al final de la noche, Seungyoun estaba un poco borracho y abrazó a su bonito Príncipe entre sus brazos mientras observaban el cielo en el jardín.

El alto cubrió en capas y capas de tela cálida al más bajo y lo besó suavemente.

En el Palacio casi nunca tenían la oportunidad de mostrar afecto fuera de la habitación del Príncipe, por lo que estar enredados de esa forma era una ocasión muy especial.

—Lo siento, tienes que actuar como una Joven Dama por mi culpa. —Seungyoun se disculpó con culpa—

Wooseok negó con una sonrisa.

—No me molesta, fui yo el que se presentó como Seokie por primera vez, además no podemos decirle la verdad a tus Padres, ellos estarían demasiado preocupados.

Naturalmente la familia Cho desconocía la verdadera identidad de Han Wooseok como un Príncipe, y pensaban que Seungyoun había dejado su hogar para seguir a su amor imposible Seokie.

—Seungyoun, desearía no volver al Palacio nunca más. Quisiera quedarme aquí contigo para siempre.

Cho lo abrazó con más fuerza.

—Yo también.

Wooseok suspiró, no quería arruinar el ambiente con comentarios sobre el Palacio, por lo que estuvo dispuesto a cambiar el tema, pero se sorprendió al ver las pequeñas partículas cayendo del cielo. Sonrió con emoción.

—¡Mira, Choseung! Es la primera Nevada.

Wooseok estiró las manos fuera de las capas de ropa y dejó que los pequeños copos de nieve cayeran en sus niveas manos. Seungyoun lo observó y su corazón se sintió cálido a pesar del clima.

—¿Deberíamos ir mañana a ese lugar antes de regresar al Palacio? —Preguntó el bajo—

—¿Por qué no vamos en este momento?

Wooseok lo miró confundido, y Cho no pudo evitar reirse por lo bonito que se veía el Príncipe con esa expresión.

Seungyoun se separó del abrazo bajo la atenta mirada del Príncipe, y fue a tomar una linterna para dirigir el camino.

Las llamas del interior de la linterna iluminaron el rostro gentil y guapo de Seungyoun, que llevaba una expresión sonrojada por el licor, Wooseok se quedó un momento aturdido por la intensidad de sus propios sentimientos y las capas cálidas alrededor de su cuerpo se deslizaron un poco hacia abajo.

Seungyoun extendió su mano para acomodar las telas y dijo con voz suave:

—El Rosa te queda muy lindo. —Elogió refiriéndose al Hanbok Rosa pálido que el Príncipe llevaba, y luego agregó con tono de voz dulce:— Pero realmente quiero verte de rojo.

[En la cultura asiática ancestral era una tradición vestirse de rojo para casarse]

El Príncipe apretó los labios, se removió nervioso y no supo qué responder, viendo al más bajo volviéndose tímido, Cho sonrió satisfecho y volvió a extender su mano hacia él.

Corona Imperial (Wooseok/Seungyoun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora