Emma no se dio cuenta ni en qué momento recuperó las fuerzas, mucho menos se dio cuenta que era ella la que había gritado tan dolorosamente. Su garganta le ardió, pero eso no le interesaba para nada. Se levantó del suelo temblorosa y a pesar de que se tropezaba se apresuro a llegar hasta donde yacía Willy inconsciente. Ni siquiera se preocupaba de que Benjamin le hiciera algo, pues parecía no tener la fuerza suficiente para tirársele encima.
—Vamos, despierta —le dijo con los ojos llenos de lagrimas. No dejaba de acariciar el rostro del chocolatero intentando hacerlo moverse— no me dejes así, reacciona...
Gracias a todo el alboroto los policías los encontraron, así que no tardaron en llegar varios para detener al atacante.
—¡Deje el arma en el suelo! —varios policías entraron a la escena, apuntándole a Benjamin con sus armas.
El chico sabía que no tenía escapatoria, así que se colocó el revólver en la boca. Para su mala suerte, uno de los policías que tenía detrás le dio una patada, haciendo que soltara el arma. Benjamin no sabía que hacer, así que se levantó demasiado rápido y se escapó de los policías. Aquello pasó tan rápido que los hombres no dudaron en levantar las armas para disparar. Todos estaban preparados para atacar, pero Milo pudo detenerlo antes de que se marchara.
—Tienen que ayudarlo —Emma repetía una y otra vez sin parar— por favor ayudenlo.
—Ya viene una ambulancia —una oficial se agachó a su lado y le dijo intentando tranquilizarla— estará bien, la bala no dio en un lugar peligroso.
Aquello tranquilizó un poco a Emma. En ese momento pudo ver las cosas un poco mejor al saber que los paramédicos estaban llegando. La bala le había dado en uno de los hombros, así que supuso que el chocolatero se había desmayado por el dolor de los golpes viejos y por el shock del momento. Ni siquiera se dio cuenta de cuanto tiempo había transcurrido hasta que la alejaron de Willy.
Con dificultad se recostó en una camilla que le habían puesto al frente. Le dolía la garganta. Frente a ella había un espejo, así que se quedó estupefacta al ver como sus ojos estaban manchados de sangre y las manos de Benjamin comenzaban a ponerse más oscuras sobre su cuello.
—Mira aquí —uno de los paramédicos alzó el dedo frente a ella. Hizo lo que le pidieron mientras le apuntaban a los ojos con una linterna.
A pesar de que el golpe en la cabeza había sido bastante duro, no le había causado nada malo. Lo que preocupaba a los paramédicos era su cuello. Cada respiración dolía mucho y podía escuchar como pillaba por la dificultad al tomar aire. De inmediato le inmovilizaron la cabeza y le pusieron un collarín para evitar el movimiento, acto seguido le colocaron una máscara de oxígeno para que pudiera respirar un poco mejor.
—Willy... Willy —Emma intentaba quitarse la máscara de oxígeno para ver cómo se encontraba el chocolatero, pero los paramédicos no la dejaron hacerlo.
—Tranquilízate, no es bueno que ahora mismo te quites el oxígeno.
—Le dispararon en el hombro, así que está fuera de peligro por el momento. Creo que sería mejor que regresemos ahora mismo al hospital para tratar la pérdida de sangre —Emma presto más atención a la conversación de los paramédicos.
Se sentía mucho mejor y más tranquila al saber que Willy estaba fuera de peligro, así que gracias a eso dejó de moverse. Sintió un pinchazo en uno de sus brazos, así que supuso que le habían dado una dosis de morfina para que su dolor disminuyera. No tardo mucho en sentirse mejor, pero bastante somnolienta. Frente a ella se encontraba Willy en otra camilla, así que en todo momento estuvo al pendiente de él mientras los sacaban de la casa para llevarlos a la ambulancia que estaba afuera.
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Emma Salt ⟨••Willy Wonka••⟩
Fanfiction[COMPLETA] Un viaje a la fábrica de chocolate de Willy Wonka cambió su vida para siempre. Emma nunca se imaginó que se enamoraría de ese extraño hombre. ••El amor a primera vista existe. (Basada en la película de 2005 de Tim Burton)