Capitulo 11

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El corazón de Emma dió un brinco al pensar en caer como padre y Veruca.
Abrió los brazos en busca de equilibrio, solo para sentir una mano con guante alrededor de su cintura. Se volvió a mirar a Willy, el cual parecía igual de sorprendido por la acción, aunque se había puesto un poco pálido ante el contacto físico cuando la ayudó a alejarse del agujero.

—Gracias —susurró Emma mirándolo a los ojos, pero él esquivó la mirada.

Emma estaba apenada, así que cuando ella miró abajo, Willy la soltó y caminó rápidamente de regreso a las escaleras. Un Oompa Loompa se acercó hasta Wonka y jaló el pantalón del hombre, tratando de decirle algo. Willy se colocó en cuclillas e hizo una mueca llena de asombro, aunque se veía completamente falsa ante los ojos de Emma.

—Oh, en serio. Excelente —dijo para sí mismo y se giró, obligándose a mirarla— Me informan que el incinerador se averió y la basura de tres semanas suavizará su caída.

Emma exhaló un poco del aire que había estado conteniendo. Al menos no tenía que preocuparse sobre si se llevaría las cenizas de sus parientes a casa.

—Vaya, que gran noticia —el Señor Teavee dijo.

—Si —Willy cerró los ojos brevemente con molestia— Ahora, continuemos el recorrido.

—Willy... —Emma de repente se sintió molesta consigo misma al llamarlo así— Señor Wonka, tengo que ayudarlos, necesito sacarlos de ahí.

La mirada de Willy se oscureció ante la formalidad antes de darle una sonrisa que no llegó a sus ojos.

—Bueno, si giras a la izquierda, después a la derecha, nuevamente a la izquierda hasta el final del corredor, otra vez a la derecha y caminas en "U" en el fondo llegarás a la sala de incineradores.

Emma parpadeó, tratando de procesar lo dicho mientras el chocolatero se daba vuelta. Aquello lo hacía adrede.

—¿No podría obtener ayuda de un Oompa Loompa para que me muestre el camino?

—Como puedes ver, están increíblemente ocupados —Willy contestó y Emma miró alrededor, dándose cuenta que no había ninguno a la vista.

—Bueno, entonces estoy segura que me podrías ayudar a encontrarlos —Willy se detuvo ante aquella petición.

—Señor Wonka, puede mostrarle el camino a Emma. Prometemos no tocar nada —dijo una vocecita perteneciente a Charlie, quién después le guiñó un ojo. Willy gruñó.

—Yo... Bueno creo, yo...

—Si, muéstranos otra habitación y ahí lo esperaremos —dijo Mike aún más aburrido que antes, estaba rodando los ojos constantemente.

—Yo umm, supongo que podría ayudarte —Willy se estaba quedando sin pretextos al ver a tres contra uno, por lo que tuvo que asentir— Está bien, solo vayan a la habitación de al lado, es la plaza de los dulces.

Antes de decir nada más, salió como alma en pena de la habitación, dejando a Emma corriendo tras él. Una vez que finalmente lo alcanzó, el chocolatero estaba decidido a no mirarla. Ella pensó que probablemente había dicho algo para molestar al hombre.

—Realmente lamento haberte llamado Señor Wonka en lugar de Willy.

Pero no recibió respuesta alguna ante su comentario.

—Tambien lamento el ego de mi padre.

Nuevamente Willy Wonka se quedó en silencio.

—Tambien lamento si fui grosera contigo y comportarme un poco como mi hermana. Pero tenía miedo, no me apetecía que padre y Veruca quedarán como patatas saladas.

Emma Salt ⟨••Willy Wonka••⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora