Emma Salt ⟨••Willy Wonka••⟩

Capitulo 15

—Quiero que lleves al Señor Teavee y a... —Willy miró a Mike— pequeñito al estira caramelos, ¿si?.

Un Oompa Loompa que se había acercado a ellos, jaló el pantalón del Señor Teavee y junto con su hijo los guío afuera de la habitación de televisión. Solo quedaba Charlie como concursante, así que ya había ganado. El pequeño pensaba que aún no había ganador debido a la presencia de Emma, así que no sabía lo que le esperaba. La Salt no podía estar más feliz, pues sabía el cambio enorme que tendría la vida del niño después de salir de aquella fábrica. Aún no sabía cual sería el premio, pero debía ser algo grandioso. Había sido eliminada en el mismo momento que Veruca, pero aún así a ella no le importaba tener el premio especial, Charlie lo merecía más que ella.

—¡Oh! —dijo Willy mientras la observaba y de repente toda la alegría abandonó su cara— Tu hermana y padre han sido sacados con éxito de la basura, por si querías ir a recogerlos.

El alivio la inundó y no pudo evitar correr hasta Willy para apretarlo en un fuerte abrazo. El hombre se congeló por el repentino contacto, pero luego se relajó visiblemente, envolviendo sus largos brazos en la  esbelta cintura de la chica.Ambos se apartaron lentamente y el chocolatero le dió una radiante sonrisa, mostrando sus blancos dientes.

—Supongo que esto es un adiós entonces —Emma se aventuró a decir y Willy asintió.

—Supongo que lo es.

Emma se volvió hacia Charlie, que también parecía triste por su despedida. Ella se acercó hasta el niño, le estrechó la mano y después al abuelo Joe.

—Tenemos que mantenernos en contacto —Charlie le dijo y Emma le guiñó un ojo.

—Obtendré tu número del Señor Wonka si es necesario -Emma le dijo al niño y Willy asintió con una pequeña sonrisa llena de melancolía.

—¿Prometes que seguiremos en contacto? —preguntó el pequeño. chico afortunado.

—Lo prometo, Charlie —el corazón de Emma se calentó ante el humilde chico que tenía enfrente.

Willy le tomó la mano a Emma y la estrechó con fuerza, pero aún así sin lastimarla.

—Espero verte de nuevo, eres más que bienvenida a visitarnos —Willy le dijo con seriedad y Emma sintió unas inmensas ganas de abrazarlo de nuevo.

—Después de escuchar esa invitación, nunca te librarás de mí —dijo juguetonamente.

—Pues me encantará tenerte aquí seguido —el chocolatero asintió varias veces con la cabeza.

Emma lo miró por una última vez, se dio media vuelta y siguió a uno de los Oompa Loompas, deteniéndose por un momento en la puerta. No quería irse, pero no había más opción. Aquel había sido el momento mas mágico de su vida y lo recordaría por el resto de sus días.

—¡Oh! Charlie —Emma lo llamó, así que él chico la miró— Felicitaciones —terminó antes de salir de la habitación.

—¿Felicitaciones? ¿Por qué? —lo escuchó preguntar.

Emma sonrió ante Charlie. La vida de ese niño cambiaría para mejor y sin duda se lo merecía. El Oompa Loompa negó con la cabeza cuando estaba a punto de subir nuevamente en el ascensor.

—¿Estamos tomando el camino largo?

El Oompa Loompa asintió, así que Emma supuso que Willy utilizaría el ascensor para algo más. Caminaron por un buen rato, pero aún así fue divertido pasar por las diferentes habitaciones que no habían visto.
Cuando llegaron a la sala de incineración, a la chica le dolían mucho las piernas, sabía que había sido mala idea llevar zapatos altos.