Capitulo 44

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—Es la primera vez que haremos esto como marido y mujer —dijo Willy cuando ambos llegaron a la habitación.

A pesar de que ya lo habían hecho antes, estaba bastante nervioso. Iba a ser la primera vez como esposos para los dos. Willy era sensible ante el amor de Emma.

—Te amo Willy —le susurró Emma.

Ella sabía que se lo decía con demasiada frecuencia, pero en ese momento sentía muy en el fondo que debía hacerlo.

—Ahora quiero hacerlo de una forma diferente. Está noche será con amor —Willy le dijo con cariño.

Emma sabía que a Willy le gustaba ser un poco rudo en la cama, además a ella no le molestaba en lo absoluto. Lo disfrutaba al igual que él. Sin embargo, esa noche experimentarían algo más y querían que fuera especial.

Willy la levantó y la acercó más a su pecho, mientras comenzaba a susurrarle palabras hermosas y dándole su amor eterno.
De la nada la atrapó en un beso alucinante, los fuegos artificiales comenzaron a sacudirse por todas partes como siempre solía  pasar.

Los brazos del chocolatero la  envolvieron fuertemente, y a pesar de su tierno corte de cabello, su cara inocente y su  vestimenta brillante, estaba listo para ser un gran esposo y futuramente un padre de familia.

Fue entonces cuando Willy comenzó a besarle nuevamente el cuello, y él suspiró de placer mientras lo hacía, haciendo que la humedad dentro de sus bragas aumentara.

Incluso eso fue suficiente para hacer que las mariposas aparecieran en el estómago de Emma. Ella no podía esperar para complacerlo, para dejar que el amor brillara en el camino, por más cursi que pareciera. La  piel del chocolatero era suave, así que comenzó a hacer lo mismo que el, besando cada parte de su cuello. De pronto llegó a la base de su garganta, luego a su clavícula.

—Quiero verte —Willy susurró inclinándose hacia adelante tanto como pudo para besarla en los labios sensualmente.

Emma asintió sin poner resistencia y dejó que Willy le quitará lentamente el vestido de novia, dejándola en una sexy lencería blanca.

—Estas preciosa —Willy le dijo con lujuria.

Emma sabía que le debía un momento de placer por la vez de la playa, así que con rapidez se agachó y dirigió sus manos a la cerradura del pantalón de vestir del chocolatero.

—¿Puedo? —Emma preguntó levantando una ceja.

—¿Que es lo que harás? —Willy sintió colo se ponía más duro de lo normal al ver el rostro de la mujer contra su miembro.

—Solo disfruta.

Ella metió la mano dentro de su ropa interior y lo apretó con fuerza. De inmediato Willy se estremeció.
Suavemente agarró el miembro de Willy en su mano y comenzó a bombearlo lentamente. Sus pequeñas manos se sentían tan bien, pero ella sabía que su boca haría que se sintiera mejor.

—No es necesario que hagas esto...

Ella sacó la lengua y lamió con pasión el miembro de su esposo, ocasionalmente arrastrando sus dientes ligeramente a lo largo de su piel. Él gimió con un sonido profundo y gutural.

—Dios... Si —Willy no pudo evitar sentir placer. Era mucho más del que había sentido jamás.

No sé dió cuenta que sus grandes manos descansaban en la parte posterior de la cabeza de Emma, guiándola suavemente hacia arriba y hacia abajo por su miembro. El sabía que no tardaría mucho en venirse, y la sola idea de que ella tragara su semilla envió otro destello de calor entre sus piernas.

Emma aumentó sus movimientos, impulsada por el sonido de la respiración superficial del hombre y el ritmo acelerado de sus caderas empujando su miembro dentro y fuera de su boca. Ella sintió como el cuerpo de Wonka se tensaba.

—¡Oh, diablos, sí! —él susurró roncamente mientras ella hundía su boca hasta el fondo, tragándolo profundamente justo a tiempo para que su semen cayera por su garganta. Su cuerpo se sacudió con la intensidad de su orgasmo, y con su nariz asentada en su vello púbico, lo chupó hasta secarlo.

Su miembro flácido se deslizó fuera de la boca de Emma y el arrodilló frente a ella, besándola bruscamente, saboreando su sabor en su lengua.

—Ahora es tu turno.

Willy extendió la mano detrás de ella y desabrochó el broche de su sosten y bajó su ropa interior por sus largas piernas.

Él le abrió las piernas de par en par y vio por primera vez su vagina afeitada. La vista sola fue suficiente para que la erección regresara a el.

Se agachó y olfateo, para después pasar su lengua de arriba a abajo, haciendo que la respiración de Emma fuera mucho más agitada.

Willy sabía que estaba a punto de venirse, pues levantaba las caderas para pegarse más a su lengua. Así que no esperó y la penetró con lentitid.

Ambos estaban gimiendo sin parar, ya no les avergonzaba hacer ruido como antes, además no les importaba. Por la excitación ni siquiera lo notaban.

Emma pronto comenzó a balancear sus caderas de un lado a otro, y Willy de inmediato comenzo a igualar sus rápidos movimientos. No pasó mucho tiempo para que se estableciera un ritmo, cuando Willy retiró su miembro de la vagina de Emma ella se quejó inconscientemente por la perdida repentina.

Willy la penetró de nuevo y ambos gritaron simultáneamente, sus cuerpos chisporrotearon juntos. Willy fue el primero en llegar al climax, unos segundos después Emma lo siguió. Juntos se recostaron en la cama completamente agotados.

Willy tiró de Emma en sus brazos flácidos y besó su frente. Ella apoyó la cabeza sobre su pecho y lo besó antes de sentir como el sueño comenzaba a llenarla.

Justo cuando Emma estaba a la deriva en un sueño inducido por el éxtasis, Willy la miró en sus brazos y pensó para sí mismo que era la mujer más hermosa que había visto en todos su vida y de lo feliz que estaba por que fuera su esposa.

El le daría la vida que se merecía y la haría feliz por el resto de su vida.

Emma Salt ⟨••Willy Wonka••⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora