Todos se pararon afuera de un ascensor cristalino que apareció frente a ellos. Emma estaba segura que de no ser por los cientos de botones blancos que tenía y por los enormes fierros que tenía encima sería imposible de percibir. Willy se colocó frente a todos ellos y presionó uno de los botones, haciendo que las puertas de abrieran.
—No se por que no se me ocurrió antes. El ascensor es la mejor forma de recorrer la fábrica —Willy dijo, volviéndose hacia sus invitados para dejarlos pasar.
—Pero no pueden ser muchos pisos —dijo Mike mientras entraban al elevador. Dentro había cientos de botones más.
—Tu que sabes, cerebrito. Este no es un ascensor común, y para que lo sepas puede ir de un lado a otro, de arriba a abajo y de toda forma imaginable —Willy explicó con emoción— Presionas un botón y ¡Bush! Ya está...
El hombre presionó uno de los botones y el ascensor cobró vida, enviando a Emma volando hacia Willy, dónde ambos terminaron embarrados en el cristal delantero.
—¡Dios! Lo siento mucho, Willy. Deberías haberme advertido —dijo Emma con vergüenza mientras se acomodaba en su lugar nuevamente. La sensación de estar dentro de aquel aparato era a la de dar muchas vueltas y no poder estar de pie.
Willy se echó a reír avergonzado, mientras él también se enderezaba.
El incidente ocurrió varias veces mas cada que el ascensor cambiaba de dirección. Emma se dió cuenta que aquello era un invento increíble y aunque no le pareciera al principio, realmente divertido.—¡Oh! Miren allá —exclamó Willy mientras sonreía— Bienvenidos a la montaña cremosa.
Emma observó una gran montaña nevada. Oompa Loompas de trajes rosados los saludaron y ellos lo devolvieron.
—¡Oh! —entraron a una habitación en la que varios Oompa Loompas afeitaban a unas ovejas rosadas— creo que omitire esa parte.
—¿Algodón de azúcar? —preguntó Emma.
—Umm, sí. Pero mantengamos esto entre tú y yo —respondió Willy en voz baja, aunque toda la compañía podía ver lo que pasaba y escuchar su conversación.
Entraron a una especie de hospital, así que de inmediato todos miraron abajo para ver de qué se trataba. Emma se preguntó si Augustus y Violet estaban ahí. Al ver las miradas preocupadas de sus invitados, Willy decidió hablar.
—Es el hospital de marionetas quemadas. Se acaba de inaugurar —Willy vaciló y bajó la mirada mientras jugaba con la manga de su chaqueta.
El chocolatero se comenzó a animar de nuevo cuando el ascensor comenzó a caer en una espiral.
—¡Las oficinas administrativas!
Se detuvieron brevemente frente a una mujer Oompa Loompa a quien Willy saludó con el nombre de 'Doris'.
Ella le devolvió el saludo y luego volvió a su máquina de escribir.
Cuando se volvieron a mover, todos excepto el chocolatero se estrellaron nuevamente contra el cristal.
Todo el lugar era un abanico de explosiones de colores, fuegos artificiales. Los cañones disparaban dulces que explotaban en el aire y golpeaban objetivos al otro lado.—Aqui nada tiene sentido común —exclamó Mike con aburrimiento.
Emma solo quería golpear a ese detestable niño. Era algo tan maravilloso e increíble de ver, así que le sorprendía que no se divirtiera al menos un poco.
—Los dulces no tienen sentido común, por eso son dulces —respondió Charlie con voz soñadora.
Emma vió a Willy sonreír un poco mientras observaba a ambos niños en silencio. El chocolatero captó la mirada de la chica y señaló sigilosamente a Charlie. Mike Teavee nunca ganaría si Wonka podía evitarlo. La forma en que el hombre la miró solo la hizo darse cuenta de inmediato que el premio especial ya pertenecía a Charlie. Wonka se llevó un dedo a los labios para indicar silencio y Emma asintió. Nunca se le escaparía ese secreto.
—¡Que tontería! ¡Los dulces son una perdida de tiempo! —dijo Mike y los ojos de Willy se agrandaron con terror antes de que se quedará en blanco. Se había quedado nuevamente atisbado en su propia mente.
Emma no podía entender la razón por la que Mike estaba ahí. Odiaba todo y no le gustaban los dulces. Se sintió triste al pensar que al igual que ellas, le habían quitado la oportunidad a otros niños de estar en la fábrica. Willy seguía quieto en su lugar, por lo que supusieron que sus pensamientos eran muchos. Duró más tiempo así que antes. Por alguna extraña razón, Emma no se atrevía a apartar su mirada de él. Silenciosamente tomó su mano, mientras sus ojos se estrechaban aún más. Después de unos largos cinco minutos, Willy pareció volver en si.
—Quiero apretar un botón —declaró Mike. Willy abrió los ojos al tope, pero después volvió a tener su misma expresión, aunque parecía tener una idea.
—Adelante —le contestó Willy mientras le daba una sonrisa maliciosa.
Mike extendió la mano y presionó un botón. Era obvio que tendría algo que ver con algo que le llamara la atención, así que irían al cuarto de televisión. Si fue intencional o no, la mano de Willy no abandonó la suya hasta que se obligaron a salir del ascensor.
—Escuchen, pónganse estos y no se los quiten por nada.
Cuando todos salieron, Willy inmediatamente les entrego a todos un par de gafas de aspecto extraño.
Eran extremadamente grandes, haciéndolos ver a todos como moscas gigantes. Wonka le dió un vistazo a Emma y se echó a reír. La mano de ella estaba a medio camino de quitárselas, cuando él negó con la cabeza.—Esta luz podría quemarle los ojos a cualquiera y pues no queremos que eso suceda, ¿verdad? —la voz de Willy tenía un toque ligeramente siniestro, como si fuera exactamente lo que el quería.
Emma creyó verlo guiñarle un ojo, pero no lo podía saber por esas enormes gafas atroces. La habitación casi brillaba con el blanco más blanco que había visto, también era el color de la enorme televisión, los controles y los trajes de los Oompa Loompas que estaba presentes haciendo su trabajo.
—Este es el cuarto de pruebas de mi último gran invento, la Choco-visión.
Un día solo pensé, ¡Hey!, Si la televisión puede descomponer una fotografía en millones de partículas, enviarlas por el aire y reacomodarlas en el otro extremo, ¿Por qué no hago lo mismo con un chocolate? ¿Por qué no envío un chocolate de verdad por el televisor y que se pueda comer?Fue entonces cuando Emma vio a un Oompa Loompa viendo un programa de televisión y por lo que notó se trataba del show de Oprah Winfrey. La televisión era blanca, aunque era tan grande que parecía ser de a las que utilizaban en los cines. Después cambio el canal, en donde se mostraba la Macarena. Cuando volvió a cambiar había una escena con muchos simios.
—Creo que es imposible —dijo el Señor Teavee. El hombre al parecer era igual de pesimista que su hijo.
—¡Es imposible! —afirmó Mike— usted no sabe nada sobre ciencia. Primero, hay unas diferencia entre ondas y partículas.¡Todos lo saben! Segundo, la fuerza para poder convertir energía en materia equivaldría a once bombas atómicas. —a través del discurso de Mike, Emma pudo ver a Willy, el cual mantenía una expresión de molestia, como si estuviera olfateando algo asqueroso.
—¡Ya basta! —gritó Willy en la cara de Mike— te lo juro, no entiendo ninguna sola palabra de lo que cacareas.
Willy se enderezó y Charlie le dirigió una mirada de admiración.
—Suena raro —admitió Emma, aunque parecía coincidir un poco con Mike, pero con lo que había visto en el día, sabía que era posible lo que Willy decía.
—Bueno, pues rara es la frase de tu familia y no digo nada, ¿no es así?. ¡Papi, compramelo ahora! —Willy dijo con fuerza para imitar la voz de Veruca y Emma rodó los ojos.
—No estoy diciendo que no te creo, Willy. Además creí haberte dicho que no era como mi familia.
—De acuerdo —Willy la cortó bruscamente y Emma se cruzó de brazos, dándose cuenta qué tal vez en ese momento debería estar con Veruca y padre en la basura.
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Emma Salt ⟨••Willy Wonka••⟩
Fanfic[COMPLETA] Un viaje a la fábrica de chocolate de Willy Wonka cambió su vida para siempre. Emma nunca se imaginó que se enamoraría de ese extraño hombre. ••El amor a primera vista existe. (Basada en la película de 2005 de Tim Burton)