Capitulo 24

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Las ventas seguían siendo bastante buenas para el negocio de chocolate y caramelos de Willy, incluso mejor desde que Charlie, su familia y Emma estuvan allí con él. Charlie era un niño muy brillante que siempre lo ayudaba a inventar nuevos brebajes y dulces. Por eso el chocolatero estaba muy feliz de tenerlo cerca, sobre todo de haber escogido muy bien al futuro heredero.

Para la sorpresa de Emma, mientras su tiempo en la fábrica transcurría, Willy había comenzado a actuar de manera extraña. Se había vuelto un poco más tranquilo y parecía querer deambular solo por lugares de la fábrica mientras siempre tenía consigo una mirada extraña en sus ojos. Parecía un poco triste y desconcertado. Eso preocupaba a Charlie.

—Mamá —Charlie llamó a la mielero mientras cenaba— El Señor Wonka no se ha visto últimamente, ¿Qué crees que le pasa? —preguntó con esa voz llena de curiosidad infantil.

—Hijo mío, ¿cuándo ha parecido normal? —ella respondió con una leve risita.

—No me refería a eso mamá... esto es un poco diferente. Parece mucho más tranquilo. Suspira mucho, algo que nunca solía hacer a menos que tuviera recuerdos de su niñez —dijo el niño mirando al suelo.

—Bueno, déjame decirte algo que pienso. Tal vez el Señor Wonka se sienta solo. Estuvo mucho tiempo solo en esta enorme fábrica y debe ser un cambio enorme para él tenernos aquí—trató de explicar la Señora Bucket.

—¿Qué quieres decir? —Charlie la miró con duda— Él nos tiene a nosotros, a su padre y a Emma. Creo que no debería sentirse de esa manera, nosotros lo amamos y ya es un miembro más de nuestra familia.

—A veces el amor de la familia y amigos no es suficiente. Puede que él quiera el amor de otra persona, tal vez... ya sabes... como papá y yo nos amamos —dijo sonriéndole a su hijo.

Eso solo hizo que Charlie se sintiera aún más curioso por la situación. No había entendido por completo el significado de las palabras de su madre, pero quería descubrir por sí mismo si esa era la razón por la cual el Señor Wonka estaba actuando de esa manera. Se levantó de un salto, besó a su madre en la mejilla y salió por la puerta en busca del increíble chocolatero.

Charlie le preguntó a varios Oompa Loompas sobre el paradero de Willy mientras recorría la fábrica y cada uno de ellos lo guiaron hasta el lugar exacto en que se encontraba. Asi fue como llegó hasta la habitación del hombre.

—¿Cree que le importaría si entro? —Charlie preguntó al último Oompa Loompa que vió.

El Oompa Loompa sacudió su cabeza en negación, dando por entendido que el chocolatero no estaría molesto si el niño entraba a la habitación..

El niño se paró frente a la puerta de la habitación. Estaba un poco nervioso, pues no sabía si debía entrar al lugar como si nada, o si debía tocar la puerta antes. Tal vez Wonka estaba bastante ocupado ahí dentro, así que le daba algo de miedo interrumpirlo. Respetaba mucho al hombre y no quería quedar mal.

Su madre le había dicho tantas veces que interrumpir a las personas en sus actividades o simplemente entrar a lugares que no son suyos sin permiso previo eran de mala educación. Así que después de unos segundos de pensar, lentamente estiró la mano u golpeó tres veces la puerta, para después retroceder unos cuantos pasos atrás al escuchar como la cama se movía.

—¡Adelante! —dijo Willy Wonka con una voz bastante elevada. Charlie abrió la puerta lentamente, entró en la habitación y cerró la cerró detrás de él, para después quedarse en su lugar, pues no sabía como empezar a hablar con el hombre— Bueno, ¿vas a estar parado en la puerta todo el día, o vas a venir aquí y decir algo? —dijo el chocolatero con su rostro enterrado en la almohada mientras estaba acostado boca abajo en su cama.

Emma Salt ⟨••Willy Wonka••⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora