Capitulo 33

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Los oídos le zumbaban y tenía un fuerte dolor de cabeza. Intentó abrir los ojos lentamente, pero le era un poco difícil. Cuando por fin lo logro se dió cuenta que estaba en su habitación de Salt Manor. No tenía idea de que hacía en ese lugar hasta que los recuerdos de la noche anterior se arremolinaron en su mente.

Unos brazos atrapandola, golpes a Willy, persecución... Benjamín... Jamás pensó que una de las personas más cercanas a ella se comportaría así. El dolor de la traición se hizo presente en ese instante en su corazón, no podía creer que de todas las personas él sería el encargado de llevarla contra su voluntad.

Se levantó con lágrimas en los ojos y se dirigió hasta su puerta con las piernas temblorosas. Giró la perilla y se dió cuenta que estaba cerrada por fuera con llave, así que no tenía escapatoria. No tenía más opción que quedarse encerrada hasta que alguien fuera por ella. Solo le tomó unos segundos darse cuenta que habían cambiado la cerradura, pues anteriormente la única manera en que se podía cerrar la habitación era desde adentro.

No quería estar ahí pero sabía que tenía que resistir lo más posible para que no la obligarán a casarse. Era la única razón por la que la querían ahí y sabía que nada ni nadie podría detener aquello. También estaba muy preocupada por Willy, sabía que su padre era capaz de hacer cosas despiadadas cuando se lo proponía, además de que había dejado en claro el desprecio que le tenia al chocolatero. Emma estaba segura que lo odiaba aún más por haberlo humillado cuando fueron de visita a la fábrica y ni hablar de cuando lo hizo caer a la basura.

No tuvo más opción que sentarse en su cama a esperar que alguien llegara, solo esperaba que le dieran de comer algo. Pasaron aproximadamente tres horas cuando se escucharon pasos en el pasillo y las llaves en la puerta.
De inmediato se levantó, las piernas le temblaban por el hormigueo de estar tanto tienen una sola posición.
Su sorpresa fue instantánea al ver la cara de Veruca y de su madre justo frente a ella, y después de tanto tiempo.  El rostro de ambas se llenó de plena felicidad y se apresuraron hasta Emma para así poder abrazarla con fuerza.

—Hija mía, me hiciste mucha falta —madre lloró en su hombro mientras la apretaba más.

Emma no quería reencontrarse con ellas en esas condiciones, pero a pesar de encontrarse en ese lugar sintió emoción por primera vez.

—No pensé que diría esto jamás, pero extrañé discutir todos los días contigo —Veruca le dijo, haciendo un puchero que la hizo ver rara y para nada tierna, pero aún así hizo sonreír a su hermana mayor.

—Yo también las extrañé... más que a nada.

Cuando la soltaron, madre la miró de pies a cabeza y dejo su mirada justo sobre la frente de Emma, lo cual la puso furiosa de inmediato.

—Mira lo que te hicieron... —le dijo con molestia y dolor en su rostro— ¿Quien fue el responsable de esta atrocidad?.

—Benjamin... —Emma respondió con pesar.

Su madre se quedó quieta por un segundo debido a la impresión, pero al instante su semblante oscureció, y no pudo evitar volver a abrazar a su hija con rapidez.

—Confie en el para sacarte de aquí y de esta forma nos paga. Él te delató, no hay duda.

—Yo también confíe en él, madre... Pero al parecer escogió apoyar a mi padre en esto —Emma respondió.

—¿Y porque te fuiste tanto tiempo? —Veruca interrumpió— ¿Y porque regresaste?.

Emma miró a su hermana menor y después a su madre, la cual solo le hizo una seña con el dedo en forma de silencio, lo cual le dio a entender que la niña no estaba enterada de nada. Ella agradecía eso, era muy pequeña aún para estar involucrada en problemas de adultos.

Emma Salt ⟨••Willy Wonka••⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora