capitulo 1

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La casa es un desastre en todos los sentidos, un desastre que yo misma me he encargado de arreglar, casi todos los muebles están destrozados pero por suerte los electrodomésticos como la nevera y la estufa aún funcionan bien, un mes después aun me cuesta subir al segundo piso, estoy en un colchón en la mitad de la sala desde que me entregaron la casa y aún no consigo el resto de la cama, pero hoy será el día en que enfrentaré el temor de no saber que me encontraré en esos cuartos.

Tengo entendido que todo lo que la policía consideró ilegal lo decomisó pero con ellos nunca se sabe, subo las escaleras con paso firme y cuando llego al final de estas justo al frente visualizo la antigua habitación de Meredith, lentamente me acerco y abro la puerta, hay muchos condones usados y viejos en el suelo, su cama cubierta por sabanas de seda la cual encuentra hecha un desastre y casi todas sus cosas permanecen en su lugar, sus perfumes caros, su maquillaje, sus joyas, que será a lo que yo más le sacaré provecho, agarro uno de sus bolsos y las guardo, tendré que ver luego cuanto dinero podré sacarle, salgo de ahí y camino a mi antigua habitación, abro la puerta con nerviosismo pero me impacta ver que no hay nada, literal, está desocupada, como si nunca nadie hubiera vivido ahí, cosa que por supuesto no me sorprende, al llegar al cuarto de mis padres no se que esperar, sinceramente no tengo muchos recuerdos de la habitación de mis padres, solo que era muy oscura y siempre había un olor a perfume de hombre, abro la puerta y quedo aterrada con lo que encuentro, su cuarto es un cuarto para sadomasoquistas, camino hacia la ventana, la cual esta polarizada y cubierta por una cortina roja y la abro, la cama tiene unas cuerdas atadas a cada extremo al igual que unas esposas colgadas, una pequeña colección de látigos colgados en la pared y debajo de la cama una caja con juguetes sexuales, no se que diablos haré con todo esto, bajo rápidamente por una bolsa de basura y lo empaco todo, las sabanas rojas incluso, reviso cada esquina de esa habitación buscando que botar y cuando me doy cuenta ya está completamente desocupada, solo queda la cama y un tocador, me dirijo al primer piso para colocar esto en el contenedor de basura cuando alguien toca a mi puerta, me acerco a esta y observo por la mirilla.

—¿Qué haces aquí, Jack? —pregunté abriendo la puerta.

—Vine a felicitarte —dijo entregándome una botella de vino—. Conseguiste una casa en un buen barrio a precio de huevo ¿Qué tanta mierda tuviste que limpiar?

—Aún no termino de limpiar —me atravesé para impedir que entrara—, y te agradezco mucho que vinieras pero no puedo recibirte esto —le devolví la botella.

—Quédatela —la colocó de nuevo en mis manos—. Llevo un mes sobrio y no quiero arruinarlo.

—¿Entonces se supone que debo beberla yo sola? —pregunté mirando la botella.

—Si quieres, aunque no creo que sea bueno tomar tan temprano en la mañana —dijo tratando de mirar al interior—. Fui a buscarte a la cafetería pero esa chica morena me dijo que ya no trabajas ahí.

—Tuve que renunciar —lo dejé entrar al fin—. Para poder traerme a mis hijos debo demostrar que tengo tiempo para cuidarlos, aparte la discoteca me da el suficiente dinero para mantenerme bien, no debo pagar alquiler y los servicios son relativamente económicos.

—Comparado con la mansión en la que vivías...

—¿Sucede algo? —pregunté tratando de evitar el tema.

—Cierto... se supone que debo contarte algo importante.

—¿Algo importante? ¿Qué es?

—Tu madre saldrá de la cárcel —me informó algo serio—.  Y tu padre falleció...

—¿Qué? —lo miré con los ojos abiertos.

—¿Qué te sorprende? ¿Lo de tu madre o lo de tu padre? —preguntó mirando los desastrosos sofás.

—Las dos cosas —musité algo nerviosa—. Probablemente mi madre aparezca por acá exigiendo su casa y mi padre... ¿Hace cuanto sucedió eso?

—Tu madre no puede estar cerca de ti o de esta casa, probablemente tendrá que irse de la ciudad y lo de tu padre fue hace cuatro días pero como nadie ha ido a reclamar el cadáver me veo en la penosa obligación de decirte que como su único familiar vivo tienes que ir a reclamarlo.

—¿Yo? ¿Ir a reclamarlo? por favor Jack si yo misma lo metí a la cárcel.

—Tienes que o los mismos forenses vendrán y te lo traerán.

—Bien —rodé los ojos—. Contactaré una funeraria para que lo vuelvan ceniza.

—¿Tanto odias a tus padres? —preguntó intentando abrir la botella de vino.

—No los odio, solo que nunca los quise —rechace la copa y veo como vierte el liquido por el lavaplatos—. Y sobre asunto de mi madre ¿Habrá alguna manera de apelar?

—No —dijo sellando la botella de vino al ver que volví a rechazar otra copa—. Ella cumplió su condena así que...

—¿Y ella no puede velarlo y enterrarlo?

—Según ella no, tus padres se divorciaron en la cárcel y ella deshizo todo lazo con tu padre.

—Bueno... supongo que es mi labor.

No se como logré convencer a Jack de irse pero lo logré aunque dejó la botella de vino, llamo a la funeraria mas económica que me aparece en Internet y la incineración del cadáver siempre es algo costoso, no puedo tocar mi cuenta bancaria porque ese dinero será para mis hijos y no hay forma de que se lo pida prestado a Jack y mucho menos a Dean así que tengo que recurrir a una solución que no me agrada para nada, pedirle dinero a mi jefe, sus intereses son muy altos y probablemente perdería un tercio de mi sueldo por varios meses pero al menos evitaré un problema por lo de mi padre, lo que si me preocupa es el asunto de mi madre, no le pregunté a Jack cuando saldrá y tengo que estar alerta porque estoy casi segura de que tratará de vengarse de mi.

Casi tuve que besarle los zapatos a ese asqueroso para que me prestara el dinero y cuando por fin cedió me los entregó en seguida, pague el servicio de la funeraria y ellos me acompañaron a hacer la identificación del cadáver, murió de un infarto cuando se enteró por un compañero recién llegado que Meredith había muerto hacia un tiempo, por meses nadie le había dicho nada, después de la cremación no supe que hacer con las cenizas, no conocí bien a mi padre, no se que lugares le gustaban ni nada así que simplemente decido enviárselas a mi madre a la cárcel con una nota que decía "esto es tuyo, no mío".

Son las cuatro de la mañana y voy camino a casa preparada para dormir, cuando desciendo de la scooter de Michelle y camino hacia la puerta freno en seco, hay un ramo de flores enorme en la entrada, miro a todos lados con cuidado y camino hacia la entrada, empujo el ramo con el pie esperando una bomba o algo así pero no sucede nada, agarro el sobre que esta encima de el ramo y lo abro apartándolo de mi rostro pero tampoco sucede nada, saco la tarjeta y contengo la respiración.

"faltan 7 días para nuestro aniversario, así que prepárate porque no te dejaré en paz...

-D"

Y dentro del sobre viene un anillo, un anillo de oro blanco y un diamante enorme, entro rápidamente cargando el ramo y lo coloco todo sobre la mesa de la cocina, pensaba que Dean ya se había dado por vencido pero al parecer no es así y se que usará el asunto del aniversario como una excusa para romper las reglas, aunque hablando claro, Dean nunca ha sido un hombre que siga las reglas.


¡ESTAN LISTOS PARA PARTE MAS EROTICA DE ESTA TRILOGIA Y TAMBIEN PARA EL DESENLACE DE TODA ESTA HISTORIA!

Enlazados hasta el finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora