Enlazados hasta el fin

capitulo 52

Vamos en el auto, Dean conduce un poco rápido hacia la casa de James, el cartel del norte preparo un funeral digno para una traidora y tenemos que vestirnos con nuestras mejores pintas de negro, yo tengo un vestido negro hasta la rodilla y de mangas largas entallado mientras que Dean va con ropa clásica pero sin corbata, Irina y James salen de la casa, ella vestida con un ancho vestido negro y James al igual que Dean, traje clasico sin corbata, cuando llegamos a la bodega donde todos se encuentran reunidos esperamos afuera, Mark y su esposa no dejan de sorprenderse al escuchar la historia de como quedé embarazada y otras mujeres consuelan a Irina y a James por lo que habia hecho Marta, cuando avisan que ya vienen con la mujer todos hacemos una calle de la vergüenza, en la calle de la vergüenza ella pasará en medio de nosotros y todos le arrojaremos piedras hasta que llegue al auto, Marta sale de la bodega, esta cojeando por la herida que recibio de Dean y tiene una gran herida en su frente.

—¿Dónde están todos sus ayudantes? —le susurré a Dean.

—El señor Will se encargo de ellos —dijo con una sonrisa.

Marta empieza a caminar mientras todos tenemos nuestras piedras en las manos, inmediatamente se detiene al lado de James y Irina ellos lanzan las primeras piedras, en ese momento una lluvia de piedras cae sobre la mujer quien no deja de gritar y llorar, el señor Adrian la mira, ahora solo hay ira en sus ojos, arroja la piedra la cual le da justo en el tobillo de la mujer haciéndola caer, todos aprovechan eso para arrojarle mas piedras y ella tiene que salir corriendo como puede para subirse al auto, todos inmediatamente caminamos hacia nuestros autos y perseguimos el auto blindado hacia un barranco a las afueras de la ciudad, dos hombres se encargan de bajar a la mujer mal herida y amarrarle los brazos.

—Así debió morir Albert también —dijo el señor Ken a mi lado—. Por cierto señora harris, la felicito por su embarazo.

—Gracias —dije con una sonrisa.

—En este momento solo deseo que Albert y sus ayudantes se estén revolcando en su tumba —dijo otra mujer a mi lado.

Colocan a Marta al borde del barranco y de frente mirándonos a todos.

—Estamos aca —dijo el señor Will apareciendo junto a ella—, para acabar con la vida de una traidora, de una mujer a la cual no le importo asesinar a los suyos por ambición, que puso en peligro la integridad del cartel por ansias de poder ¿Algo que quieras decir? —preguntó mirándola .

—Que fue una verguenza para mi haber llevado el apellido Harris —escupió mirando al señor Adrian—, Por eso mate a mi padre, porque fue para mí una verguenza pertenecer a esta familia y por eso mate al bebé de mi sobrino —miró a James—. Para evitarle la verguenza de llevar el asqueroso apellido Harris.

El señor Adrian y James se colocan frente a ella mientras el señor Will se coloca hacia un lado, levantan sus armas y apuntaron, Marta sonreia y apenas los dos disparos suenan su sonrisa se desvanece, su cuerpo cae hacía atrás impulsado por la fuerza de los impactos y apenas se pierde en el barranco todos corremos para ver como cae, su cuerpo choca y rebota contra las rocas y cae cerca de un árbol, dos hombres aparecen y la cubren con una sabana, la amarran y la meten en un maletero, subimos a los autos nuevamente y llegamos hasta otro barranco cerca al mar, vemos como los hombres la arrojan y como poco a poco se hunde en el agua, todos retrocedemos y aplaudimos cuando se desaparece por completo y después nos dirigimos a casa de los padres de Dean para celebrar.

Nuestros hijos ya están ahí y Ethan casi sale corriendo de la alegria cuando nos vio, no se decidia sobre en que brazos quedarse, todos saben sobre mi embarazo y James tiene que llevar a Irina a casa a descansar asi que no nos quedaremos mucho tiempo, todos beben sus respectivas copas de Champagne mientras yo lo hago con una copa de agua.

—¿Cómo se siente? —le pregunté al señor Adrian después de que Dean fue a buscar las pistolas de pintura, su madre lo está retando a una prueba de punteria.

—Mejor —me contestó con una sonrisa—. Cuando me enteré de lo que Marta le había hecho a James algo cambió dentro de mí, esa mujer le hizo un daño horrible a mi hijo y a su esposa, un daño del que dudo que se recuperen.

—Y hablando de esposa —dijo la señora Aura detras de mí—. James piensa que por lo del bebé se van a librar de la boda grande que me prometieron —le entregó a su esposo una botella de cerveza—. Ten cariño, esto te pone de mejor humor.

—No me digas que vas a planear la boda de James.

—Claro que lo haré, ya tienen a Jake el cual está muy grande, ya es tiempo de que le pongan empeño a ese asunto y yo quiero una boda grande para celebrar y quitarnos esta nube negra de encima, que gracias a Dios con la muerte de esa zorra ya desapareció.

Dean aparece con las pistolas de pintura y pegan dos papeles a la pared del patio, apuntan y disparan, la pintura de Dean está a la izquierda mientras que la se la señora Aura está más al centro pero no totalmente en el centro.

—Sigues tú, cariño —me dijo Dean entregandome la pistola.

Solo apunto y disparo, la pintura se salpica justo en el centro del papel y apenas los miro todos tienen una sonrisa.

—Debes enseñarle a tu esposo a disparar —sugirió la señora Aura mientras yo le entregó el arma.

—Sería bueno —me acerqué con una sonrisa a mi esposo.

—Cariño, me haces quedar mal —Dean me da un beso en la frente—. Pero si deberías enseñarme.

—Con todo el gusto del mundo —lo abracé.

Al día siguiente el hombre del seguro nos llama, tendremos que reconstruir la casa con nuestro dinero ya que el seguro no cubrirá el daño de la casa, Dean prefirió dejar esa casa así por ahora y nos dedicamos a arreglar la antigua casa, traer muebles y limpiarlo todo, Ethan ya gatea casi toda la casa y Elizabeth sigue con las clases de piano, ella y yo nos dedicamos a decorar el jardin en el techo, la casa ya está tomando forma pero siento que me falta algo, que aún tengo un asunto pendiente por arreglar, mi casa, la casa que compré.

Voy con Dean un dia completo y después de pintarla decidimos dejarla así, con sus suelos de madera y sus acabados intactos, contactamos una empresa para que se encargara de arrendarla y ahora solo es cuestión de esperar.

—Tres meses de embarazo —dijo Dean mientras mueve algunos muebles y yo solo lo miro sentada sobre el sofá—. ¿segura que solo es un bebé?

—Si, estoy segura —le afirmé con una sonrisa—. Ya me hubieran dicho si fueran mas de uno ¿Por qué? ¿Estoy muy gorda?

—Con Ethan no se te notó hasta los cinco meses —sacude sus manos para recibirle una enorme caja de uno de los hombres de seguridad.

—Con Ethan vomitaba todo lo que comía —Le recordé levantándome para sacar lo qué hay en la caja.

a Dean le llega un mensaje en su teléfono y lo veo suspirar, algo sucedió.

—Aún no sé como diablos Marta se enteró... pero le dejó una carta a mi padre diciéndole que yo dejaré el cartel —dijo ahora molesto—. Esto no es bueno.