—¡Baja eso ahora mismo! —grité mirando el arma y después a ella.
—Un día estaba en la cárcel y me llego una visita inesperada —empezó a caminar hacia mí obligándome a retroceder—. Una mujer, era tan parecida a Meredith que... que por un momento pensé que era ella, solo que rubia...
—¡¿De qué diablos hablas?!
—Ella me dijo que tenia un asunto pendiente contigo y que necesitaba vengarse y yo accedí.
—¿Qué vas a hacer? —pregunté con el ceño fruncido.
—Tú y yo subiremos a tu auto, tu te tomarás esto —sacó una pastilla de su bolsillo—. Y cerraras los ojos.
—¡Estás loca si crees que yo te haré caso!
—Yo sé que no me harás caso, así que traje algo de ayuda —dijo mirándome fijamente.
En ese momento la puerta se abre y casi me desmayo al ver a Marta, la hermana del señor Adrian.
—¡¿Pero qué diablos?! —pregunté ahora asustada.
—Hola, sobrina —dijo la mujer cerrando la puerta.
—Así que tu decides, o subes a las buenas o subes a las malas —dijo entregándome la pastilla.
La meto en mi boca y me niego a tragarla pero soy obligada, en el momento en que subo al auto un mareo comienza a dominarme y en el instante en que el auto cruzo la esquina me desplomo.
Cuando despierto estoy en un cuarto completamente cerrado, sentada sobre una silla y con las manos y los pies atados, no tengo zapatos y mi ropa está sucia, un ruido me hace levantar la cabeza y una luz invade parte de la habitación, hay una silueta de pie frente a mí, entra a la habitación y la puerta se cierra, camina hacia mí y cuando la lámpara que está sobre mi ilumina a esa persona algo estalla dentro de mi cabeza.
—Hola, Emily —dijo Mariana.
Tiene un bate en su mano.
—Dean se enterará de eso... —le mascullé mirándola con furia.
—Créeme que Dean no se enterará de nada —dijo levantándome la cara con el bate—. Él cree que estas con tu amante.
—¿De qué amante hablas?
—Su nombre comienza con J...
—¡Estás loca! ¡Yo no tengo nada con él!
—Pero Dean cree que si.
—Él no creerá algo así.
—Pero si ya lo cree —dijo con una sonrisa—. Porque el mismo Jack lo logró convencer de eso.
—¡Estás loca perra! —grité—. Estás loca...
—Será mejor que me entregues ese anillo —dijo señalando mi dedo.
—¡No! —grité empuñando la mano.
La maldita golpea mi mano haciéndome gritar de dolor, a la mala me arranca el anillo de los dedos y se lo coloca pero a duras penas si le entra.
—Dean quiere que se lo devuelvas, creo que se canso de que vendas todos los anillos que te ha dado.
—¡Suéltame o lo pagarás! —grité con rabia.
—Que disfrutes tu día, Emily —dijo ella siento iluminada por la luz y después desaparece.
Vuelvo a quedar sola y ahora estoy aterrada ¿Jack había convencido a Dean de que yo soy su amante? No me creo esa historia, intento mover la silla pero esta soldada al suelo, muevo y muevo la silla pero no consigo ni siquiera a doblarla un poco, respiro profundo y espero.
ESTÁS LEYENDO
Enlazados hasta el fin
RomanceTERCERA PARTE DE LA TRILOGÍA "LAZOS" es increíble como una sola persona es capaz de arruinar una vida en un segundo, y es mas increíble cuando la vida decide acomodarse en el momento menos inoportuno, pero para Dean nada había terminado, todo volver...