capitulo 11

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En la tarde tengo una importante discusión con Dean ¿Volveremos a vivir juntos? ¿Qué haremos con la casa que compré?

—La casa es tuya —dijo mientras se coloca de nuevo los pantalones—. Tú la compraste, cariño.

—¿Debería alquilarla? —pregunté al tiempo que me coloco la ropa interior.

—No seria mala idea pero antes de alquilarla debemos arreglarla, acepta que es un desastre.

—Y no la viste cuando yo llegue —dije buscando mi pantalón debajo de la cama—. Pensé que dirías que la debo vender.

—Te esforzaste por comprarla y nunca te quitaría eso —me arrojó el pantalón, por alguna razón había terminado sobre el espejo—. Deberías decorarla como te gusta.

Iba a responder cuando alguien toca la puerta del cuarto.

—Disculpen por molestarlos pero su hijo ya quiere ver a su papá —dijo la señora Aura al otro lado de la puerta.

—Pero si te lo entregue hace veinte minutos, mamá —Dean coloca los ojos en blanco.

—No es mi culpa que Ethan quiera estar con su padre las veinticuatro horas del día.

—Ya voy —dijo Dean colocándose la camisa—, por cierto ¿Seguirás trabajando en ese lugar? —preguntó haciendo mala cara.

Yo lo miro, no había caído en cuenta de eso, mi trabajo, si vuelvo a ser la esposa de Dean no puedo trabajar en ese lugar, correría mucho peligro y ya no quiero eso.

—No lo veo conveniente a decir verdad —me acomodé la blusa para que no se viera tan arrugada.

—Me parece perfecto —caminó hacia mí—. Porque no toleraría que ese hombre te volviera a gritar otra vez.

—¿Me defenderías? —pregunté con una sonrisa acercándome a sus labios.

—Hasta del mismo diablo si fuera necesario —dijo cargándome.

—¡Dean! —gritó su madre al otro lado de la puerta.

Dean rueda los ojos nuevamente y camina hacia la puerta sin soltarme para después abrirla.

—Tengo las manos ocupadas ¿Ves?

—Tienes espacio para cargar a alguien más —dijo señalando el pequeño espacio que sobra en uno de sus brazos.

—¡No soy Hulk!

—¡Deja los chistes y pon a tu esposa en el suelo! que tu hijo quiere que lo cargues a él —dijo la mujer fingiendo enojo.

Dean vuelve a rodar los ojos y se va, en el momento en que desaparece de nuestra vista le pido a señora Aura para que entre a la habitación.

—Ya esta todo casi listo —dijo emocionada—, la fiesta será este sábado y ya invité a todo el mundo, incluyendo a Albert y a su "acompañante" —dijo de mala manera haciendo comillas con las manos.

—Señora Aura ¿Usted ya tenia planeado esto? —pregunté mirándola—. Organizó todo muy rápido.

—Emily ¿En serio crees que Dean dejaría pasar de largo su aniversario solo porque estabas enojada con él?¿Por qué crees que te envió todos esos regalos?

—¿Él estaba seguro de que iría a pesar de que estaba enojada? —pregunté confundida.

—No —colocó su mano sobre mi hombro—. Sabia que volverías con él.

—¿Y cómo se supone que sabia eso?

—Muy fácil —dijo la mujer con alegría—. Porque ustedes no pueden vivir el uno sin el otro, aún estando tu enojada con él y él aun sin recordarte, al final siempre vuelven.

Enlazados hasta el finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora