Capitulo 51

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la señora Aura agarra a Jake como puede y saca a Irina practicamente a rastras de la casa, Elizabeth me suelta y sale por la puerta solo para ser recibida por su padre quien no suelta la metralleta, yo corro como puedo cubriendo la cara de Ethan ya que el primer piso se está llenando de humo y me abro paso entre los hombres que pasan a mi lado con baldes de agua, cuando salimos todos corremos hacia el lago y nos sentamos con cuidado frente al agua para respirar.

—¿Estás bien? —preguntó Dean acercandose a mí y mirando a Ethan.

Mi bebe no deja de llorar al igual que Elizabeth y sus rostros están sucios y negros por las cenizas al igual que el mio.

—Si, eso creo, pero ellos necesitan tomar agua —dije tratando de calmar a Ethan.

—¡¿Alguien más necesita agua?! —gritó el señor Adrian.

Irina, la señora Aura y Yane levantan la mano e inmediatamente él se va hacia la parte de atrás de uno de los carros.

—El hombre del seguro se va a enojar contigo —dije despues que Ethan dejó de llorar.

—Probablemente me cancelará el contrato —dijo Dean entregándole la botella de agua a Elizabeth.

—Díganme que al menos valió la pena perder parte de mi casa —dije mirándolo.

—La tenemos —nos informó el señor Adrian.

—¿Cómo hicieron? —preguntó la señora Aura.

—La seguridad de Marta descuidó la casa del abuelo asi que enviamos a alguien para que la trajera.

—¿Quién? —pregunté curiosa.

—El señor Ken y sus hombres —continuó James—. Ellos colaboraron a la causa, cuando se enteró que Marta quería asesinar a todos para ser la nueva jefa no dudó en ayudarnos.

—Es un hombre chapado a la antigua y le gusta seguir las reglas asi que no fue problema —dijo Dean.

—¿Y dónde está? —preguntó la señora Aura.

—La están trasladando a una de las bodegas, llegaran en dos horas —dijo el señor Adrian mirando su teléfono.

Ya en la noche podemos evaluar mejor los daños, el segundo piso de la casa ha quedado practicamente sin techo, el helicóptero cayó justo encima de nuestra habitación y la explosión averió las paredes de la habitación de Elizabeth, el único cuarto que sobrevivió en el segundo piso fue el de Ethan y por muy poco, tiene una pequeña quemadura en una esquina, el olor a humo desapareció y ya no había nada encendido en llamas, la casa se quedó sin luz y tuvieron que cerrar el gas y el agua para que no se presentaran daños peores, empacamos la poca ropa que quedo medianamente intacta mientras la señora Aura empaca la ropa de Elizabeth y el señor Adrian la de Ethan, James solo tuvo que devolver las cosas de Irina y de su madre a las maletas ya que apenas si estaban organizadas, cuando salimos de la casa ya es la una de la madrugada, Ethan y Elizabeth están rendidos en el asiento trasero del auto mientras Dean y yo vamos despiertos y alertas por la carretera.

—¿Te sientes bien? —preguntó Dean soltando el freno de mano para colocar su mano sobre mi vientre.

—Estoy agotada, no he comido nada desde el almuerzo y vomité antes de venir —dije mirándolo—. Así que no, no me siento bien.

—¿Quieres algo de comer? —preguntó acariciando mi mejilla.

—No, solo quiero llegar a algun lugar a descansar y recuperarme para verla.

—Yo también quiero descansar un poco —agarró mi mano con fuerza—. Extraño dormir a tu lado.

—Yo también —dije cerrando los ojos un poco y sonriendo con suavidad.

Después de eso no recuerdo más, caigo profunda, cuando despierto son las seis de la mañana, el sol se está metiendo por una ventana y tengo el enorme brazo de Dean rodeándome con fuerza, su aliento roza mi oído y casi puedo jurar que lo escucho roncando, miro hacia todos lados y veo que es la antigua casa, el antiguo cuarto de Dean, al lado nuestro hay otra cama en donde está Elizabeth también profundamente dormida, me doy la vuelta y quedo de frente con Dean, luce tan cansado y su barba está mas larga de lo que me gusta, saco mis brazos como puedo y lo rodeo para abrazarlo con fuerza, esto lo despierta y provoca que me rodee también con sus brazos y me aprieta más a él.

—Sigue descansando —le susurré al oído.

Dean solo asiente con la cabeza y vuelve a caer rendido en mis brazos, yo solo tengo que respirar profundo varios minutos para volver a caer dormida.

A las diez de la mañana ya me encuentro despierta haciendo desayuno con lo poco que hay en el lugar, huevos, harina, queso, lo basico, me estoy muriendo del hambre y después que serví me doy cuenta que me emocione mucho cocinando, la señora Aura se habia llevado a Ethan ya que aquí no hay donde acostarlo y Yane se había ido con ellos para ayudar a cuidarlo, Dean baja junto con Elizabeth y se sientan en la improvisada mesa de madera que habia hecho con un tanque de basura vacío y una puerta que aún no ha sido instalada cubierta por una cortina, le doy un beso a mi esposo antes de colocarle el plato al frente y Dean agradece por la cantidad, tomo asiento junto con ellos y comenzamos a comer.

—Mamá,esto está delicioso —dijo Elizabeth con una sonrisa.

—Tu mamá es una muy buena cocinera —dijo Dean mirandome con una sonrisa—. Pero creo que hay algo importante que tenemos que decirte y que no se porque aún no te lo hemos dicho.

—¿Qué? —preguntó Elizabeth mirándonos con los ojos abiertos.

En ese momento yo saco mi telefono y comienzo a grabarla mientras Dean le entrega una especie de carta que había escrito anoche, ella la abre completamente impaciente y comienza a leerla, despues levanta la cabeza y nos mira a los dos muy sorprendida.

—¿Es en serio? —preguntó mirándonos con sus ojos verde azulados clavados en mí.

—¿Qué dice ahi? —le preguntó Dean con una sonrisa.

—Dice que... dice que yo... voy a... voy a tener un hermanito o hermanita —dijo con una sonrisa—. ¿Es en serio? ¿No están bromeando?

—Es en serio cariño —dije con una sonrisa.

Ella comienza a gritar emocionada y se baja de su silla corriendo para abrazarme, después abraza a Dean y termina de comer con una sonrisa, a medio dia mi esposo va por la cuna de Ethan mientras yo me quedo mostrándole la casa a Elizabeth.

—¿Y aquí vivía papá antes de conocerte? —preguntó mirando el jardin.

—Aquí lo conoci también —le contesté mientras nos sentamos frente a la piscina vacía.

—Es muy grande ¿Vivían muchas personas aca? —preguntó mirando los alrededores.

—Demasiadas diría yo —coloqué lo ojos en blanco al recordar a las chicas—. ¿Te gusta esta casa?

—A mí me gusta —dijo con una sonrisa—. Tiene piscina.

—¿Te gusta más la piscina que el lago?

—Pues el lago no se ve muy limpio que digamos y papá no me deja bañarme ahí, mamá ¿Qué pasará con la otra casa?

—No lo sé querida, todo depende de lo que el seguro diga.

—Extrañaré mi habitación —miró hacia el cielo haciendo un puchero—. Y las cosas de Ana...

—Eso se puede recuperar cariño —le di un fuerte abrazo—. Fue nuestro cuarto el que quedo inservible.

—¿Y mi piano?

—Esa será una de las primeras cosas que rescataremos en caso de que no se pueda arreglar la casa con el seguro.

Cuando Dean llega con la cuna tiene una sonrisa en su rostro, después me llama para hablar a solas.

—Es hora cariño, hora de matar a la maldita perra —dijo abrazandome.

—Por fin —lo miré con una sonrisa.

Enlazados hasta el finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora