Enlazados hasta el fin

capitulo 12

—Oye, oye... cálmate ¿Si? ¿Cuándo te enteraste?

—Acabo de hacerme cinco pruebas ¡Cinco!

—¿Y James donde está a esta hora? —pregunté extrañada.

—Esta durmiendo ya.

—Bueno mira, haremos esto, mañana bien temprano irás a mi casa con tu ropa, tu maquillaje y todo lo que vas a usar para la fiesta, allá hablaremos bien acerca de tu situación y buscaremos una solución a todo esto, yo te ayudaré ¿Vale? pero confía en mí, él no te dejará ni se enojará por esto ¿Entiendes? James no es así.

—Está bien —dijo un poco más tranquila—. Nos vemos mañana.

Vuelvo a la habitación y Dean ya está en la cama sin camisa.

—Hace mucho frío para que duermas así —dije quitándome la blusa.

—Para eso estas tú, para darme calor —dijo mientras me sigue con la mirada.

Me desvisto y me coloco unos pantalones de tela y una camisa manga larga de Dean, subo a la cama rápido y cuando me acerco a él noto que está desnudo.

—Te vas a congelar —me coloco encima de él—. Y te vas a enfermar.

—Para eso tengo mi enfermera personal —metió sus frías manos debajo de mi camisa.

—No soy enfermera —me empecé a mover para provocarlo.

—No me importa —agarró el borde de la camisa—. Igual deseo que me cuides.

Cuando estoy apunto de quitarme la camisa alguien golpea la puerta.

—¡Mamá! ¡Ethan esta llorando! —Elizabeth gritó afuera de la habitación.

—¡Voy! —dije bajándome de encima de Dean.

Él se ve completamente frustrado pero no enojado, después comienza a reírse, salgo de la habitación y entro al cuarto de los niños, el cual es el antiguo cuarto de Dean, cargo a Ethan y me siento un momento para arrullarlo, cuando por fin se calma Elizabeth me mira.

—Será mejor que te lo lleves —dijo con los ojos medio cerrados y bostezando.

—No entiendo porque llora, en nuestra casa es tranquilo.

—¿No lo escuchaste? —preguntó Eli mirándome.

—¿Qué?

—¿Los gritos? vienen del cuarto de los abuelos.

Ahora lo comprendo todo, nosotros no escuchamos los ruidos porque estamos muy lejos de las habitaciones principales, en cambio la antigua habitación de Dean está justo a su lado, coloco a Ethan en la cuna otra vez y camino a la habitación.

—Necesito que te cambies —hablé apenas entré—. Y le digas a tus padres que dejen de hacer tanto ruido porque despiertan al bebé.

—¿Ruido? —preguntó Dean mirándome—, ¿Qué clase de ruido? —yo lo miré con la ceja levantada—, Oh no, No me digas que ellos...

Dean inmediatamente se levanta y se coloca unos pantalones largos.

—Diablos —maldijo cuando abrió la puerta—. Hace frío...

—Te lo dije.

Después de varios minutos vuelve.

—Esos asquerosos —se escondió entre las sabanas para calentarse.

—¿Qué te dijeron? —pregunté abrazándolo con fuerza.

—Toqué la puerta y tardaron mucho en abrir y cuando mama abrió la puerta parecía una loca, su cabello estaba terrible y apenas si estaba vestida —dijo haciendo cara de asco.