capitulo 31

3.7K 305 13
                                    

—Cuénteme señora Harris ¿Cómo ha estado las cosas con su esposo en este mes? ¿Ha seguido con los ejercicios que le recomendé? —preguntó el psicólogo.

Yo me muerdo el labio y después suspiro.

—Si las he seguido pero...

—¿Pero? —preguntó el hombre mirándome.

—Las cosas entre mi esposo y yo no han estado muy bien que digamos —dije jugando con mis dedos.

—¿Por qué? ¿Aún no se siente bien cuando él la toca?

—Es... es peor que eso, yo ya no confío en mi esposo —admití nerviosa—. No se trata solo de no tocarme, me cuesta confiar en él y a él le cuesta confiar en mí.

—Comprendo el porque desconfia de su esposo pero ¿Por qué cree que él desconfía de usted?

—Yo también le he mentido —dije mirando a la ventana—. No de la forma en que él lo ha echo pero también le he mentido.

—¿Cómo en qué?

—Aún está resentido por planear embaucar a Mariana a sus espaldas y aún cree que volví con él por... por tratar de hacerle daño a esa mujer.

—¿Y por eso él cree que que usted le oculta más cosas? —preguntó mirándome con la ceja levantada—. ¿Acaso usted le ha ocultado algo más?

En ese momento mis ojos se llenan de lagrimas.

—Sucedió algo que yo no le he comentado pero si ha notado...

—¿Qué sucedió, señora Harris?

Cierro los ojos y respiro profundo.

—Hace aproximadamente dos meses me sentí mal, fui al médico y...

—¿Y qué sucedió?

—De verdad no se como sucedió pero...

FLASHBACK...

—Señora Harris —se anunció el Doctor Norman apareciendo en el consultorio, no me gustaba su tono de voz.

—¿Qué sucede, doctor? –pregunté siguiéndolo con la mirada hasta que se sentó en su escritorio.

—Creí haberle dicho que no podía tener mas hijos —dijo algo molesto—. Pone en riesgo su vida.

—¿De qué habla? —pregunté mirándolo con los ojos abiertos.

—Está embarazada de nuevo, señora Harris —dijo entregandome un papel.

Rápidamente lo agarro y lo leo.

—Esto... esto no... yo no puedo estar embarazada yo... esto es un chiste ¿Cierto? —pregunté totalmente sorprendida.

—No lo es señora Harris, está usted embarazada, pronto seran dos meses de embarazo.

—¡¿Dos meses?! —grité levantándome de la silla—. ¿Cómo diablos sucedió esto? Se supone que Dean y yo...

—Lo de su esposo —me interrumpió mientras saca una carpeta de una gaveta—. Él solicitó una reversión de vasectomía hace poco más de dos meses, cuatro días después de esa reversión el tuvo un accidente en una carrera, por lo que leo aca.

—¿Y cómo es que nadie nos dijo nada o no nos dimos cuenta? —pregunté abrazando el papel.

—Él lo hizo por un particular, tengo aqui —reviso de nuevo la carpeta—, que solicitó su historial clínico una semana antes de eso porque tenía problemas de erecciones y debido a que sus cuentas estaban embargadas en ese momento tuvo que hacerlo por medio de un particular —dijo mirandome de nuevo.

Enlazados hasta el finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora