Capitulo 45: "Lo mio es tuyo"

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Caminamos los cortos pasillo de cerámica que tramitaban hasta las puertas principales. Todo a excepción por la luz de la luna que se infiltraba por todas las ventanas de los pisos superiores, estaba oscuro. Se veía todo contrastado por lo blanco y lo negro.
La luna solo dejaba ver lo que merecía ser visto.
Como se traslucía en los vidrios y se reflejaba en las escaleras dando un camino con el cual guiarse. Unas puertas las cuales mostrar. 
Esos ojos, que merecían ser iluminados, ahí estaban, brillando como nunca brillaron.
La blancura los hacia ver mas celestes, pero la oscuridad lograba intensificarlos.
No entendía si brillaban tanto por el contraste que le daba o si brillaban solos y la oscuridad solo lograba que se resaltaran más.
La luz te ayuda a brillar un poco más cuando no tenes nada que sostener.
La oscuridad te da el empujoncito para que brilles sola, sin importar cuanto.
Al llegar a la puerta y al verla cerrada ya estaba preparándome para maldecir a los mil demonios pero antes de que pudiera hablar Louis sacó unas llaves del bolsillo de su bolso.
-Como..
Al ver mi cara de confusión aclaró.
-Los profesores.. como decís.. tenemos ventajas.
Rió por lo bajo y yo me sentí mal por dentro.
Hasta por ser profesor te critican.
Styles, no te unas a ese montón.
Vamos.
Al abrir el candado, me lo entregó y de un empujón abrió las puertas.
Yo seguía confundido.
Enserio tantas ventajas, hasta las llaves principales?
Escuché a Louis reír y volteé a verlo.
-Vamos que tengo que cerrar, si llega a pasar algo, estoy muerto.
Empezó a caminar hacia delante, detrás mio haciendo que me mueva también. Seguía con la mirada desorientada pensando.
Sin darme cuenta él ya me había sacado el candado de las manos y lo estaba cerrando entre las dos manijas de la puerta. Le estaba costando demasiado y me impacientaba como nunca. No podía encajar la tranca del candado en el agujero. De tanto mirarlo mi pies empezaron a chocar nerviosamente contra el suelo. 
Dios que hombre.
Me acerqué ya cansado y sin percatarme de que sus manos seguían encima del candado fui y lo cerré. Sentí mis manos sobre las suyas tocándose completamente. Eran muy suaves, demasiado suaves. Como una pared lisa. Sin grumos ni imperfecciones. Estaba nervioso por el hecho de tanto contacto pero lo disimulaba bastante bien. Solo le toqué las malditas manos.
Nada mas.
Me separé de él y lo incentivé a seguirme con la mano.
-Ey, vamos, son solo seis cuadras a la derecha.
Yo comencé a caminar sin prestarle atención a si me seguía o no. Había quedado bastante claro que no tenia problema, bueno si, pero, bue, en fin iba a venir y listo.
Cuando escuché sus pasos seguirme detrás mio pude caminar mas tranquilo, tenia miedo de que se perdiera, aunque la idea fuera tan solo boba.
Movía mis pies mirándolos a cada paso que daba sin soltar la mirada de ellos.
Mierda, realmente Louis estaba yendo a mi casa?
Lo único que esperaba es que no viera mis cosas, ni las tocara.
Y con mías se incluía Anne.
Bastardo.
Sentí mis cejas fruncirse pero no le di importancia.
-Ey. Harry.. - habló Louis detrás mio después de tanto estar callado.
-Que?.. - hablé sin voltearme
-Estas bien?
-Como me veo? - giré a verlo con la sonrisa pesada
El me miró unos segundos a los ojos y luego rió.
-Hermoso.. - Me exalté un poco al principio y sentí como una punzada me pinchaba el interior, ¿que? Luego Louis soltó una risota y se carcajeó. No, ademas se estaba haciendo el chistoso, imbécil.
-Me estas jodiendo Louis?.. - No se muy bien porque me había alterado tanto - Idiota.. - hablé volviendo mi mirada al frente.
Louis dejó de reír y se acercó a mi a pasos grandes.
-Vamos.. era una broma, pero enserio, estas bien?
Suspiré y lo mire.
-Estoy genial - volvió esa sonrisa de idiota a mi y el me la devolvió.
Seguimos caminando a la par uno al lado de otro las pocas cuadras que quedaban. Ya faltando tan solo dos cuadras sentí como una gota caía hacia mi nariz y se escurría hasta mis labios. Frené en seco por el susto y llevé mi mirada al cielo.
-Que decís si nos apuramos? - habló rápido Louis al ver eso, mas como una invitación.
Yo asentí riendo y al haber empezado a correr ya había caído un chaparrón sobre nuestras cabezas y estaba lloviendo en grandes cantidades.
Lo único que sonaba en las calles eran nuestras risas y la lluvia chocar contra el suelo. No había autos, ni ruidos ajenos a nosotros. Al fin, a mi siempre me había encantado la lluvia.
Ver como el frío de la lluvia se camufla en la calidez de tu piel, fusionando esa carga de energía que te recorre el cuerpo. Dándote esa chispa para sentirte vivo. Querer abrazar algo con tanta fuerza que duele. Querer poseer la lluvia con todo tu corazón. La lluvia es tan delicada, tan fluida y tan natural, que cuando menos lo esperas, ya esta cayéndose el cielo sobre sus cabezas.
Al llegar a la puerta de mi casa la abrí haciendo torpes movimientos con mi mano para encontrar la llave en mi mochila. Tuve que meter a empujones a Louis a la casa ya que él solo seguía sacandole la lengua a la lluvia como un nene.
Al entrar cerré la puerta con fuerza haciéndola resonar por toda la casa.
Suspiré unos segundos recuperando el aire que me faltaba y traté de concentrarme de lo que Louis decía o hacia.
Mi casa, mis reglas. Ahí nadie se pasaba de vivo.
Louis pasaba su vista por los muebles, de uno en uno. Aunque no era de lo más grande para Anne y yo era confortable. 
-Que linda es... - dijo mientras seguía mirando todos los alrededores.
-No me quejo - dije mientras me sacaba el buzo todo mojado y lo apoyaba en el sillón.
Cuando estaba por decirle si quería algo para abrigarse escuché un chillido detrás mio.
-QUE HORAS SON ESTAS EH? - Gritó Anne detrás mio con un repasador en la mano. No sabia muy bien si me iba a perseguir con él o que..
Reí por dentro con esa idea en mente y ella lo notó.
-De que te reís querido? - habló seria pero con gracia.
-De nada má.. - dije acercándome a saludarla. Cuando me acerqué a ella Louis me siguió con los pasos.
Al terminar de saludarla me quedé a su lado y Louis se acercó.
-Oh, vos debes ser Louis, ay, muchas gracias por cuidar a mi hijo, sos como un ángel! - habló exagerando con los brazos. Fruncí en seño y choqué mis dientes poniendo total cara de asco.
Él se le acercó y la abrazó con fuerza. 
-No.. por nada Anne - dijo suave con cariño.
EY, VAMOS, SEGUÍA AHÍ, MALDITO. Si no estuviera Anne presente lo asesinaría.
Era mía mierda.
-Si como sea.. - dije con leves celos, de hijo, por supuesto, yéndome hacia el sillón a sentarme. 
Ellos dos soltaron su abrazo y Anne me miró con enojo.
-Vamos Harry, es el invitado, no te quedes sentado como vagabundo - dijo tirándome el repasador a la cara.
-EU! - Grité al sentir el trapo seco y caliente en mi rostro.
-Mostrale la casa, dale - dijo yéndose a la cocina.
Yo hice caso omiso a las palabras y seguí tirado en el sillón. Louis miraba con atención el techo y las paredes. Super normal.
"Seamos raros por unos segundos"
-NO ESCUCHO PASOS EN LA ESCALERA! - gritó desde la cocina.
-Tss - bufé levantándome del cuero - Vamos te voy a hacer un mini recorrido antes que la señora grite.
-Tu mamá es grandiosa - dijo con diversión en su voz. Volteé con cara de estupefacto al verlo y me torne enojado.
-Lo sé. Es MIII mamá grandiosa - Hablé alargando el 'mi'
Me quedé quieto unos segundos en la escalera y el me tocó el hombro.
-Vamos Harry, tomate las bromas bien - dijo palmeándome la espalda y subiendo las escaleras encima mio.
¿Este se creía que era su casa?
Solo las subió como si nada y yo me quedé como idiota parado.
Iba a entender de una forma u otra que es casa era mía. Con mi Anne. Mis cosas. Todo dentro de ella era mio.
Bueno.
No todo.

"Do you ever wonder if the stars shine out for you?" [Larry Stylinson] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora